viernes, 12 de agosto de 2016

Capítulo 24: Capítulo 69 (conteo general): "Un típico día de vacaciones".


**Al día siguiente**

Desde la mañana estaba mi padre cortando leña. Yo me desperté porque para mi vecino era hora de festejar con toda la bachata de su playlist. Me pone de mal humor despertarme temprano un día de vacaciones, con el retumbar de un bajo desafinado en mis oídos. Si quisiera oír un bajo desafinado, preferiría oír a Riker.

Me levanté de la cama con facha de La Bruja Buena, y fui a ver qué había de nuevo. No había cable, pero sí internet; el agua amenazaba con irse y el vecino con su música. Toca y desafina. Mi padre cortando leña… era un típico día de diciembre en mi vida.

Volví a mi habitación y volví a acostarme en mi cama. Miré al techo y comencé a prestarle atención a la letra de la bachata. ¡Qué asco! Quien escribió esa canción nunca se ha enamorado de verdad, o seguramente creyó que era así, pero lo confundió con pasión. Tal vez su sociedad le hizo creer eso.

Eso que cantas no se llama amor, cariño, se llama lujuria y es un pecado capital, idiota, pensé. Hablando de pecados capitales, me di cuenta de que yo también estaba incurriendo en uno. Me levanté de la cama casi de un salto y fui a buscar oficio.

No había desayuno hecho, de modo que ese sería m oficio por ahora. Comí sola. En mi familia éramos cinco: mis padres, mis dos hermanos mayores y yo. Mi mamá había salido temprano para trabajar. Mi hermano mayor se fue de casa en cuanto se graduó y ya lleva años estudiando en Europa. Juan había partido para Alemania hace poco y mi papá también estaba trabajado, pero en casa.

Se podía oír un eco, pero no había nada que produjese sonido. ¡Cuán vacío estaba ese edificio! Así había sido mi vida hasta que llegó un chico a mi vida, hace algunos meses. Hace cuatro meses atrás, ese chico trajo a su familia e hizo barullo en mi vecindario y en mi casa… Pero este chico se había ido de gira; él es músico, por lo cual, técnicamente estaba trabajando. ¡Maldito sistema capitalista! Por las ansias de dinero me ha alejado de las personas que más quería. Yo también tendría que irme en algún momento a estudiar, y eso sería únicamente con el propósito de que empiece a trabajar y a pagar impuestos. Yo me iría en julio, faltaba toda una eternidad para ese momento. Incluso había meditado conseguirme un trabajo para tener algo que hacer durante estos próximos meses. No sabía en qué ocupar mi tiempo para entonces. Oh, pero mis padres necesitarán a alguien en casa que se encargue de los quehaceres domésticos. ¡Todo por no pagar a una empleada doméstica! Pero de todas formas quisiera tomar un curso de música, aunque sea para no estar de vaga todo este tiempo solo estudiando el idioma y los términos técnicos en inglés, y por supuesto sobre la matera en sí.

Casi a las once de la mañana se levantaron las niñas Ana y María. Comieron y luego las mandé a lavar los platos,  las ollas y la estufa (porque yo no soy empleada de nadie) Estuvieron en eso como hasta las dos. Pero desde la una yo ya estaba ahí secando la estufa para cocinar. Así es la vida.

Papá había estado cortando leña para preparar una barbacoa en la tarde. Solo estábamos él, mamá, las niñas y yo. De todas formas extrañaba a mis hermanos Iam y Juan; me sentía sola… y a Rocky también lo extrañaba.

Llevábamos dos días seguidos dedicándonos a la limpieza. Después del almuerzo fui a limpiar las paredes de la casa por dentro y por fuera y las niñas se quedaron limpiando la cocina: la grasa del piso, la cerámica de las paredes, el extractor, la nevera y  la vajilla.

A las 4:30 estábamos súper agotadas. María propuso un té y esta vez acepté de buenas ganas. Luego tuvimos la barbacoa. No tengo nada interesante que contar sobre esa velada. María, Ana y yo estábamos conscientes de que limpiar una casa no significa solamente barrer y trapear. Hay muchas cosas que se limpian, que se llenan de polvo, de grasa y de mugre, en especial las cosas de la cocina. Ana y María todavía no terminan con la cocina y a mí nada más me faltaban los guardarropas y las pantallas.

Me dolían las manos; me dolían los cayos de tocar guitarra y el músculo de hacer cejilla. Por supuesto que también me dolían la espalda y los pies. Las chicas y yo nos prometimos que nos haríamos la manicura al finalizar la jornada anual de limpieza.

Sobre la barbacoa, la carne estuvo riquísima. Es lo único que cabe decir. Después de comer me fui a la cama pensando en si lograría sobrevivir todo ese tiempo hasta que llegara Rocky; el tiempo me estaba comiendo. María también se fue a dormir, y, por lo que parece, Ana se quedó con mi padre ayudándole.

Al día por fin terminamos de limpiar arduamente toda la casa; entonces nos sentamos a hacernos la manicura, como prometimos, y a hablar de Ross. ¿Por qué de Ross? Pregúntenle a Ana.

—Es un chico muy inteligente.
—Es un capricornio; es un signo muy extraño. Está loco como una cabra—le contesté.

—Esa debe ser la razón de su locura por la música. Enamorado debe ser igual.
— ¿Te interesa tener un amor de cabras?—se rio María, que hasta entonces no había dicho nada.

—Esos chistes zodiacales déjaselos a ____ (TN)—contestó Ana un poco resentida.
—Ay, por favor. No digo que Ross no sea inteligente, porque lo es…

—Y tiene musculosos brazos—me interrumpió Ana con ojos de enamorada.
—Para mí que son de mentira. ¿Tú se los has tocado?
—No, pero voy a intentarlo cuando vuelva.

—Oh, necesitarás suerte. Oí que Ross y Kimberly tienen algo—recordó María.
—Hm—murmuró Ana—_____ (TN), ¿qué es de la vida de Kimberly?

Lo pensé un momento. Su estadía en la casa de los Lynch ni siquiera la noté. ¿Cuándo se fue?

—Seguramente debe estar en casa de sus padres jugando Wii o cotilleando con sus vecinitas.


Luego de rasgar levemente el tema de los brazos de Ross se produjo un silencio. Yo estaba sentada en un sofá. Ana me hizo la manicura en la izquierda y yo le hice la pedicura a María. Luego cambiamos de posición. Los brazos de Ross nos impidieron volver a abrir la boca. Supongo que todas estuvimos pensando en esos brazos. Supongo que al tocarlos serían como toronjas. Me recordé de la vez en que casi sucede algo entre nosotros. Sus brazos son muy fuertes, pero mi amor por Rocky es aún mayor, y por eso no ocurrió nada de lo cual debiera avergonzarme frente a Rocky.

Rocky… No lo podía sacar de mi cabeza. El tiempo hacía que ya no doliera la distancia, pero aun así lo extrañaba. Estaba segura de que los brazos de Ross no eran tan fuertes como los de Rocky. Si ambos hicieran fuerza, Rocky ganaría. Eso brazos, con sus tatuajes… ¡cómo olvidar lo fuertes que eran… son! Entre ellos me abrazaba. Era el lugar en donde más segura me sentía. Extrañaba tenerlo tan cerca de mí; oír su respiración, y los latidos de su corazón… y sentir su calor.

— ¿_____ (TN)?
—Emm, sip.
— ¿Qué pasa?

—Estoy enamorada, Marí.
—Eso lo sabemos, cariño—respondió Ana malhumorada.
—Ya se te secaron las manos. Ahora pon los pies para hacerte la pedi.

—Y hazme las uñas a mí—añadí Anita.

Solo asentí y me puse a trabajar. Las vacaciones se estaban poniendo tediosas, pero todavía podíamos ir al mar. Sería un paseo de tres días y eso nos mantendría ocupados y no nos aburriríamos.


No pude dejar de pensar en Rocky. Con frecuencia imaginaba que estaba junto a mí viéndome trabajar y sonriendo; que decía unas palabras y que en pocos segundos volvería a sentir sus labios en mi boca y sus brazos en mi espalda. Pero Rocky no estaba ahí. Lo extrañaba tanto… Necesitaba llamarlo, pensé.

…………………………..



Eran como las dos de la tarde. Quizá tuviera chance de que estuviera libre y me cogiera el teléfono. Lo pensé como cinco veces. Miré fijamente su número grabado en mi teléfono con mi corazón. Lo miré y lo remiré y no pude encontrar ninguna otra respuesta que no sea “¡llámalo!” Lo tomé con fuerza y marqué su número repitiéndome todas las veces que pude que no me echaría atrás. Sonó como tres veces y luego… alguien lo cogió…

—Hola ¿Amor?—su voz dulcísima fue la única respuesta que necesitaba.
— ¡Rocky!—dejé escapar un grito ahogado y me tapé la boca. Estaba asustada.
—Amor, ¿cómo estás? Justo estaba pensando en ti.

—Bien, solo…—pensé seriamente si debía hacerme la súper chica con corazón de acero o si debía mostrarle mi corazón abierto, tal como él se sentía respecto a mí…--Ay, la verdad es que te extraño mucho y ya no soportaba tenerle lejos. Sé que solo han pasado cuatro días—

— ¡Cuatro días! ¿De verdad? Para mí han sido cuatro milenios. He recorrido gran parte de la historia de la humanidad por ti— ¡Oh, pero qué dulce! Cada día se me va dificultando más respirar si no estás aquí junto a mí. Quería llamarte desde el día de tu graduación para felicitarte, pero no sabía qué hora era allá para no despertarte.

—Oh. Espera, ¿qué hora es dónde estás?
—Es casi medianoche—contuve el aliento. Lo había despertado
—Oh, lamento haberte despertado. Debería—

—Oh, bebé. De hecho acabo de venir de un concierto. Solo hace una hora que recogimos todo y llevo todo este tiempo pensando en ti. Ha sido bueno que me llamaras.

—Tus pensamientos han llegado hasta acá. Yo no paro de pensar en ti. Te extraño a ti y a tus labios, y a tus fuertes brazos sujetándome—Sentí sonrojarme. Aunque no nos pudiéramos ver, sentí que él sonreía. Seguramente sabía que estaba sonrojada. Pero era lo que sentí por él y no lo podía evitar.

— ¿Me extrañas tanto, bebé? ¿Me demostrarías cuánto me has extrañado a mí y a mis besos, y a mis brazos cuando vuelva a ____ (TP)?—reí.

—Sí, lo haré. No puedo esperar para estar en tus brazos y besar tus labios, amor mío—Rocky rio a gusto. Seguramente estaba abrazando el aire a su alrededor deseando que yo estuviera ahí para poder abrazarme.

— ¡Oh, no digas más! Me haces desear que estés aquí esperándome en mi cama para pasar toda la noche conmigo—Contuve la respiración. Yo también deseaba estar allí, esperándolo en su cama. No me importaba mi virginidad. Solo quería complacer a mi novio. Ambos lo anhelábamos desde el fondo de nuestros corazones. El día que por fin lo hiciéramos, seríamos felices por siempre. Mi deseo más grande era poder ser suya por completo; en cuerpo y alma.

— ¿Y quién está esta noche contigo acompañándote?—me decidí a preguntarle.
—Hoy estoy con la bella Marlee—me asusté. ¿Qué me estaba diciendo este chico?—Es una JB electroacústica, pero ella no hace lo mismo que tú, bebé.

—Oh… me asustaste, cariño—Rocky rio y yo también; suspiré tranquila—. Amor, tengo que colgar. Sabes que las llamadas al extranjero cuestan caro y… tengo que colgar.

—Vale, ____ (TN) —en toda la conversación no habíamos utilizado nuestros nombres—. Cariño—… cambió su voz a un tono más sexy—. Ya estoy deseando ver cómo me recibirás. Demuéstrame que me has extrañado de verdad a mí y a mis labios—Rocky parecía realmente excitado. ¿Sería yo? ¿Había provocado todo eso por teléfono?

—Claro, mi amor. No podrás resistirte a lo que verás.
—Te amo.
—Yo también te amo… y tengo que colgar. Estas llamadas son muy caras.

—Tranquila, _____ (TN). Igual yo ya me tengo que ir a acostar ¿Tú no?
—Oh, apenas es el almuerzo. Luego buscaré oficio.
—Hasta luego—se despidió.

— ¿Te veré pronto?—se cortó la llamada. Tendría que comprar más tiempo aire para volver a oír la voz de Rocky.

Cerré la llamada y me quedé en ese mismo sitio un momento más. Pero no tuve paz porque Ana y María salieron de su escondite y comenzaron a atacarme con sus preguntas. No sabía que estaban ahí. Seguramente habían oído mi gritito ahogado de “¡Rocky!”

Les respondí a todo, aunque no tuviera ganas de hablar de ello; incluso me preguntaron que quién estaba en cama de Rocky. *¿Habían escuchado eso?*
Me esforcé porque el interrogatorio terminase lo más pronto posible, así podría volver a estar en mi habitación, recostarme e imaginarme que Rocky estaba allí, a mi lado, para evitar que sufra. Es un engaño, lo sé, pero es mejor que soportar tal sufrimiento. ¿Cómo un ser humano puede vivir así? ¿cómo se supone que mi corazón sobrevivirá cuando no esté él? Este amor que es vida y muerte; a veces me tiene feliz y otras veces me hace llorar.

Lloraba un poco en ese momento. No lo podía contener. Sin darme cuenta mi almohada se había convertido en un mar de lágrimas. Pero por lo menos así me sentía mejor

                                        *          *           *

Cayó una pequeña lluviecita en la tarde. Fue casi como un bajareque, pero duró más. Me sentía tan tranquila que quería dormirme con esa lluvia aunque no estuviese cansada.

Me imaginé cómo sería la lluvia en el mar. Sin duda el mar es mi medio favorito. Y la lluvia en el mar es u fenómeno precioso, al menos para mí. Me encanta sentir el fresco de la brisa del mar en mi cara. De pronto sentí sal en mi nariz. Había olvidado lo nauseabundo que se sentía el olor a agua de mar, pero aun así me encantaba ese lugar.

Me senté en la playa. No era de arena, era una playa rocosa. Me hice un pequeño rasguño en la pierna. También había olvidado lo peligrosas que son las playas rocosas cuando uno está descalzo. Sentí un ligero ardor, pero ya tenía experiencia en eso.

Sin dudarlo, metí la pierna en el agua salada. El ardor aumento, pero lo aguaté con una mueca de dolor. No me preocupé porque sabía que el agua salada era el mejor desinfectante para las heridas y que las cicatriza más rápido.

Me paré sobre el lecho marino y me refresqué. Ya no ardía mi cortada. Pero estaba rica el agua y quise quedarme allí. Miré al horizonte, entre la punta y una isla. Una cabellera sobre el agua llamó mi atención. Parecía alguien nadando. ¿Quién vendría nadando desde el manglar hasta las islas de la bahía? O si no, ¿desde dónde vendría nadando?

Se acercaba a mi isla. Creí que pronto se estrellaría contra el lecho marino de la isla, pero cuando ya estaba lo suficientemente cerca de mí como para mojarme con sus brazadas, se detuvo y se puso en pie, dando una gigantesca bocanada de aire y limpiándose la cara. Sí  me mojó la sudadera que llevaba puesta, con sus cabellos empapados.

Estaba bastante confundida y no sabía ni qué decir. Así que esperé a que él tomara la palabra primero.

— ¿Estás bien? Vi que te cortaste. Déjame ver tu pierna.
—No, estoy bien. Solo es un rasguño—le mostré mi pierna.
— ¿Un rasguño? Es una cortada muy extensa.

—Sí, pero es superficial.
—Debes tener más cuidado con estas rocas.
—Es que hace tiempo que no venía por aquí. ¿Y tú desde cuando eres experto en las costas de ____ (TP)?

—No soy experto en costas. Yo solo soy experto en cuidarte a ti—sonrió amablemente.

Awwww, ¡qué lindo!😍

— ¿Qué estamos haciendo aquí? Tú estabas de gira por Europa y yo estaba en casa. ¿Cómo es que llegamos al mar?
—Mi corazón anhelaba verte hoy.

—El mío también. No puedo vivir sin ti. Necesito que estés conmigo, o al menos estar contigo—Rocky sonrió y luego fue soltando un risita misteriosa.
—Rocky, ¡No te rías de lo que siento por ti!

—Mi hermosa flor de primavera—me acarició la mejilla—yo también siento eso mismo—Vine hasta aquí para respirar tu perfume—. Me acarició el cuello y luego acercó su nariz a mi pecho; me olfateó y me besó tiernamente—. Cariño, vine hasta aquí porque extrañaba tus hermoso labios—. Pasó su pulgar por mi labio superior y luego pasó a acariciar mi mejilla, y luego me besó dulcemente en una de mis mejillas.

—Rocky, mi amor. Extrañé tu voz, tus ojos, tu respiración, tus brazos… Y ahora también extrañaré tus dedos con los que me acaricias—Rocky sonrió a acercó su boca a mi oído.

— ¿No te olvidas de mis besos?—sonreí
—Eso es lo que más extraño de ti. No he podido dormir estos días pensado en cómo me besabas y me tocabas…

—No permitas que este sueño acabe amor mío.

Lo deseaba desde hace mucho. Pero Rocky fue tan delicado que hubiera preferido que se lanzara sobre mí como si no hubiera mañana. En cambio acarició mi cabello y luego mi mejilla, … entonces levantó mi barbilla y comenzó a acercarse a mí. Yo tenía los ojos cerrados, pero me estaba irritando que estaba tardándose mucho en besarme. Oí que se rio un poco quizá al ver mi cara de desesperación. Abrí los ojos solo para contemplar sus labios esbozando una sonrisa triunfante y sus dientes sobresaliendo. Brillaban por lo blanco que eran. Ya estaba cerca de mí. Cerré mis ojos y me entregué por completa a esa sensación

La mano de Rocky sujetándome con miedo a lastimarme; su otra mano, en la base de mi espalda, y sus labios besaban los mío.

Comencé a respirar entrecortadamente. Rocky me daba pequeños besitos y separaba sus labios de los míos; pero mis labios lo buscaban y los suyos no podían evitar juntarse con los míos.

Coloqué mi mano en su nuca, justo en la base del pelo. Pensé en tirar de su pelo, pero él ya estaba bastante caliente. El sol brillaba y nosotros nos estábamos poniendo rojos como camarones.

Rocky comenzó a usar su lengua conmigo. No me di cuenta ni de cuándo lo había dejado entrar. Pensaría que no sería justo que lo hubiese dejado ganar de esa forma; pero ya no podía, él me estaba ganando. Sentí que esbozó una pequeña sonrisa; pero luego, se convirtió en una carcajada un poco fingida. Me asusté un poco.

—Rocky—susurré en sus dientes.
— ¿No quieres besarme?

—Me muero si no me sigues besando. ¿Tú no quieres seguir besándome?—Rocky sonrió y se separó de mí; aunque todavía su mano me mantenía cerca de su amiguito. Me miró profundamente desde arriba a los ojos.

—Ya no quiero—sentí que mi corazón se rompía. *What?! Rocky rio, probablemente de mi cara de pez fuera del agua. Lo miré a los ojos.

—Sádico—Él soltó una carcajada y se acercó a mí. Besó mis labios de piquito y puso ambas manos en mi espalda, acercando mi pecho a él. Me abrazó y estrujó. No sé  qué era, pero me hacía sentir incómoda. Di un salto y casi me caigo de la cama. 

Tenía calor y todavía sentía las manos calientes de Rocky en mi espalda. Pensé en sus besos y en seguida todo el sueño se disipó.


--------------------------------------------------------------------------------------------------------
Hola!!!! Lamento muchísimo la terrible tardanza. Si esto fuera del colegio ya hubiera perdido la materia XD.
Estaba esperando los parciales para poder publicar algo en el blog, pero se me pasó el tiempo y no pude escribir nada. Ahora ya está acabando el trimestre y ya la mitad de la promoción está quedada. Por suerte todos mis esfuerzos en el trimestre me salvaron de quedarme; así que ahora voy a dedicarle más tiempo a este blog. 
Recuerdo que esta historia también está en Wattpad para quien me quiera seguir si no le aparece el blog (todavía tengo ese problema) y estoy actualizando el otro blog.
Ahora, continuando con la vieja tradición, acompaño esta entrada con un vídeo musical.



Esta canción la compartió la dueña del blog tuyloshermanoslynch.blogspot.com, cuyo nombre no recuerdo. Como sea. Me ha gustado mucho esta canción, nunca antes había escuchado a esa banda, pero ahora me gusta y por eso quiero compartila con ustedes XD 
Con esto me despido. Hasta dentro de dos semanas :3