sábado, 22 de agosto de 2015

Capítulo 5: Capítulo 51 (conteo general):“El cadáver”

Capítulo 5: 

-- Además me protegía las fosas nasales, ya que ellas estaban muy delicadas, un poquito de calor excesivo y se terminan de cerrar y me muero, por eso me tenían en una habitación ventilada; el niqab daba calor, pero producía sudor, lo cual me refrescaba la cara. Pero, sobre todo, lo que más me preocupó, fueron mis glándulas: el calor me afectaba en ella y además, necesitaba llevarlas cubiertas para protegerlas.

En el momento justo en el que me quedé sin protección para mi cuello—*como si Rocky fuera un vampiro*—, recordé que llevaba una bufanda desatada, tan solo puesta sobre mis hombros; rápidamente y disimuladamente, la até a mi cuello y la aseguré a él.

Rocky seguía viniendo detrás de mí, gritaba mi nombre e intentaba ser más rápido que yo, me perseguía. Yo no atendí a ninguno de sus llamados, ni los contesté, lo ignoré por completo. Cuando sentí que estaba a punto de agarrarme, comencé a correr; aunque no parezca verdad, yo le ganaba a él corriendo, caminando. Pero cuando comencé a correr fue una historia distinta. ¿Recuerdas que dije que iba por la sexta calle?, pues en este lapso de tiempo en el que Rocky me quitó el niqab, me amarré la bufanda y corrí para evitar volver a verle la cara a mi novio, ya casi iba llegando a mi casa. 

llegando justo detrás de mí y pisándome los talones. Por más que Rocky gritase nunca iba a logar sonar como un verdadero grito de por aquí, más bien parecían expresiones en voz muy alta pero, no gritos, como para nosotros esos no son gritos, ni yo ni los vecinos iba a reparar en él.

En el momento en el que iba corriendo en dirección a María y huyendo de Rocky, por mi mente pasaron muchas cosas, y una de ella fue decirme esto a mí misma: “si alguno de los vecinos se ‘molesta’ por el ‘ruido’, entonces hablaré formalmente con él y con Rocky; si no, entro en mi casa”. Claro está, se superpuse esa imposición a mí misma porque sabía que era imposible que algún vecino se quejara: 1-la mayoría estaba en sus trabajos. 2-si fuera el caso de que hubiera alguien en su casa, seguramente sería sordo.

Cuando llegué a los brazos de mi amada amiga que me acompañó durante todos los días de mi enfermedad, fue una de las sensaciones más reconfortantes de toda mi vida, como haberle ganado al hombrecito que buscaba torturarme cada vez que alucino por la fiebre; sin embargo años después ese recuerdo es casi nulo para mí. Cuando los sucesos se dan, en ese justo momento, uno piensa demasiado pronto: “éste es el mejor día de mi vida”, “éste es el peor día de mi vida”, “fue el mejor sentimiento de la vida”; éstas son expresiones apresuradas, nos suceden otras situaciones que las superan y entonces ésas quedan el olvido. Cuando abracé a mi amiga, no se convirtió en la situación más reconfortante de toda mi vida, pero igual, jamás lo olvidé.

Narra María:

____ (TN) llegó, me abrazó y entró. Rocky estuvo a la altura de mis brazos pasados ya tres segundos y preguntó por _____ (TN). Qué decisión tan difícil. No podía delatara mi amiga diciéndole: “está en casa, ven entra”, ¿pero en ese caso, qué le digo?

-          ¿Y bien?... ¿Qué sabes de _____ (TN)?
-          Es mi amiga.

*¿Qué más quieres que te diga?, ¡es mi amiga y no la voy a traicionar!* Aún no me cuadra en la cabeza por qué los hombres no son capaces de entender nuestras frases cortas. Decir “es mi amiga” no quiere decir que soy estúpida, o que estoy repitiendo las escenas del Chavo del Ocho en donde Kiko le pregunta al Chavo “¿has visto a la Chilindrina?” y él le responde “sí, es una que tiene la cara llena de puntitos y tiene unos lentes…”, se hace el menso. Decir es mi amiga no es como cuando en Violetta, en los últimos capítulos, León le pregunta a Gerry (no sé si así se escribe) “¿sabes algo de Alex?”, y ella responde “sí, se llama Clemont”. No es esa la clase de comedia que quiero crear en mi vida. Con decir “es mi amiga” lo estoy diciendo todo, “voy a luchar por ella. Te puedo ayudar pero solo hasta donde no perjudique a mi amiga. Creo que ya sabes que ella no te quiere ver por eso, debes saber lo obvio: ella está en su casa, en cerrada y no quiere que entres a verla, quiere estar sola y más vale que vaya yo a dentro a estar con ella; te agradecería que no intentaras espiarnos, y te fueras a tu casa a escribir una canción de ruptura o una de amor infinito si es eso lo que sientes”. Las palabras con poderosas.

Entré a casa con _____ (TN). Ella ya se había quitado todos los trapos que cargaba encima, era obvio que el calor debió de ser insoportable. Estaba sentada en el sofá, comiendo burundangas y viendo Nickelodeon. Le pregunté sobre su comportamiento con Rocky, y… fue un desastre con ella; bueno, sólo al principio, luego me lo comentó TODO. Fue algo así:

“Sabe que nunca me ha gustado parecer débil y menos frente a un chico” (…) “Mostrarme débil ante él, en este estado es más como dándole una luz verde para absolutamente todo, y sabes lo que él intentó la última vez que le di tanta libertad, y no quiero que eso vuelva a pasar hasta que estemos los dos totalmente seguros de lo que queremos hacer con nuestras vidas, y por ‘nosotros’ me refiero a mí; sabes que aún no sé qué bachiller cogeré ni en qué escuela, en qué país” (…) “Recuerda además que no quiero causarle un infarto prematuro a mis padres, sabes que se morirían si supieran que yo anduviese… en éstas…”.

Como buena amiga que soy, mi respuesta inequívoca fue más que reconfortante para ___(TN),¡pero qué más le puedo decir que sea benigno para ella en estas condiciones!

Al parecer ___ (TN) no quería ver Disney Channel, pero sí quería ver Nickelodeon, no problem, yo solo le sigo la corriente. La siguiente cosa que hicimos fue—no hablar de los chicos del colegio porque ya estábamos hartos de ellos y de toda clase de chicos—comer, hay que admitirlo, a veces el hambre supera la etiqueta; hay que comer a lo salvaje.

Alrededor de las 2 de la tarde, recordamos que las clases terminaban antes de la una p.m., y que seguramente habían dejado una tonelada de tareas, y sabíamos de cuáles materias: historia, matemática y geografía; solo de tareas, porque igual tendríamos que hacer los trabajos en clases de gramática, ortografía, literatura, entre otras. Seguimos con el plan de preguntar en el Facebook a Éricka sobre las tareas.

En el rato en que nosotras estuvimos haciendo las tareas, entró, comió y se fue toda la gente de la casa, excepto nosotras. A las 5 de la tarde ya habíamos terminado de hacer todo. Entonces nos volvemos a encontrar con la típica situación de siempre: ¿Qué hacer? ____ (TN) propuso que continuáramos con la composición del tema para la clase de música. Mientras ella sacaba el teclado y las guitarras yo fui por algo aún más importante: su medicina. Le di la dosis correcta de la medicina y ella la tomó como si fuera un manjar.

Intentamos componer algo pero no pudimos hacer nada, sólo tocamos como por una hora, luego nos dio pereza hasta de guardar los instrumentos. Recuerdo que antes de que _____ (TN) enfermara, ella me decía que su profesor de piano le decía que lo músicos de verdad no son amigos de la pereza, o era: “un buen músico no es perezoso”, o algo así. Tomando en cuenta que ____ (TN) seguía enferma, se sacudí la pereza y recogí los instrumentos, los cables, destensé las cuerdas de las guitarras y las guardé todas en su sitio.

Me senté en el sofá y continué viendo la televisión con _____ (TN), entonces me acordé de otra cosa importante que me quedaba por hacer antes de sentarme. Fui a buscar el termómetro; busqué en todos los agujeros negros y hasta en el inexistente, no lo encontré, por lo cual fui a buscar en los infiernos: busqué en el primer infierno, en el segundo, y me tuve que ir hasta el quinto infierno, ahí fue en donde lo encontré.

Salí de los infiernos con el termómetro en mi poder y fui a ponérselo a _____ (TN), en la boca, para medirle la temperatura. Entonces sí me senté y esperé hasta que marcara el termómetro. Sentí esa sensación que se siente cuando, en clase de baloncesto, después de haber realizado el circuito dos veces completas sin hacer ni una sola anotación, y en la tercera, fallo el primero y anoto en el segundo (considerando que el circuito incluye las dos canastas); sin embargo en la cuarta vez que hago el circuito, las fallo todas. Así me sentí cuando al ver lo que marcó el termómetro fue unos 38º C. Ya me estaba cabreando de ese estúpido termómetro, toqué a ____ (TN) en la frente y las mejillas y noté que el termómetro tenía toda la razón del mundo, _____ (TN) estaba—no en llamas—bastante caliente, más que antes.

                                    *                       *                        *
La tierra es redonda, eso lo comprobó el genovés Cristóbal Colón cuando llegó a las supuestas Indias por el oeste; y lo recontra comprobó Francisco de Magallanes y Elcano cuando le dieron la primera vuelta al mundo. Después del Renacimiento fueron aceptadas las ideas de que la Tierra no estaba en el centro del Universo sino El Sol (o algo así), y como es La Tierra la que se mueve, y ésta nunca se detiene, el atardecer era inevitable que llegase, y así fue.

Antes de que el atardecer llagara _____ (TN) ya estaba dormida y con 38ºC de fiebre. Jamás creí que en verdad algún día rezaría por mi propia iniciativa, a menos que se trate de una tarea de Historia o algo relacionado con la catequesis (todo idea de mis padres); pero esta vez sí necesité del Señor.

Me fui a dormir temprano, tratando de solidarizarme con _____ (TN): la pobrecilla no tiene suficientes energías como para pasar del atardecer y por eso yo no tengo derecho a hacer fiesta después del atardecer.

Me preocupaba una cosa muy específica: la duración de la enfermedad, ya iban 5 días, ciertamente un resfriado puede durar hasta 2 meses, pero cuando va acompañado de fiebre que sube y baja sin fundamento hay ya un problema mayor. De modo que 5 días es un tiempo relativamente anormal para la duración de una enfermedad tan común como la gripe. Yéndome a lo más profundo de mis pensamientos logré consolidar el sueño en hora temprana y sin cansancio físico real. 

                             *                       *                        *
El viernes, ¡oh, día tan trágico! Juan, el hermano de ____ (TN), ya había salido, al igual que la madre de ___ (TN). Sólo estábamos las dos en casa y su padre. Yo estaba desayunando con el padre de ____ (TN) mientras ella dormía tranquilamente. Eran las 7 de la mañana, unos minutos más, unos minutos menos, ¡qué importa! El padre de ___ (TN) estaba a punto de irse para no-recuerdo-dónde. De repente, justo cuando el padre de _____ (TN) estaba saliendo de casa para encender el auto, oí un grito desesperado, proveniente de la habitación en donde estaba _____ (TN); (porque durante toda la semana la estuvimos cambiando de habitación para descontaminar cada una de ellas). Algo dentro de mí me hizo ir como si fuera algo de vida o muerte—porque lo era—, en cualquier otra situación hubiera ido con toda tranquilidad; ya que al iniciar mi semana de preparatoria de enfermería y cuidadora de enfermos ____ (TN) me jugó varios vacilones con sus alucinaciones. En este caso volvían a ser sus alucinaciones las causas de los desesperados gritos de mi amiga y enferma, pero si no fuera por esa fuerza interior que me impulsó a salvar vidas, no hubiera llegado a tiempo ni tampoco hubiéramos estado a tiempo para poder llevar a ____ (TN) al hospital.

Salí disparada de mi asiento en el comedor, donde estaba desayunando, como una bala, y llegué a la habitación en cuestión de segundos. _____ (TN) estaba totalmente lívida, tenía ojeras muy notables en los contornos de los ojos, los cuales se veían muy rojos. Su cabello esta espelucado y como estaba corto, se le veía un desastre en él; el mismo también estaba casi rubio, producto de la falta de luz, al igual que su piel se veía blanca por la falta de luz y por el susto que había pasado, el cual me expresó en estas palabras que voy a tratar de parafrasear en este diálogo siguiente.

-          ¿Recuerdas al niñito desgraciado que me persigue en mis alucinaciones?—El sudor le corrió por el cuello, mientras trataba de hablarme lo más claro posible.

-          Sí, ya me has hablado de él—le respondí.
-          Me ha ganado—tomó aire porque se le  dificultaba la respiración—… varias veces.

-          ¿Y por eso estás tan alterada?—No me respondió, solo continuó respirando tratando de calmarse ella sola.

-          Es un torturador, ya te lo he dicho, no es bonito que te torturen en tu sueño y luego despiertes hiperventilando y te encuentres con este dolor que siento yo.

-          Entiendo…

No fue necesario tanto palabrerío para explicarnos y comunicarnos. Fui a buscar el termómetro—esta vez me fue más fácil encontrarlo—y rápidamente le tomé la temperatura. Mientras el termómetro marcaba la temperatura, yo fui a buscar el medicamento que le había recetado el médico. Cuando llegué ya había marcado: tenía 43ºC, alarmante, ¿no?; pero sin darle importancia simplemente le di la pastilla (era una pastilla y un jarabe) y el vaso de agua y el jarabe. Ella tomó todos sus medicamentos sin protestar, quejarse del mal sabor y siquiera preguntar la temperatura, pues ya sabía que sea lo que sea, no sería bueno.

Cuando salí de su habitación, en el mismo viaje que hice para buscar la pastilla y el medicamento, me encontré con el padre de ____ (TN), ya tenía el presentimiento que íbamos que tener que llevarla al hospital, entonces le dije a su padre que se aguantara unos minutos. Fui a darle a ____ (TN) su medicamento y las pastillas y, después de saber ya cuál era la temperatura de ____ (TN) le dije a su padre que debíamos llevarla al hospital.

Luego fui donde _____ (TN) y, viendo que ya se había tomado los medicamentos, se cercioré de su estado con preguntas básicas: ¿Te duele la cabeza?, ¿Puedes caminar? ¿Puedes, al menos, pararte?, ¿Cómo te sientes la garganta? Y ¿Qué tan sudado está tu camisón? A ____ (TN) le dolía la cabeza, casi no se podía parar ni caminar y estaba muy sudada; respecto a las glándulas, estaba bastante bien, pero me seguí preocupando su temperatura y el dolor de cabeza. Le dije que se pusiera los zapatos y, que si podía se arreglara el  pelo porque…, no le di un porqué.

_____ (TN) se peinó y se puso los zapatos, yo la llevé al auto de su padre, ya que a ella se le dificultaba caminar por sí misma. Se subió al auto, por sí sola, pero casi se cae; entonces yo la tuve que sostener para que no se lastimara. La subí con seguridad al auto y me subí junto a ella, cerré la puerta y el auto comenzó a andar.

En 25 minutos llegamos al hospital. Hubiéramos llegado en tan solo 17 minutos, pero había un tráfico muy pesado; lo cual me extrañó porque eran casi las ocho de la mañana, ya todo el mundo (o la mayoría de las personas) deberían estar en sus trabajos y no todavía circulando en las vías.

Al llegar al hospital, el padre de _____ (TN) estacionó el auto y se bajó con nosotras. Me acompañó hasta la recepción, pues el aire acondicionado del interior del hospital le hacía daño. El edificio tenía 7 pisos y nosotros nos encontrábamos en la planta baja, se sentía algo extraño estar en un edificio tan pesado hacia arriba, casi no llegaba luz natural a la planta baja; en otros hospitales, específicos para regiones pobladas específicas, se siente perfectamente la luz del sol como si estuviéramos en casa. La joven en la recepción nos pidió el registro de ____ (TN), como ella jamás había sido atendida en ese hospital, ella no tenía registro ahí y tuvieron que hacerlo uno nuevo, lo cual tardo cerca de 20 minutos mientras llenaban todos los papales. _____ (TN) se fue a sentar a la sala de espera mientras su padre y yo llenábamos sus papeles (recuerden que ella no podía estar mucho tiempo de pie porque se mareaba); su padre hacía viajes de ella a mí y de mí a ella para corroborar que las dos estuviéramos bien porque la  verdad era que la sala de espera estado dos corredores a la izquierda de la recepción donde yo estaba llenando los papeles de mi amiga.

Una vez que hubimos llenado todos los papeles de la paciente,  la recepcionista nos preguntó sobre los síntomas de la paciente, ¿qué tenía? Fiebre, le respondí, fiebre de 43ºC. Esto es algo grave en nuestro país, lo más lógico que debió haber hecho la joven es asombrarse, mostrar exclamación, porque así el paciente o quien representa al paciente tiene mayor seguridad de que no le van a dejar en la sala de espera horas… hasta que les dé la gana a  las enfermeras, sino que van a pasar a ser atendidos de una vez. Sin embargo, la mujer no hizo eso, en cambio dijo: “MHH, ya veo. Pero sucede que todos nuestros y enfermeras tiene renovación de su prueba de intervención quirúrgica y de asistentes quirúrgicos el día de hoy; los que no tienen renovación hoy, están de vacaciones o están enfermos de Hanta Virus”.

Esto se llama querer joder a los pacientes, y también negligencia administrativa; ¡¿Cómo es que hay un día del año en que no hay ningún médico o enfermera trabajando en un hospital regional, tan importante como éste?! —Exclamé exasperada por la locura y la pésima organización que había notado en ese hospital.

Mi grave erros fue decirlo en voz tan alta que se escuchara hasta en los cuatro siguientes pisos hacia arriba, en los dos primeros sótanos y a seis pabellones hacia la izquierda y hacia la derecha. En la sala de espera, donde estaban ______ (TN) , su padre y un enorme gentío que pronto enfureció, se escuchó claramente todo lo que dije, y casualmente ésa era la causa de sus enfurecimiento: se estaba alzando la rebelión. Tres segundos después de que dejé de escuchar el eco de mi voz resonando en los pasillos y subiendo según los escalones, pronunciando la última palabra pronunciada por mí, éste; vi un mar de gente, pero antes de ver el mar de gente saliendo de un resquicio en la oscuridad, oí los murmullos de una muchedumbre enfurecida. Esta muchedumbre enfurecida pedía una cosa: que los atendieran, o que por lo menos les hubiesen sido sinceros y dicho que no había forma de que los atendiera en ese día. Fue una situación embarazosa para la administración del hospital, sin embargo creo que debió de haberles dado más vergüenza decírmelo a mí que el hecho de que yo lo dijera con toda la boca y a todo pulmón.

Supuse que la administración debería tener alguna forma de salir de una situación como aquella: una rebelión de pacientes no atendidos. Pero como no sucedió nada, hasta tuve miedo porque creí que me iban a aplastar, que me iban a comer. Como no vi ninguna forma de escapatoria, me apegué lo más que pude a la pared para evitar que mi hicieran daño.

Cuando yo ya estaba dentro de la multitud que exigía una respuesta o una razón de por qué les hicieron perder su tiempo si no había ninguna manera de que los atendieran ese día, salieron unos especie de seguridades que impidieron que las gentes se acercasen siquiera a la ventanilla de la recepción; y de alguna manera los hicieron retroceder. En 15 minutos ya la multitud había salido del espacio de la recepción en donde me encontraba yo; de hecho solo quedaba yo en ese espacio.

Un hombre, que parecía ser policía, —no sé de dónde—salió del gentío que había en la sala de espera y cerró las puertas que separan ese recinto de en el que yo me encontraba (muchas de las personas que frecuentan ese lugar no saben siquiera que esas puertas existen) y me dijo en voz muy pero muy infantil, como tratando de imitar a un osito cariñosito, pero al mismo tiempo siendo muy formal y afable; me dijo esto:

-          Srta., le pido de todo corazón que abandone este edificio porque ha provocado un disturbio dentro de la población de este hospital; por favor, si no nos colabora en ese sentido, nos veremos obligados a sacarla por la fuerza.

-          ¡Yo no me voy! No me importante si no hay ningún médico o enfermera, mi amiga tiene fiebre de 43ºC; ¡se está muriendo! Ustedes no van a permitir que ella muera, sabe que denunciaríamos la negligencia que aquí se está viendo. ¡Son siete años de mala suerte!

-          No me obligue, Srta. —El hombre llamó a los seguridades e hizo que me sacarán, pero mientras me cargaban hacia afuera, yo repliqué:

-          ¡No me pueden sacar! Vengo con mi amiga y su padre.
-          Oh, perfecto. Ellos ya están saliendo igual que tú.

El hombre se fue hacia la puerta que llevaba a la sala de espera en donde estaban ____ (TN) y su padre,  abrió la puerta y vio la marea de gente que se aproximaba hacia él. Cerró la puerta inmediatamente, pues no quería que la gente cruzara la barrera y se formara el pleito y el desorden en la sala de recepción; me preguntó por el apellido de mi amiga, se lo dije y él volvió a abrir la puerta. Con mucho esfuerzo alzó la voz para que todos dentro de la sala le escuchasen y preguntó si había alguien ahí que se apellidara como yo le dije. 3 personas levantaron la mano—lo sé porque el padre de ____ (TN) me lo contó cuando volvimos a estar en el auto—y sólo uno de ellos era el acertado, que era el padre de ______ (TN). El hombre se volteó y me preguntó por el nombre completo de mi amiga; le dije: “______ (TN) ______ (TA). Y entonces el hombre preguntó con voz potente y con duda en la última frase: “¿De ustedes tres, alguno se llama _____ (TN) _____ (TA) o es su padre…? Entonces el padre de _____ (TN) mantuvo la mano levantada y los guardias que estaban custodiando a todas las personas, en general, que estaban en la sala de espera lo asieron del brazo y se lo llevaron mientras cargaba a una ______ (TN) flaca, desnutrida y casi sin belleza natural.

“Yo puedo caminar solo”, replicó el padre de _____ (TN) mientras caminaba a la puerta que no sabía que existía. Cuando cruzó el marco de la puerta, esta se cerró y me vio, me miró y me observó estando sujeta por unos hombros que ninguno de los dos creía que fueran latinos; lo más probable era que fuesen anglos o nórdicos. Cuando ya estuvo afuera, el hombre le indicó que se dirigiera a la salida del edificio; los hombres—anglos o nórdicos—me llevaron arrastrar y cargada, nos balanceamos entre las dos formas.


Cuando ya los tres estuvimos en el auto, me quedé callada: no podía creer que por mi culpa no nos fueran a atender, mi amiga estaba muriendo y yo no podía hacer nada para ella. Entonces el padre de _____ (TN), tan amoroso como si fuera le mío, me dijo: “vamos a comprar más de las pastillas que tiene receta ____ (TN), antes de que se  le acaben”. No dije nada, no protesté, no argumenté, no comenté, no repliqué ni me quejé, solo dejé que llegásemos a la farmacia, me bajé, compré las pastillas y me subí al auto. Al rato llegamos a casa, bajé a _____ (TN) y la cargué hasta su cama. Su padre se fue y me la dejó a mi a cargo. Entonces me puse a hacer el almuerzo para todos en la casa. 


------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Wow. Este es un final un poco suave para apaciguar todo lo que ya he contado en el resto del capítulo.
Al principio creí que este capítulo no iba a ser interesante, pero ahora que lo vuelvo a leer como lectora... wow, me he quedado maravillada con mi propio trabajo. he progresado bastante. Y eso que ahora me estoy dedicando a escribir más verso que prosa, pero aún así mi prosa está muy buena.

Creo que este capítulo aporta bastante a la novela en sí porque dice que TN está al borde de la muerte, que era casi un cadáver. Pero tenemos la esperanza de que ella no muera; sin embargo María no lo sabe y sigue estresándose a sí misma porque sabe que se lo tiene que decir a Rocky y no puede. TN acaba de hablar con él y la impresión que le dejó fue como diciéndole "¡mejor ahórcate!", y eso es precisamente lo que no quiere María.

Aún sigo considerando que esta parte es muy aburrida, pero también es muy corta. TN ya está muriendo, lo que significa que el siguiente capítulo es el último de esta parte.
Sin embargo, lamentablemente y por culpa de mis horarios, no voy a poder publicar ese capítulo hasta el 11 o 12 de septiembre, que es cuando terminaré, por fin y gracias al Señor Dios Todopoderoso, este trimestre de clases; que ya estoy contando los días para que se acaba..... y los exámenes que tengo que hacer, 18.

Espero que les guste esta entrada. Como ya no tengo tiempo para más, será hasta la próxima. Recuerden que ya se acaba la trivia cuya pregunta es: ¿Cuál es el personaje nuevo que no aparece en la lista de personajes nuevos, pero que aparece tácitamente en el capítulo 12, iniciando la segunda temporada?

Para despedirme, voy a compartir estos dos vídeos musicales, y para el gusta, también puede ver los vídeos de entrevista que pertenecen a esta misma galería: