sábado, 25 de julio de 2015

#SomosLaSele #CopaOro2015 #VamosPanama

Como es bastante obvio, esta entrada no es de lo que va mi blog, generalmente; pero es mi blog personal y tengo derecho a usarlo para expresarme sobre cualquier tema, y éste es un tema que ya le ha dado la vuelta al mundo, que me ha dejado con mucho qué decir y por eso quiero expresarme en este, mi blog.

Creo que ya todo el mundo sabe lo que sucedió este pasado miércoles 22 de Julio en el Georgia Dome, en Atlanta. Me parece muy bochornoso lo que se vivió en ese partido entre Panamá y México. Estas palabras ya fueron dichas por otras personas; dichas y repetidas. Pero ahora es el momento de expresarnos correctamente.

La selección panameña se ha esforzado mucho para llegar hasta donde está ahora mismo. Creo muchas cosas que se han dicho: que Guardado debía fallar el penal, que el Director Técnico de México ya le había pagado a los árbitros y a la CONCACAF para que arreglaran la final para que fueran México y Estados Unidos. Sin embargo, como todo el mundo lo ha visto, el Caribe y Panamá se han puesto las pilas y de verdad que se prepararon para este torneo. Y porque durante casi dos décadas Centroamérica, Panamá y el Caribe no hayan mostrado destreza superior a los norteños, eso no significa de no podamos mejorar; ahora mostramos lo que de verdad llevamos dentro, que nos podemos defender, que luchamos por lo que en verdad deseamos, que podemos esforzarnos y dar lo mejor de nosotros. Porque no somos tan mediocres como ellos creen, porque no somos tan animales, estúpidos y maleantes como ellos creen que somos. 
En realidad América Central tiene mucho que ofrecer al mundo y en el ámbito del fútbol nos defendemos bastante bien, pero esto que ellos están haciendo es lo que en verdad nos vuelve mediocres; porque al no dejarnos crecer ellos nos vuelven mediocres. Es como el sistema de calificación aquí en Panamá: nos evalúan con una tabla que da menores oportunidades, al que obtuvo puntajes más altos, de llegar a la nota máxima, y le regala todas esas oportunidades a quien obtuvo puntajes más bajos, para que no fracase. ¡Eso es crear mediocres! Y en cierto sentido, es lo que los norteños hacen con nosotros.

Bastante obvio es que esto no es por el desarrollo en el deporte ni nada de eso que se supone, debería ser algo "productivo" y que aleje de la delincuencia. Pero es notable que los más altos funcionarios, quienes se creen inmaculados, caen en esta delincuencia que al final termina envolviéndonos a todos. 
Lo que en verdad mueve a la CONCACAF es el billete que se manosean tanto entre ellos y que no le comparten a los demás. Un jugador panameño dijo que no le sorprendía que les hicieran esto porque, claro, tratándose de un país con menos de 4 millones de habitantes versus un México todavía en todo su esplendor; por donde circula mucho billete producto de los cárteles de drogas que--no lo olvidemos jamás--circulan hacia Estados Unidos, que es su principal consumidor. México está lleno de plata, mientras que Panamá con todo y Canal no llega a su altura económica y no tiene suficiente dinero para sobornar a una CONCACAF. 

Los panameños tenemos una forma de ser que puede parecer de maleantería, que de hecho muchos extranjeros cuando llegan allí (ciudad capital) creen que somos todos malhechores; pero en realidad es solo una forma de comportarse, pero no actuamos de esa manera. A los panameños les gusta la maleantería, , pero aún así somos honrados, responsables, dignos de confianza, dignos como humanos y trabajadores.

Aquí en Ciudad de David no se siente el mismo vivir que en ciudad capital, pero igualmente yo defiendo la idiosincracia general de todo mi país porque todos somos así. En las muchas ocasiones que he viajado a Panamá me he dado cuenta de que la gente siempre anda con un relajo como si la vida fueran veinte y como si se pudieran vivir todas a la vez; pero a pesar de esa forma de comportarse, los panameños somos responsables cuando las circunstancias se tornar serias, buscamos formas de solucionar los problemas de la forma más honrada posible. Cabe destacar que los métodos deshonrados son solo consecuencias de la desesperación que se produce en algunos casos.

Un panameño se distingue de cualquier otro ciudadano del planeta desde el primer instante fuera del país. Los panameños siempre buscamos destacar en todo lo que hacemos y siempre tratamos de dejar en alto nuestra bandera, nuestro país. La juventud de hoy día, aunque no parezca, tiene mucho respeto por lo que ese símbolo significa para todos nosotros. Nosotros nos sentimos muy honrados de pertenecer a esta sociedad de tradición y de innovación. 

Aunque no hayamos ganado ese partidos, según el marcardor, todo el mundo sabe que nosotros nos hemos merecido esa copa... Pero como dijo el  personaje de Cars, Hudosn Hornet, es solo una copa vacía, no significa nada tener el metal, cargarlo, sentir el peso y definir si es oro macizo, bañado en oro, acero pintado de dorado o plástico siquiera. 

Una copa vacía, eso es lo que es.


Tiene más mérito quedarse sin el metal porque en nuestro corazón sabemos que hemos hecho lo correcto: jugar limpio y mantener la calma a pesar de que contra quienes estábamos jugando no estaban siendo justos, y quiénes se suponen que deben juzgar manteniéndose al margne entre ambos equipos, estaban comprados.

Definitivamente esta experiencia nos demuestra una vez más lo feo que se ve, ante los ojos del mundo, estar haciendo lo incorrecto. Y además rebela la fuerza de un pueblo luchador que ha recibido mucha ayuda de extranjeros a lo largo de su historia, pero que a pesar de todo se ha mantenido en el nivel que tiene gracias a su propio esfuerzo y a las ganas de ser respetado por las demás naciones, a las ganas de ser sinónimo de progreso y de verdad; toda esta pasión que siente el pueblo panameño no debe quedarse simplemente en las palabras que han dicho el Bolillo Gómez, los jugadores panameños, los periodistas panameños, los artistas panameños, la ciudadanía panameña y hasta el Presidente Juan Carlos Varela; o incluso en estas palabras que escribo de mi mente, con mis dedos, en mi teclado de mi computador, en el borrador de esta entrada de mi blog que pronto publicaré para que todo el mundo escuche mi mensaje y el de todo el pueblo panameños. Mi objetivo no es solo que se queden las palabras, es que las palabras sean escuchadas, leídas, tomadas en consideración, aceptadas y que lleguen a hacer conciencia dentro de la comunidad internacional.

Siento que todos somos importantes, sea de la nación que sea, y por eso espero que esta entrada sea leía a conciencia y no dejada de lado; porque este es un tema muy importante, un problema que está afectando a nuestra sociedad gravemente. Podemos llegar a creer que somos superiores a los demás por razones de mínima importancia, pero eso no debes inducirnos a creer que pertenecemos a una raza superior porque estaríamos cometiendo errores que ya ha cometido la humanidad antes, inclusive en el siglo pasado. 

Todos los países y todas las naciones de la Tierra son importantes por su aporte cultural, porque al fin y al cabo todos los habitantes de la Tierra formamos una sola Gran Cultura que es muy diversa. Estas naciones centroamericanas y caribeñas, aunque tengan una población muy pequeña, merecen respeto porque también están aportando a la sociedad. 

Yo como panameña me siento muy orgullosa de mi Selección Nacional Absoluta de fútbol porque hizo lo que debía hacer y no lo que se suponía que debía hacer. Porque defendieron nuestra bandera y dejaron expuestos a los ojos de mundo lo que estaba podrido. Porque a pesar de los abucheos, de los abusos y de las agresiones físicas con botellas plásticas que recibieron nuestros jugadores, ellos mantuvieron la calma bastante bien y supieron mantenerse al margen haciendo lo correcto y jugando porque para eso fue para que hicieron un viaje tan agotador, no para ser una burla internacional.

Aparte de todo lo que se vivió el miércoles y lo que se dijo el jueves, lo que remate son las sanciones que aplicaron a los jugadores de la Selección por razones totalmente ilógicas, más una multa de quince mil dólares estadounidenses por mostrar esta imagen que yo también me atrevo a mostrar:



Sinceramente creo que el hecho de que la CONCACAF haya sancionado a la Fepafut por mostrar esta imagen es solo una prueba más de hasta dónde estamos llegando como seres humanos y como sociedad.
¿No se supone que la libertad de expresión es uno de los derechos humanos? ... Se supone que hemos llegado a esta Edad Contemporánea porque ya hemos superados otras tres edades anteriores y otras más antes de la invención de la escritura, ¿entonces por qué nos afanamos en volver al pasado? ¿Por qué lo hacemos? ...

Ya va siendo momento de que retomemos el camino correcto después de años de ir desviándonos poco a poco. Pero si miramos cómo eran respetadas las reglas éticas y morales en los tiempos de antes, ni mucho antes como a la época de Cristo, en el siglo pasado e incluso a inicios de este siglo todavía se respetaban estas reglas; ahora el grado de mediocridad al que hemos llegado es abominable. Y algo que era tan productivo y beneficioso a la sociedad como el deporte y el fútbol de forma más específica (porque saca a los muchachos del barrio antes de que se metan en cosas malas) se ha convertido en una actividad que debería darnos asco vergüenza, malestar, incomodidad, repugnancia, entre otros síntomas de nuestra sociedad. Hasta Chespirito, cuando estaba vivo, dijo que él siempre había querido jugar fútbol, pero el fútbol de ahora ya no es lo mismo, ya no le llama la atención ni le entusiasma.

Ahora es el momento de cambiar y de botar todo el papel que se ha quedado atascado en el impresora, porque así no podremos hacer nada productivo.

Quisiera concluir con este vídeo que ya se ha hecho muy famoso en YouTube. Me disculpo por las vulgaridades, pero es que así es el panameño y sinceramente no existen otras palabras en el español castellano para describir lo que hemos vivido y lo que sentimos por dentro en nuestro pecho que lleva grabado el escudo de nuestra nación.

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