domingo, 7 de junio de 2015

Capítulo 1: Capítulo 47 (conteo general): “Segundo primer beso”.


Parte 1: “Grave enfermedad”

Capítulo 1:

Capítulo 47 (conteo general): 

“Segundo primer beso”.

El resto de los días desde que logré comportarme de forma normal, como solía hacer antes de irme a Buenos Aires, fueron iguales: me levantaba a la misma hora, hacia las tareas que no pude hacer el día anterior porque estaba muy cansada por causa de la práctica de fútbol, entregaba mis tareas y me esforzaba en todas las materias, tratando de no enojar a ningún profesor ni de crearme enemigos, lidiaba con Rafael, cuchicheaba con las chicas y mantenía la confianza que el equipo de fútbol tenía en mí, yendo a las prácticas.

Pero un día muy especial, 10 de octubre de 2014—lo sé porque Tomás estuvo lanzándome papelitos durante la clase de historia, la última del día, pidiéndome que seamos algo y que tengamos algo y que no sea tan dura y fría con él. En todas las cartas que me envió en forma de bola de papel (15) había escrito el nombre de nuestra ciudad (*en este caso, TC, tu ciudad*) y la fecha, 10 de octubre de 2014—Sucedió algo que cambió mi trimestre escolar, mi vida, mi pensamiento, mi año y mi relación con mis padres y con María.

A María la llamaron por el alto parlante del aula de clases. María se retiró diciendo que se tenía que ir.Cosa rara. Siendo ella mi mejor amiga debió haberme dicho que me tenía que irse antes de la salida. PD: Faltaban 35 minutos para la salida, eran las 12:10.

A pesar de estar sorprendida, porque de nuevo las cosas suceden y se están preparando con anticipación, mas yo no me doy cuenta sino hasta que se dan las situaciones, le pregunté a María, con gestos, que qué pasaba. Ella me respondió con una frase que pude leer en sus labios; “Cosas de mis padres”.
PD: Cuando Tomás me lanzó la décima quinta carta, el profesor de historia logró interceptarla, para colmo la abrió y la leyó en voz alta para toda la clase. La vergüenza no era para mí, sino para el chico que escribió la carta, ya que esta expresaba todos sus más íntimos sentimientos hacia mí; pero sin embargo yo fui la que pasó vergüenza en ese momento. Tal parece que toda la clase ya sabía de antemano que Tomás estaba enamorado de mí y toda esa telenovela. Lo que no logré comprender es porqué me sentí avergonzada. Yo me sentí avergonzada y no sé el porqué. Seguramente es algo psicológico, seguramente sentir las risas de todos sobre mí fue lo que me hizo sentir avergonzada. En tal caso, la pregunta es por qué todos se reían de mí y no del que estaba expresando sus sentimientos íntimos en una carta.

Al final el profesor llamó a Marco Sagel y le pidió que trajera la libreta de boletas. Adivinen a quién el profesor le pondrá la boleta, a) el destinatario, b) el firmante. Adivinen… ¿Ya escogiste tu respuesta? ¿Respuesta definitiva?...bueno, verás; al principio creí que le pondría la boleta al remitente, pero cuando llegó Marco con la boletera, el profesor me preguntó por el nombre de mi acudiente.
“¡¿Qué?! ¡¿Mi acudiente?!” Le respondí al profesor. Como supongo que imaginarán, con eso me gané otra boleta; sí… eso pasó.

Saben, en mi colegio el reglamento interno dice que cuando tienes 2 boletas en un mismo año, a la tercera vez recibes una suspensión. Cuando suspendes dos veces, a la tercera vez es una expulsión del plantel. Cuando te expulsan una vez, tienes otra oportunidad para matricularte para el año siguiente. Pero si en esa nueva oportunidad recibes una suspensión, ¡estás fuera para siempre! Tal parece que ni los mismo directivos del plantel no saben respetar su reglamento, porque con esas dos boletas ya llevaría entonces 5 boletas… No sé quién es el responsable de esta falta, pero por lo menos me beneficia.

Después de que se tranquilizara la tormenta que se había vuelto la clase por causa de mis dos boletas, retornamos a la clase de historia. Saben, la historia puede ser muy aburrida, difícil y complicada, en especial si tienes un profesor como el mío. Pero de todas formas la historia no es tan aburrida. Creo que no me costó mucho prestar atención a esa clase sobre la segunda guerra mundial. Claro, cualquier clase de historia que hable de Hitler y el tercer “Reich”, es una clase interesante. Por otro lado siempre tuve el deseo de saber qué estaría tramando mi “mejor amiga”, o sus padres, o quién sea. Solo necesitaba saber algo más aparte de que Hitler pretendía exterminar a toda la raza judía porque quería cultivar una nación más pura y libre de la porquería. Pero de todas formas traté de concentrarme más en Hitler y su plan de purificación que de María y su posible acción “cupidezca”.

Cuando sonó el timbre de salida y se acabó la clase de historia, salí de mi salón de clases como si fuera de única forma de salir del infernal mundo en el que vivimos, pero después de cruzar el marco de la puerta me di cuenta de que no logré nada, lo único que hice fue salir a un espacio un poco más amplio que en el que yo estaba anteriormente.
Intenté sacarme de la cabeza a todas las personas que no estaban conmigo en ese preciso instante. Mi cabeza y mi mente debían estar reservados para aquellos que tienen el valor, el sacrificio y delicadeza de mantenerse a mi lado, a pesar de que algunos lo único que hacen es hacerme la vida de cuadritos; sobre todo lo más importante que hacen es mantenerme ocupada para que no caiga en los vicios de este mundo carnal, en cosas mundanas.

A veces las personas que nos fastidian la vida son los responsables de que nos hagamos cada vez más fuertes y podamos afrontar de manera más enérgica y eficiente los retos más difíciles y dolorosos de esta vida. A pesar de ser tan joven, sé lo que es la vida; porque me he enfrentado a ella en innumerables ocasiones y en muchas de ellas las he hecho sola. Principalmente lo que más hace fuerte a una persona es el acoso.

El acoso es, en casi todos los puntos de vista, algo malo que afecta a nuestra sociedad y nos enferma socialmente. Pero también es, para el que logra hacerle frente, soportarla, dominarla y desterrarla de su faz; una forma de fortalecerse y ganar experiencia. Por eso desde mi experiencia digo que aprecio mucho que alguien me moleste; aunque en el momento realmente quiero mandarlo al quinto infierno, decirle mil y un improperios o simplemente pienso en mi interior “Por el amor de Dios, ¿no se da cuenta de que vengo con apuro?”, o cualquier otra cosa parecida.

Pero al final—y cuando al final me refiero a <<ahora>>, cuando ya han pasado los años y me pongo a recordar esos tiempos cuando todavía iba a la escuela—me doy cuenta de que si Rafael o cualquier otro no me hubiera fastidiado, o “entretenido”, en ese justo momento, muchas cosas habían pasado; por ejemplo encontrarme con Tomás y un anillo de compromiso—muy bonito, por cierto—pidiéndome que sea su novia. A esas cosas me refiero. Si ese cuadro hubiera sucedido con los dos dentro de él, hubiese sido la causa de un suicidio y yo no hubiera podido cargar con una muerte por el resto de mi vida. Porque conozco a Tomás y un <<no>> sería devastador; a parte me conozco a mí misma y sé que en ningún universo paralelo hubiera dicho que sí.

Después de discutir y enfrentarme a Rafael; y aferrarme a mi creencia moral de la fidelidad y de la sinceridad, logré salir del colegio con todos los trapos justo en donde estaban.

Aquel día estaba lloviendo torrencialmente. Varios chicos de preparatoria—sin novia—se ofrecieron a ayudarme a llegar a mi casa, les dije que no. Tomé un autobús que me dejó justo en la entrada de mi urbanización. Caminé las siete calles que me separaban de mi hogar justo como el rayo McQueen corrió las 200 vueltas de la copa Pistón.

Llegué a mi casa, entré a mi habitación, me quité la ropa mojada, almorcé junto a mi hermano y le pregunté si podía firmar, en nombre de mi madre, la doble tanta de boletas que me entregaron ese día.

-          ¿Quieres que falsifique la firma de mamá?—preguntó él alterado.

-          No dije eso—respondí manteniendo la calma—. Lo que quiero es firmes en nombre de mamá.

-          _____ (TN), eso es falsificar una firma—respondió él tan seriamente como te enseña a realizar una ecuación incompleta de la forma ax2+bx=0—además igual alguien tendría que ir a la citación; si mamá no firma, no sabe; si no sabe, no va, y si no va, la llamarán del colegio y entonces será peor.

La forma de mi hermano de expresar la gravedad del asunto es realmente espeluznante. ¿Entonces? No entiendo, ¿me vas a firmar o no?

-          No, no te voy a firmar, nada, dáselo a mamá.
-          ¡Pero me va a mandar a la pera*!
-          Debiste pensarlo mejor antes de ponerte a mensajear con tu platónico.

-          ¡No tengo platónico, tengo novio! —le dije—. Además Tomás fue quien comenzó con la mensajeadera, mientras que yo ni siquiera le respondí una sola de sus quince cartas.

Al final de esta conversación tuve que darle las dos boletas a mi madre para que las firmara, no es necesario decir que se puso furiosísima; pero lo bueno es que por lo menos ella si me comprendió y se puso de mi lado. Al lunes siguiente fue a reclamarle al profesor por haberme puesto esa boleta (era viernes). El profesor le dijo que me puso la boleta a mí porque yo, como mujer debí haberle dado un puñetazo a Tomás en la cara por estar molestándome.

A ver, profesor, si yo le hubiera dado un puñetazo a Tomás en la cara en lugar de no hacer nada, qué hubiera pasado…

1.      Le hubiera roto la nariz a Tomás.
2.      Me hubieran expulsado del colegio por eso.
3.      Mis padres hubieran tenido que pagarle la operación a Tomás.
4.      Me hubiera aburrido hasta el punto de sacarme los pelos por causa de que Tomás no se hubiera decidido cuál nariz pedir que le hicieran.

Creo que ya me salí un poco del tema. El día en que sucedió todo esto de la doble tanda de boletas y las quince cartas de Tomás y la clase de historia, sobre la segunda guerra mundial… el día en que ocurrió eso estaba lloviendo a cántaros. Era octubre, así que eso sería lo más normal que pudiera haber pasado en un día de octubre.

Como estuvo lloviendo desde las 5 de la mañana, yo llevé mi abrigo y mi jacket. No son lo mismo, a pesar de que literalmente sí son lo mismo solo que uno es en español y el otro es en inglés; pero en el idioma de la calle, abrigo es de tela y jacket es de material impermeable.

Para colmar mi situación, yo estaba resfriada. Cualquiera de ustedes pensarán: “¿Y por qué no te quedaste en casa ese día?” Mis queridos amigos, en ____ (TP) el clima es tropical muy húmedo; lo que significa que el virus del resfriado está en el aire, de modo que es casi improbable que no te resfríes por lo menos una vez al año, esa es mi rutina. Aunque yo conozco chicos de mi escuela que viven en las montañas del norte y son gringos—para variar—. Ellos se enferman mínimo cinco veces en octubre y en los otros meses, una o dos veces.

Como yo soy originaria de _____ (TP), estoy acostumbrada a la humedad, los mosquitos y además tengo inmunidad a casi todos los virus del resfriado que existen en _____ (TP), lo cual me permite pasar más tiempo en contacto con diferentes virus del resfriado y no enfermarme. Pero hay unas ciertas veces en que casualmente me topo con un virus del cual jamás me había enfermado antes y entonces caigo enferma. Pero no es una excusa válida para faltar a la escuela, ya que un resfriado puede durar hasta meses y un alumno regular de una escuela no puede faltar por meses porque está resfriado.

El punto de esto es que yo estuve enferma, pero aun así asistí a todas mis clases. De todas maneras debía cuidarme de la lluvia porque eso podría empeorar mi situación mientras que simplemente quería mejorarme porque eso de estar enferma y tener que ir a clase es aburrido, estresante y para nada agradable. La escuela no es lo más maravilloso del mundo, pero si le agregamos un terrible resfriado, no va a mejorar.

Ya eran la una de la tarde y no dejaba de llover, algo normal en el mes de octubre. Entonces salí al encuentro de Rafael. En aquel momento preferí haberme ido por detrás de las hileras de salones, pero luego agradecí mentalmente a Rafael por evitar mi encuentro con Tomás.

Tomé el autobús que ya mencioné anteriormente y llegué hasta mi casa—caminando desde donde me dejó el autobús—. Cuando iba por la tercera calle, antes de llegar a mi casa, sentí que caía granizo. Miré hacia el cielo y en seguida tuve que bajar la mirada, porque comenzaron a caer trozos de hielo aún más grandes. Entonces corrí como el rayo McQueen directo a mi casita. Por suerte llegué sin un solo trozo de hielo sobre mí, pero eso estuvo cerca.

Como ya comenté anteriormente, mi hermano ya estaba ahí. Después de comer y tener la conversación con mi hermano sobre la falsificación de firmas, especialmente si se trata de una citación del colegio, subí a mi habitación, y… bueno, qué puedo decir.

Había olvidado subir la maleta a mi habitación, de modo que me tocó subirla después de haber comido. Estar enferma y venir de una clase de historia de 9º grado, es realmente agotador. No soporté más mi espalda; así que tiré la maleta en el suelo. Hizo un estruendo. Es extraño, la maleta pesa menos que yo, la maleta pesa 45 libras, sin duda yo peso más que eso.

Como sea, después de tirar la maleta en el suelo, la siguiente cosa en ser tirada fue mi cuerpo. Me hundí en mi lecho justo como Scrooge en hundió en su tumba cuando el fantasma de las navidades futuras le dijo que esa tumba era la suya, sin querer hacerlo pero igualmente haciéndolo.

Me enojé conmigo misma por estar en una actividad perezosa. Aquella tarde tenía muchas cosas que hacer aparte de hacer que mi madre firmara las boletas, y sin embargo me encontraba perdiendo el tiempo tirada sobre la cama. Entonces mi cuerpo—y en especial mis extremidades—le dijo a esa vocecita en mi cabeza, que siempre me obliga a levantarme a pesar que no quiero, que se callara, porque en verdad el cuerpo estaba muy cansado.

Mientras mi cuerpo se relajaba sobre el lecho, intenté ordenar todos los portafolios y carpetas dentro de mi cabeza. Siempre que llego del colegio debo hacer eso porque si no, me duermo y se me olvida todo lo que tengo que hacer. 

Mientras ordenaba los recuerdos y pensamientos recientes, dentro de la cinta que grabó mi cerebro basándose en la información recolectada por los ojos cuando entré a la habitación y me tumbé en la cama, aparecía una figura humana la cual fue captada por mi vista periférica del ojo derecho cuando entré.
Me estaba enfocando en la cama, por eso no presté atención a esa figura en el momento en que sucedió; y como la vista periférica es tan mala para captar las cosas aparte de lo que uno está enfocando, no pude saber en el momento quién era esa figura.

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OH DIOS MÍO. Pensemos un momento quién podrá ser esa persona. Analicemos las opciones:
*Juan, haciendo una broma
*Rafael, intentanto conquistar a TN
*Tomás, en la misma situación.
*Algún otro chico de la escuela.
*Un ladrón
*Riker
*Rocky
*Ratliff
*Ana
*María
*Rydel
*Etcétera.

--Creo que ya es obvio que no es un ladrón.


OK, ahora sí puedes saber quién es esa figura.


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Lo primero que pensé después de tener presente en mi conciencia que no estaba sola en la habitación fue: << ¡Dios mío! ¡Se han metido a la casa! Seguro es un ladrón. ¿Y si me mata? ¿Y ahora cómo le hago para escaparme? >> Mientras me mantuve en debate sobre qué hacer y qué no hacer para mantener con vida, la figura se acercó a la cama. Yo seguí tumbada y bocabajo. Tenía miedo, el corazón me latía a mil por minuto. Mi respiración, sin embargo, estaba más calmada. He aprendido a no mostrarles a los demás cuán asustada estoy, mediante la respiración acelerada; pero a mi corazón no lo puedo controlar.

Seguí ahí, esperando alguna chance de escapar, o si no, esperando el golpe final… Nada sucedió. Continué esperando... Nada sucedía. De repente vi que la figura se movía más. Lentamente se sentó en el borde de mi cama, bastante cercano de mí.

La espera y la agonía se prolongaron. Tenía la cabeza hundida en el lecho, pero por causa de una incomodísima posición en la que me había colocado, podía verle por el rabillo del ojo. Pude ver que levantaba una mano. En ese momento dejé de pensar, no medí las consecuencias de mis actos, si estaba armado o no; si podía matarme o si sería más fuerte y más inteligente que yo, ¿y si hubiera fallado mi reflejo?

La acción fue sin pensar, fue reflejo. Cuando la mano de la figura humana que invadía mi habitación estuvo lo suficientemente cerca de la mía, moví ésta y traté de tomar la suya. Lo logré. Entonces levanté la cabeza y el pecho del lecho. El cabello me cubría el rostro, de modo que pude ver su rostro; aunque sí podía apreciar mejor a la figura, otras partes de su cuerpo, sus movimientos, y además pude notar que no llevaba la cabeza cubierta; aunque no la identifiqué.
A través de mis cabellos pude observar que la figura humana invasora levantaba la otra mano. En un movimiento rápido levanté el otro brazo mío y traté de eliminar su otro brazo; no lo tomé, lo torcí. Lo supe por dos señales: 1-oí el hueso traquear. 2-Oí que el ser humano frente a mí lanzó un corto gemido de dolor en el momento en que le torcí el brazo, luego siguió normal.

Sin embargo yo no le dejé avanzar. Después de haber torcido su brazo derecho, intenté lo mismo con el brazo izquierdo. Fallé. Pero en realidad era un movimiento de sacrificio…sacrificio por un bien mayor. Al momento en que moví mi brazo para torcer el suyo, liberé mis piernas, las cuales estaban debajo de mi cuerpo, entonces empujé al individuo fuera de mi cama con mis piernas. Él luchó por volver a subirse a la cama. Lo logró. Entonces aproveché la oportunidad, tomé su brazo no torcido y lo torcí sobre su espalda; justo como dice Jessie: mantener su pulgar entre los omoplatos. El ser humano al cual estaba torturando gimió de dolor. Luego, alcanzó a decir unas palabras:

-          ______ (TN), soy yo; tu novio.

En ese momento logré poner bien el chip llamado <<Rocky Lynch, mi novio. >> No reconocí la voz de Rocky dentro de los gemidos de dolor que lanzó anteriormente porque en ese momento estaba muy concentrada en lograr la misión de mi chip anterior: ir al colegio, sacar buenas notas y olvidarme del que no está conmigo.

Después de haber cambiado el chip, solté el brazo de Rocky y me disculpé por hacerle hecho daño.

-          Descuida, ya estoy acostumbrado a que me tuerzan el brazo—respondió.

No creí una solo palabra de esa frase. Y para respaldar mi sospecha, logré comprobar con mis propios ojos que Rocky se estaba masajeando los brazos. De nuevo actué por instinto. Tomé uno de sus brazos torcidos y lo enderecé con un solo movimiento. Rocky gimió por un segundo. Después de recibir mi mirada amistosa de “¿te dolió mucho?”—A la décima de segundo después—, dejó de quejarse. Entonces procedí con el otro brazo, con extrema precaución. Se repitieron las mismas acciones.

-          ¿En dónde aprendiste esos movimientos de defensa personal?—me interrogó.
-          Estudié Karate por tres años.
-          Esos movimientos no fueron de Karate.

-          No, pero cuando practicas eso y llegas a un cierto nivel, ya tienes la noción de poder crear un movimiento o una rutina de movimientos para defensa personal—dije—Recuerda que estuve soltera toda mi vida, y con una belleza así –me señalé el rostro—debo saber defenderme yo sola.

-          Ya no estarás sola—dijo acercándose a mí de manera muy atrevida. Eso me excita tanto...

Estuvimos a punto de besarnos pero mi madre interrumpió. No es necesario que diga lo que dijo mi madre. Eso digo en esta redacción y eso también le dije a Rocky cuando me preguntó qué dijo mi madre.

Hasta ese momento se me había olvidado, seguía enferma. Llevaba puesto, en ese momento, mi abrigo de piel de oso y una bufanda que seguramente ya se me había caído, porque no estaba amarrada. Después de que nuestro primer momento romántico fuera arruinado y que mi madre diera su opinión sobre mi nuevo novio, me dieron ganas de estornudar. Oh, y no estornudé encima de Rocky; no soy tan torpe… pero igualmente no pude evitar estornudar. Eso me recordó que Rocky aún no tiene la capacidad de curarme con tan solo su mirada.

Por supuesto Rocky trató de hacer algo para hacerme sentir mejor. Nada de lo que hiciera hubiera podio ayudar. Le dije que estaba bien y que eran solo alergias. Aproveché el momento de silencio para preguntarle qué hacía en _____ (TP). Él respondió:

-          Bueno… tengo contactos aquí en _______ (TP), y logré contactar con una productora de telenovelas y… —me miró y yo le devolví la mirada—en resumen, ahora soy actor de telenovelas… Rydel y yo. Seremos los antagonistas…

Estuve apunto de preguntarle si el antagonista habla español o qué idioma; pero Rocky se me adelantó y me dijo:

-          Los antagonistas son dos hermanos, como Rydel y yo, y son gringos. De modo que muchas de sus líneas son en inglés, y cuando hablan español—hizo una cortísima pausa—lo hacen con este acento con el que te hablo.

Me reí del acento con el que Rocky habló en español. De verdad será un muy buen antagonista. Entonces hice una de las preguntas del millón:

-          ¿Conseguiste ese trabajo acá más cerca porque querías estar cerca de mí o simplemente porque te llegó la oportunidad?
-          No quiero estar cerca de ti—se me borró la sonrisa; mas él agregó—quiero estar contigo—volví a sonreír.

En esta ocasión sí conseguimos nuestro momento romántico. Ross dice que dentro de los cinco, los que más coquetean son él y Rocky; le creo. Después de que Rocky me deleitara con su sentido poético, logró besarme como supongo estuvo deseando hacerlo durante un mes y medio. Sus besos, a partir de ese día, estuvieron cada vez más llenos de ternura más que de pasión.

La pasión no tiene nada de malo, igual que la ternura, pero… me extrañó mucho tratándose de ‘Rocky Lynch’; pero igual no me preocupó seriamente eso. Además, si sus besos están más llenos de ternura que de pasión, significa que me quiero mucho más de lo que me desea, ¿Eso es malo? En todo caso, cuando un chico siente más deseo hacia una chica que afecto, es porque le importa más el físico que los sentimientos que siente por la persona. Viéndolo de ese modo, es bueno lo que siente Rocky.

Después de besar a Rocky, me entró otro acceso de tos, todo volvió a suceder de la misma manera, excepto por la parte del beso.

En ese justo momento le pedí a Rocky que me contara la historia extendida de cómo llegó él y sus hermanos a mi país. Aunque parezca que no le hubiera estado prestado atención, sí lo hice. Lo que pasa es que cuando estoy escuchando música o cualquier cosa en general, se me hacer mucho más sencillo resolver las ecuaciones de álgebra sin estresarme porque los resultados no me cuadren; así que me puse a resolver algunos problemas de matemática mientras Rocky me hablaba.


-          _____ (TN), ¿me estás escuchando?

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WOAH! Esta es un muy buena forma de iniciar una nueva temporada. Se los aseguro: Esta nueva temporada está buenísima. Y a pesar de que mañana regreso a clases, todavía sigo escribiendo lo que será la segunda parte de esta temporada. Ya no sé ni qué más decir sobre esto porque supongo que ya muchas de ustedes deben de estar esperando que diga alguna fecha para solo esperar a que sea esa fecha. Pero yo tengo algo que decir a todo el que esté esperando una fecha y es lo siguiente: comienza un segundo trimestres y por lógica éste siempre va a ser peor que el primero. Y basándome en mi experiencia de este primer trimestre, no me espera nada bueno este segundo trimestre.
Sé que suena agobiante que yo me excuse con el colegio. Pero es que eso es lo único que me limita a escribir continuamente. 
Con lo mucho que me esforcé este trimestre, es probable que yo sea la primera en el cuadro de honor y eso es algo grande. Por eso quiero seguir esforzándome al máximo en el colegio. Porque sobre todo no quiero perder los beneficios del cuadro de honor. Y si se tiene que perjudicar el blog, lo lamento, pero mis estudios son primero. hagan ustedes lo mismo. Nada, ni siquiera Rocky Lynch, o Riker o Ross, es más importante que nuestros estudios. Pero eso sí, si tienes la oportunidad de ir a un concierto de R5, ve; pero sin faltar al colegio.

Ahora, para finalizar esta entrada, quisiera compartir este vídeo de un canal de un chico español llamado Sebastián García Mouret. Por favor, si no sabes cómo se pronuncia su apellido, no lo pronuncies. Eso le enoja mucho a Sebas.
Yo digo que Sebas es único, no hay nadie más en este planeta que tenga el mismo gentilicio que tiene el. Yo lo defino como Gallego-Asturiano, Español-Francés, Europeo-madrileño. 
Nadie como él. 
Qué tal si vemos este primer vídeo que su viaje por el Valle Del Loira.

Así como se despide Sebas, me despido yo.
Gracias a todas mis lectoras. 
Y... mañana comienzan las clases..............................
Tengo que prepararme.
les envío un enorme beso a todo aquel que esté leyendo este blog 3:

sábado, 6 de junio de 2015

Capítulo 46 (conteo general): “regreso a ____ (TP) y chicos”. Parte II.

Prólogo:

Temporada 3

Capítulo 46 (conteo general): 

“regreso a ____ (TP) y chicos”. 

Parte II.

Necesité cerca de un mes para poder hacer de las fanáticas de Rafael sus amigas para que tengan ese sentimiento de querer ayudarlo.

Es irónico, porque yo nunca fui su amiga y sin embargo yo sí quería ayudarlo, mucho más que las que se hacían llamar “sus amigas”.

Luego de mi fortísima odisea, comenzó la verdadera odisea. El primer paso era convencer a las chicas de que Rafael necesitaba ayuda para poder progresar en su vida personal, luego necesitamos convencer a Rafael de que debe dejarse ayudar porque sino no podría progresar. Una verdadera odisea.

Lo logramos convencer (a la fuerza) de que necesitaba ayuda. Lo forzamos a contarnos cuál era su problema, luego a contarnos los detalles y entonces a tomar terapia… con un profesional, o sea yo. Las chicas piensan que soy una profesional en todo sobre lo que sé; aunque sea una mínima cosa.

Entonces yo le ayudé a Rafael a superar su problema. Aunque la verdad es que él estaba llevando una vida bastante normal para ser un chico de su edad y su rango. Sin embargo no hay que descartar que muchos profesores dicen que su maldad (porque era una chiquillo malvado) era una maldad tan sofisticada que parece que a él le enseñaron a ser malo desde la infancia. Parecía trastornado por un suceso demasiado caótico. Por eso necesitaba nuestra ayuda. No solo para beneficio de él mismo, sino también para beneficio de toda la comunidad educativa. Se ha rumorado que el chico ha intentado violar a chicas de la misma escuela. Según muchas psicólogas que conozco (tal vez sí sé bastante de psicología), los niños—o personas en general—que violan a otras es porque en la infancia le sucedió lo mismo; es como una forma de vengangrse contra el resto de la comunidad por permitir que cosas así le sucedan a los niños.

Durante la sesiones de tratamiento que tuve con Rafael se forjó una grandísima amistad. Pero me parece que Rafael no encuentra la diferencia entre amabilidad y coqueteo; muchos expertos (as) dicen que ése es el gran problema de los hombres. Pero Rafael tiene otro aún mayor; y es que jamás se dio cuenta que yo le estaba ayudando con un problema psicológico que él tenía, no era que yo estaba sobre su pasado para saber sobre el porque querría salir con él. ¡Solo un trastornado pensaría eso! En todo caso creo que sería mejor que Rafael tuviera un psicólogo varón; aunque es bien sabido que las mujeres somos más abiertas en este tipo de temas y en casi todos en general, en comparación con los hombres. Creo que debí medir las consecuencias de todo lo que estaba haciendo.

La verdad es que disfruté mucho pasando las tardes con él y haciendo juntos la tarea. Pero jamás se me cruzó por la mente que él quisiera salir conmigo o que él estuviera recibiendo un mensaje totalmente erróneo, que yo no pretendía enviarle. De todas formas logré controlarlo un tiempo.

Después de que terminaran las sesiones de tratamiento, Rafael y yo éramos casi mejores amigos y él ya no era el mismo—empezando porque ya no tenía su preciada popularidad—, pero a él no le importaba; me tenía a mí.

Un precioso día lluvioso de septiembre de 2013 gritó a los cuatro vientos que nosotros estamos saliendo. Por milagro de los cielos mis padres no se enteraron de esa desventura y yo pude solucionarlo todo antes de que llegara el chisme a todos los confines de la tierra y a quién le interesara. Le dije a Rafael un poco de insultos y demás. No pude creer que mi supuesto mejor amigo tuviera esos pensamientos. Además, en todo caso si fuéramos novios, él habría tenido que pedírmelo directamente y yo le respondería como fuera mi deseo; entonces sería decisión y deseo de ambos, entonces yo estaría totalmente de acuerdo en gritarlo a los cuatro vientos si así nos placiera... Me sentí traicionada, pero de todas formas debí verlo venir porque es él, unas simples sesiones de terapia no hará nada para cambiar lo que hay dentro de sí.

Por eso es que nuestra amistad se rompió. Rafael sigue creyendo que yo estoy enamorada de él, que me muero por él y que somos novios. Me da igual lo que piense él. Pero de todas formas me fastidia que pretenda hacer “público” nuestra “relación” cada vez que se acuerde. Ya estoy aburrida de sus declaraciones ante la corte real de la secundaria.

Después de recibir extrañas felicitaciones de cientos de chicas—y miradas celosas de muchas otras chicas que no se han dado cuenta que la razón por la que no tienen ni novio ni admiradores es porque el peinado de bruja no está de moda en el siglo XXI—, durante el recreo, asistí a mis clases del segundo periodo. En el segundo periodo me fue algo más sencillos controlar la situación, también me fue más sencillo concentrarme en las clases y enfocarme en la explicación de la profe de matemáticas sobre porqué mis problemas del ejercicio 273 sobre ecuaciones con radicales que se reducen a 2º grado. Soluciones extrañas; estaban erradas.

En la salida del colegio me persiguió todo un equipo de chismosas que querían saber sobre mi relación con Rafael y sobre quién era ese supuesto novio al que había mencionado en diversas oportunidades ese día. Es una pregunta muy compleja y muy bien elaborada. Lo único que dije fue: “No estoy saliendo con Rafa”. Y me marché a mi casa.

Son 15 minutos de camino desde el colegio hasta mi casa o viceversa. Lo curioso es que si me fuera en auto las chicas me irían persiguiendo hasta que se le cansen las piernas y ya hayan perdido al auto de vista; pero como me voy caminando a mi casa entonces ellas estarían en todas sus disposiciones de caminar igual que yo y perseguirme hasta mi casa.

Se mantuvieron conmigo y las tuve que ignorar cuando esperaba en la orilla de la carretera al momento oportuno para cruzar la vía rápida. Se llamaba vía rápida porque los autos pasaban sin piedad del podre peatón. ¡Qué bueno que yo no soy relativamente pobre!

Cuando yo crucé también cruzaron las chicas, de modo que todas estuvimos del otro lado de la vía en la misma oportunidad. Creí que no me las quitaría de encima hasta que sus padres las fueran a recoger a mi casa a las mil y quinientas (o sea a las tres de la tarde). Para mi suerte, a unos pocos metros del cruce con la vía rápida, una de las chicas dijo: “este sol abrasador el demasiado para mi delicadísima piel y para mi recién aclarado cabello. Tenéis suerte por ahora, ______ (TN), pero pronto volveréis a saber de mí”; se marchó y todas las demás se fueron con ella. Algunas chicas gustan de hablar como españolas medievales, pero el acento no les sale muy bien.

Creo que estoy más acostumbrada al sol; aunque para ser sincera mi secreto es abundante protector solar antes de salir de la escuela y dirigirme a mi casa. Para mi cabello la solución es casi parecida, pero está dividida en dos partes: 1-jamás aclararme el tono del cabello y tampoco teñírmelo de ningún color. 2-Seguir usando la misma crema de peinar que contiene una sustancia cuyo nombre no recuerdo pero actúa como un protector solar para cabello.

A final de cuentas llegué a casa a la una de la tarde, almorcé como es debido y… entonces vino el momento decisivo, en momento en que probablemente me den un cuerazo. Les adelanto, sí me lo dieron.

Como comenté anteriormente, la ira de mi madre después de saber que al segundo día de clases no eran una, sino dos boletas fue mucho mayor que la del día anterior; de hecho hay una separación mucho más grande que 24 horas, creo que la diferencia es de unas 72 millas árabes.

Después del regaño de mi madre hice mis tareas lo más rápido que pude. Terminé justo a tiempo para ver Austin & Ally en Disney Channel y cualquier otro programa que estuvieran dando.

Después de ver algo de televisión fui y revisé de nuevo que no se me quedara ni un solo libro, cuaderno, libreta o útil escolar en general. Preparé mi mochila y la dejé lista para ir al colegio al día siguiente (miércoles). Fui a cenar y luego de reposar me fui a la cama. Claro, antes tuve que hacer todo el poco de actividades propias de la hora antes de dormir: dar de comer a las mascotas, encerrar a las gallinas, asearme (lo cual incluye tomar una extenuante ducha, lavarme los dientes, lavar mi cara con bajón especial anti imperfecciones y sin azufre, por último cepillarme el cabello y hacerme una trenza para permitir que el cabello pueda crecer durante la noche gracias al poder de la luna llena—eso lo dicen los campesinos, y yo lo he comprobado—), y rezar para entonces ir a la cama. Me acosté como a las nueve y media.

Al día siguiente me desperté a la misma hora que acostumbraba, a las 4:55 a.m. Me levanté, me duché, vestí y fui a preparar mi desayuno. Desayuné y salí de mi casa a las 5: 55 a.m. Cuando iba saliendo por la puerta de la calle, se me cruzó por la cabeza que era extraño que yo era la única ya despierta. Entonces fui a despertar a mi hermano, pero no fue necesario; por suerte él ya estaba despierto, duchado y vistiéndose. Entonces salí de casa a las 6 a.m. muy tranquila.

Llegué prácticamente a la misma hora que el día anterior. Crucé los pasillos y subí la escaleras lo más rápido que pude, quería evitarme todos los problemas que me pudieran haber salido a la vista; por problemas me refiero a Rafael Antonio Berrocal Bartolí, sí; a ése problema me refiero.

Llegué a mi salón de clases intacta—por suerte—. Pregunté muy discretamente por Rafael y al parecer no había llegado todavía. Respiré aliviada—también discretamente—.

Recordé que para ése día teníamos una pequeña prueba de música sobre unos compositores que hemos estado estudiando desde cuarto grado de primaria y todavía no los diferencio. Siempre confundo sus apellidos, sus fechas de nacimiento y de fallecimiento, sus lugares de nacimiento y de fallecimiento. Por alguna razón sí logro diferenciar sus obras más importantes. Pero lo que nunca he podido lograr es memorizar toda esa información hasta el siguiente año. Total lo vuelvo a repasar y siempre saco 10 en la prueba.

Lo cierto es que saqué 10 en la prueba de música y en todas las pruebas sorpresas que nos pusieron. Fue un día bastante cargado, pero lo conseguí.

El recreo también estuvo bastante cargado. Lo pasé con Ana y sus amigas y “amigos”, entre comillas. Las amigas y los amigos de Ana son muy buena gente y me caen bien. El problema es que son muy ruidosos y vulgares y eso no es muy buena compañía cuando estudias en un colegio en donde hay cámaras de seguridad en los baños para asegurarse de que no entren dos estudiantes de diferente sexo a un mismo baño a la vez y suceda lo que ya sucedió una vez y fue una vergüenza para más de una familia musulmana. En concreto las cámaras de seguridad están en todas partes, pero no son invisibles y a pesar de que no hayan dicho la ubicación de las cámaras porque se supone que no debemos saberlo, nosotros ya las vimos, son nueve en total y la mayoría están en secundaria porque los chicos (y la chicas) de secundaria son más traviesos que los de primaria. Es difícil creerlo.

El gran error que hubo con las cámaras es que éstas solo captan imágenes y no las conversaciones porque se supone que lo que nosotros comentamos debe ser secreto, además es un derecho humano tener privacidad. Al principio todos creíamos que las cámaras eran para evitar que entraran y anduvieran por los pasillos personas no deseadas, lo cual una vez ocurrió y fue un gran cataclismo para algunos (¡le robaron una centavo!); o para evitar que se dieran cosas como lo del chico y la chica encontrados en el baño de chicos. Nosotros no somos tontos, sabemos que si ya los atraparon una vez sin cámaras, sería una total idiotez volver a intentarlo ahora que hay cámaras. Y sobre el señor que vino a pedir limosna sin permiso de la dirección, objetando que tenía una hija muriendo de cáncer y que necesitaba 15 dólares para la operación (no puedo creer que lo creímos aquella vez), es obvio que no va a volver a suceder. Reforzaron los portones, las cercas y las entradas.

De modo de que la única función de las cámaras es investigar cuándo están los alumnos fuera de los salones, en qué momento utilizan los celulares y demás cosas prohibidas. Yo pienso que la directora y todo su comité están ciegos. ¿Cómo es posible que con un escuadrón de 160 profesores y nueve cámaras de seguridad no puedan controlar a 1000 alumnos de primaria (y preescolar), 950 de pre media y 700 de preparatoria? Díganme si es algo lógico.

En fin, no son una buena compañía, pero hasta una persona como yo sabe que hay días en que las reglas deben romperse. La vida no puede funcionar sin las reglas, de igual manera no puede funcionar sin diversión y sin reglas quiere decir: “¡viva la fiesta!”

Bueno, yo soy la que dice que de vez en cuando hay que romper reglas y ataduras, sin embargo mi compañía es del pensamiento de que podemos hacer lo que queramos cuando queramos y como queramos. El pensamiento no es el mismo, pero el objetivo sí lo compartimos, que es lo importante.

La pasé muy bien jugando con los teléfonos, comiendo como periquito y chismeando de lo más pegado. Eso es vida. Después del recreo fui a mis clases del segundo periodo. Eran cuatro—si no me equivoco—. Fui a ellas y la pasé normal, en término medio.

A la salida se me ocurrió pasar por enfrente del gimnasio escolar y leí en la puerta de éste el horario de juegos para el jueves próximo. Fue a partir de ese momento que en me di cuenta de que debía hacerle caso a Ana; nadie me puede dominar, debo continuar con mi vida.

En parte de mi vida, siempre fui parte de los equipos de fútbol y voleibol. Apenas había regresado de Buenos Aires y me sentía como una turista en mi propia escuela; así que no perdí más tiempo y comencé a rehacer mi vida de regreso.

Me quedaba muy poco tiempo para practicar con el resto del equipo, pero igual ya habíamos practicado bastado como para necesitar urgentemente una práctica exhaustiva. De todas formas era necesario ponerme de acuerdo con el resto del equipo.

Le escribí por WhatsApp a la capitana del equipo para ponernos de acuerdo. Creo que el puñetazo que me envió me lo merecía. Aquella semana estuve demasiado despistada.

Ése mismo día me puse a entrenar en el pequeño parque de juegos que hay en mi urbanización. Casi se me olvida, pero me acordé a tiempo. Tenía una muy importante tarea de geografía y la misma tanda de tareas de matemática: 3-5 ejercicios de álgebra. Y lo peor de trabajar como cinco temas en un solo día es que cuando acuerdas, en el ejercicio vienen como 20 temas en un solo ejercicio. Eso es el infierno matemático.

Sobre el partido al día siguiente, lo ganamos… por suerte. ¡Casi perdemos por un error fatal mío! Como dije, aquella semana estuve demasiado despistada. Tan despistada que no me di cuenta cuando me cortaron el pelo. Bueno, sí me di cuenta, pero reaccioné demasiado lento. Les contaré la historia.

Después de la semana de la turista, el sábado, mi mamá me envió con María y Ana a ir al centro comercial—claro que nos dio dinero y todo eso—. Cuando llegamos al centro comercial todo fue súper norma, después de todo no hay nada de otro planeta en ir de compras.

Luego, pasamos cerca de una sala de belleza y a las chicas se les ocurrió ir a hacernos algo en el cabello. Tampoco hay nada alienígena en hacerse algo en el pelo; pero ahí es donde está mi despiste. No me decidí qué hacerme en la melena, pero igualmente estaba sentada en la silla de la estilista. Mientras yo estaba viendo qué modelos tenía la señora y lo que me podría hacer, ella me hizo una trenza con todo mi cabello—y yo no me di cuenta—, luego la midió con una regla y cortó 12 pulgadas de mi melena. Claro, las doce pulgadas. ¿Cómo pude haber sido tan despistada?

Les explicaré lo de las doce pulgadas. En América Central y en casi toda Latino América existe una fundación llamada FANLYC (Fundación Amigos del Niño con Leucemia Y Cáncer). Como supongo que debe ser conocimiento de cualquier persona no-ignorante, cuando a las personas con cáncer o con leucemia le realizan la quimioterapia, ésta normalmente les deja sin cabello. De modo que quedar sin cabello a tan corta edad es algo causante de bulín por parte de los otros niños normales y sanos que sí tienen su melena con movimiento. Así que esta fundación que se encarga de apoyar a estos niños les fabrica pelucas con cabellos donados de personas muy sanas, como yo. Tan solo debes ir una peluquería que colabore con FANLYC, entonces te miden la trenza de doce pulgadas, la cortan y tus cabellos serán donado para algún niño con el cráneo blanco (o moreno).

Lo que no me gustó es que me lo cortaron en luna llena, y cuando eso sucede se me recen los pelos y quedo como una bruja, la única de quedar con el cabello bonito y que crezca es cortarlo en luna creciente. Pero bueno, ya no se puede hacer nada. El caso es que mis amigas me planearon una emboscada para cortarme la melena, para complacer a mi madre. Eso fue lo peor.

Lo cierto es que mi cabello estaba tan largo que después de haberle restado doce pulgadas no me quedó tan corto. Para mí, un cabello “tan corto” es cuando me llega al cuello; pienso que un corte así de cabello no va bien con la figura que tengo yo. En esta ocasión me terminó llegando hasta los omoplatos, no está mal.

Necesité tan solo una semana para re-adaptarme a mi colegio y a mis compañeros. Después de esa semana ya todo fue perfecto—por perfecto me refiero a lo normal en la vida de una graduando de noveno grado—.
El año 2014 fue un año muy importante para mí, ya que en ese año me graduaría de noveno grado e ingresaría a la preparatoria. Pero lo más importante en el preciso momento sobre el que les estoy narrando es que en ese momento yo estaría en el tercer trimestre lo cual significaba que saldríamos de la escuela el 14 de noviembre y no en diciembre y eso era motivo de gran alegría porque nos quedarían cerca de dos meses de clases.

De modo de que me esforcé mucho durante todo el mes de septiembre principalmente, ya que era el mes más ajetreado. Me esforcé por no defraudar a la profesora de matemáticas con el cumplimiento de mis tareas y haciéndoles creer a las profesoras de geometría, informática y contabilidad que me interesa su materia. Además me esforcé por no volver a hablar en francés en la clase de inglés, pero igualmente se me escaparon algunas palabritas. Hablando de francés en la clase de inglés, también me pasó algo similar en la clase de alemán: hablé polaco en lugar de alemán. No sé la verdad de dónde provienen esos idiomas porque en mi vida había estudiado esos idiomas.

Con mi muy activa y productiva participación en los equipos de fútbol y voleibol me gané varios puntos para la clase de educación física, lo cual me ayudó mucho porque yo no tengo tanta resistencia como la que el profe nos pedía. Para las otras clases (arte, música, geografía, historia y cívica), me preocupé más por no enfadar a sus respectivos profesores ya que eso traería resultados catastróficos que podrían resultar en NO graduarme.

Con todo y mi arduo trabajo para mantenerme al margen en lo académico, no pude evitar pensar por lo menos un minuto en Rocky, supuestamente, mi novio; al cual no sé cuándo volveré a ver. Creo que así la doña de matemática diga que hay examen de todo el libro de álgebra, le voy a dedicar tiempo de mi pensamiento a Rocky.

Como hay tiempo para pensar en Rocky, también hay tiempo para Rafael, y no hablo de pensar en él. Rafael siempre busca una forma de estar en mis pensamientos, pero de todas formas nunca va a estar en mi corazón, eso ya lo sé. Además puede que esté en mis pensamientos pero no de la forma en la que él quedara complacido. Me hice una promesa que va ligada a la promesa de jamás dejarme dominar por un chico; esta promesa dice que jamás complaceré a un chico a menos que eso me complazca a mí también.

Las promesas se rompen, ¿sabes? Sin importar qué tan fuerte sea tu voluntad, si no es una promesa con límite (o sea, que realizaste una acción y ahí terminó todo. No como mis promesas que son para toda la vida), se va a tener que romper en algún momento de tu vida. Porque la forma en que la viste el futuro, en el pasado no es la misma forma como llega el futuro a convertirse en presente.

Hablando de chicos, hay otro chico que se involucra demasiado en mi vida. Si tan solo hubiera sido unos meses antes cuando comenzase a involucrarse en mi vida yo estaría feliz de la vida siendo su novia, pero él tardó demasiado en acercarse a mí; tanto que otro, ¡extranjero!, se adelantó y me ganó (ganó parte de mi confianza, cosa que Tomás no tiene).

Ya lo dije en el párrafo anterior, se trata de Tomás, el rubio, alto y bastante parecido a Riker. Tomás se acercó a mí un día de mediados de septiembre. El clima estaba bastante regular: no muy caliente y no muy húmedo. Tomás se acercó a mí mientras yo estaba sola porque las compañeras con las que estaba conversando se fueron a botar la basura, entonces él aprovechó para intentar ligarme. Más bien, vino a darme un ultimátum.


-          Tengo novio—respondí indiferente a su seriedad en el tono de su voz.
-          Sabes, ______ (TN), creí que unos días de soledad te enseñarían a no decir mentiras…
-          Oh, no—le interrumpí al tiempo que levantaba la mirada—no es una mentira. Hay muchas personas dentro de este plantel educativo que pueden confirmarlo.
-          ¿Ah, sí? ¿Como las dos putas que tienes por…?--se interrumpió—no; sabes qué, no voy a discutir contigo. Mira te doy hasta el timbre de las 12:25 para que me digas que sí. Si no vienes, será un no.
-          No esperes parado—le avisé.


Después de aquella vez nunca nos volvimos a ver de la misma forma. Es verdad que nunca pasamos a una buena amistad propiamente dicha, pero igualmente me duele que estemos los dos resentidos. No es que me siga gustando. El problema es que si voy a convivir en ese lugar y con esa gente debo procurar evitar todos los conflictos personales porque eso entorpece la convivencia; además estar peleada con algún compañero—sea quien sea—me estresa, y cuando me estreso no puedo hacer bien mi tarea de matemática—o de lo que sea—y cuando no puedo hacer bien la tarea, me estreso más. Y cuando me estreso más quiere decir que no voy a poder entender ni pinga lo que dice la profe. Y en el peor de los casos eso resulta en reprobar la materia y reprobar la materia resulta en tristeza lo cual me puede provocar repruebo en suficientes materias como para perder el año y eso no puede ser. Por eso las buenas relaciones con los compañeros son tan importantes.

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Presten atención al último párrafo, eso es una lección de vida.

No puedo creer de lo que fui capaz de hacer con ambas partes del prólogo. cuando lo escribí, quise que fuera una sola parte, pero cuando lo terminé me pareció que era demasiado material y entonces lo dividí en dos partes. Pero cuando lo escribí al principio era un solo capítulo. Todavía recuerdo las largas horas que pasé frente al computador pensando qué escribir para el prólogo. Fueron 20 días en esa odisea. Recuerdo que cada día escribía un poco, pero justo cuando me llegaba la lluvia de inspiración, era cuando se me agotaba el tiempo :(
Fue a finales de febrero que escribí este prólogo.

Creo que el personaje de Rafael será, junto con Ana y María, uno de los personajes más relevantes de toda la tercera temporada. 
Hay datos muy relevantes escondidos en todo esto capítulo. Yo trataré de mencionar algunos a ver si concordamos todos:

  • En la escuela de TN la evalúan con tabla de 10. En mi país nos evalúan con tabla de 5, pero yo preferí decir que a TN la evalúan con 10 para que no haya problemas de conversión. Además todos sabemos que 10 es buena nota... y así sucesivamente.
  • TN está en los equipos de Fútbol y Voleibol, es una deportista como Madie, en la encuesta que hice la mayoría votó que Madie antes que Liv.
  • TN da mucha importancia al álgebra y a su salud mental.
  • Además TN también se preocupa por estudiar y sacar buenas notas. 
  • TN trata deseperadamente de olvidarse de Rocky de de cualquier otra chico que la desvíe  de su objetivo.
Eso es todo por ahora. Sé que dije que publicaría la entrada ayer, pero no se pudo. Este lunes vuelvo a clases para un martirizante y más fuerte segundo trimestre. Les deseo suerte a todas en el colegio; aunque sé que se necesita más que suerte para sobrevivir ahí.
Mañana vendrá el primer Gran Capítulo de esta Tercera Temporada. ¡No puedo creer que esto por fin esté sucediendo!
Me despido con este vídeo de Youtube de un bloguero y escritor español que me cae muy bien: Javier Ruescas.
Gracias a las Mexicanas.
Gracias a las españolas.
Gracias a la argentinas.
Y gracias a todas mis lectoras
oh, y gracias a Sarah, a mi Amiga Anónima de España y a Natu Benicelli.
Las quiero mucho 3: