Epílogo parte II Capítulo 81 (conteo general):

Narra Riker:

Mi reflejo me devolvió una sonrisa mientras me decía que era sexy. Sí, Riker Anthony Lynch Cow, eres sexy; el galán que toda mujer quisiera tener cerca… y en su cama.

Aquí acaban las aventuras del Pirata Ricardo Antonio Linchado Vaca, porque me convertiré en finquero y en marido. Madie ya debe de estar preparándose la boda. Mientras yo estaba en casa de mis padres. Me vine para acá como acto simbólico, pues por tradición no debo ver a la novia vestida de novia (valga la redundancia) y tampoco debemos vivir en la misma casa antes de la boda. Pero, como mis futuros suegros son muy estrictos, tampoco debo tener comunicación con ella hasta que se dé la boda. O sea: hace tres días que no sé nada de Madeleine.

Después de la boda viviríamos los dos juntos en la casa que heredó Madeleine. Es probable que nos tengamos que mudar de ahí, porque sigo estando en la banda y tengo que atender los asuntos de la banda. Después de Año Nuevo me iré a L. A. Madie no podrá venir con nosotros, por asunto de su embarazo; quiero que nuestra bebé esté lo más segura posible. Sin embargo no quiero dejarla sola ni mucho menos haciéndose cargo de la finca ella sola. Ahí está Olivia, la nueva ama de llaves de la casa, sin embargo tendré que contratar un vaquero para que se haga cargo de la finca y para que cuide a Madie y a Olivia mientras yo no esté.

Me monté en el auto y arranqué el motor. Mis padres, Rydel y Ross venían conmigo; mi madre era la copilota. La novia se viene con sus padres y toda la familia. Rocky y Ratliff se vienen con _____ (TN) y sus padres; finalmente, Ryland se viene con María y sus padres.

Llegué y estacioné el auto.

— ¿Irás más tarde?—me preguntó mi madre mientras se bajaba. Rydel y yo iremos a preparar todo.

—Okay. Iré después.

—Está bien Riker—se me acercó y me dio un beso en la mejilla.

Abrí el maletero del auto para que se sacaran las cosas para decorar el lugar. Era una boda sencilla,  pero mamá no quería que la boda de su hijo mayor tuviera una decoración singular; aunque sea solo la primera parte, porque después nos casaremos por la Iglesia y habrá que repetir toda la ceremonia y los vestidos y la decoración.

Saqué mi teléfono y me tomé una foto para el Instagram todo vestido de novio. Traté de que saliera mi cara y el traje. Entonces escribí: “Listo para dar el sí en el altar”. Al rato me llegaron cientos de respuestas hitéricas…

—Riker—me llamó mi padre que estaba en el asiento de atrás. Apagué la pantalla del celular y lo dejé a un lado.

—Sí, papá—le miré y él se acomodó en el puesto del medio para poder verme mejor.

—Estoy feliz de que hayas encontrado a la mujer para ti, Riker. Tomar una decisión de estas es más fácil cuando estás realmente enamora o cuando ya no te quedan más opciones. Espero que no haya sido una decisión muy fácil, hijo. Y en casa de que no te haya quedado ninguna otra opción, debes aceptar lo que significa la decisión que tomaste. Madeleine está embaraza de ti—lo miré asustado. ¿Él también me iba a reprochar eso?—No te lo reprocho, hijo. Lo hecho, hecho está. Estoy seguro de que ustedes hará una linda familia y así como ese hijo, procrearán otras más—me puso una mano en el hombro—Y así me gustaría que fuera—me sonrió.

»No sé si eso influyó en tu decisión. Pero si es por eso, acepta que ese bebé es tuyo y sé el padre y el esposo que ese niño y esa mujer merecen.

—Gracias papá. Yo de verdad amo a Madeleine; la conozco hace tiempo.

Flashback

Madeleine está aseando la habitación de un conocido músico de una banda famosa, llamada R5, Riker Lynch. Madeleine estaba a cuatro patas, limpiando la alfombra y de repente aparece él. Regresa del comedor después de desayunar, y la ve, así tan sexy limpiando su habitación (oooooooooooooooooooooohhhhhhhhhhhhhhhhhhh…).

—Mmmmmm… h—se quedó mudo Riker.

—Oh, ¿es usted Riker A. Lynch?—dice ella en inglés .

—Err… sí, ese soy yo. (xD, ¡el Gran Riker Lynch speechless por una chica! sto no se ve todos los días).

—Yo… disculpe si le estoy incomodando, solo hago el aseo—dice ella con sus ojos fijados en los de Riker.

—No, no me incomoda en absoluto—dice Riker con sus ojos también fijados en los suyos.

Ella continúa con sus labores. Riker se queda paradote viéndola y segundos después se decide. La toma del brazo y la acerca a él mismo. En un movimiento tan veloz que sus labios quedaron casi a centímetros. - esa era la intención de Riker-. Luego él termina la acción y junta sus labios con los de Madie en un movimiento, al principio, lento y bastante sensual. Luego se separan, Madeleine  mira para abajo en posición de respeto y Riker le sonríe. Con su mano le levanta la carita.

— ¿Me repites tu nombre?

Fin del Flashback

Me reí al tener ese flashaback. —Y por eso estoy seguro de la respuesta que voy a dar en el altar—contesté sonriente.

Papá me dio unas palmaditas en la espalda y me sonrió también.

—Voy a ver cómo están las chicas.

—Vale.

Me bajé del auto y fui a donde estaban mi madre, Rydel y la familia de Madie. Entré al recinto y caminé por el pasillo por el cual caminaríamos Madeleine y yo. Mi madre estaba terminando de decorar, con ayuda de Rydel, mi suegra y otros parientes de Madie. Sí que fueron rápidas.

Según me contó Madie—antes de que me prohibieran comunicarme con ella—mis futuros suegros invitaron prácticamente a todos los parientes que viven en ____ (TP) y a otros más que pudieron venir desde España, Estados Unidos, Argentina y otros países. De modo que este lugar, donde se celebrará la boda estará llena de chiquillos, jóvenes, adultos, tercera y cuarta edad; eso quiere decir la familia completa: hermanos, primos, tíos y tías de sangre y político, sobrinos, abuelos, cuñados, cuñadas, madrinas, comadres, suegros, suegras, consuegros, consuegras y hasta el vecino. Es un montón de gente que no conozco y probablemente no conoceré. ¡Y yo soy el novio!

Me giré en cuanto oí una voz agudísima y dulcísima dirigirse a mí.

—Riker, cuñao.

Unos brazos me rodearon el cuello y yo, como respuesta involuntaria coloqué mis brazos en su espalda. Sea quien sea yo también la estaba abrazando.

Nos separamos y le vi la cara. Estaba sudando, a lo mejor había corrido por todo el lugar buscándome. Pero su sonrisa era de total alegría por verme.

— ¿____ (TN)?—me miró desconcertada.

Narra Madie:

Una niña… Sentí una carga eléctrica recorrerme la espalda cuando el doctor nos dijo que estábamos esperando una niña. Estoy segura de que Riker quería que fuera un niño, pero una niña también está bien. Me sonrió en ese momento, aunque pude percibir que su sonrisa no era tan contenta. Yo estaba más feliz que él, aun así él ya se estaba esforzando por querer a su hija.

Tenía dos meses y medio de embarazo. Todavía no se notaba mucho la barriga, pero para Riker era demasiado. ¡Ni siquiera me deja hacer las labores de la casa ni administrar yo misma la finca ni montar a caballo!... Padres primerizos.

Hoy, 30 de diciembre de 2014 me caso con el amor de mi vida. Un amor que silenciosamente se apoderó de mi corazón. Silencio. Eso lo distingue de otros amores; eso fue lo que me cautivó. No hizo nada, no dijo nada, no escandalizó, no lo gritó a los cuatro vientos… Tan solo me dejó mirarle a los ojos y me expresó todo eso en una mirada.

El vestido de mi abuela, con alguna que otras modificaciones, me quedaba precioso. No me ceñía a la cintura—tal y como Riker quería—; tenía una falda larga, de corte medieval en realidad, aunque muy hermosa y sobria. Algo digno de la familia de donde vengo y de la mujer de Riker.

El escote estaba adornado con perlas (un hermoso  detalle que Riker consiguió en el fondo del mar). Y el velo me llegaba hasta las pantorrillas. No tenía cola, pero así era más fácil caminar.

La marcha nupcial sonó y comencé a caminar hacia el altar donde me esperaban Riker, ____ (TN), otros hombres y el notario. La respiración se me aceleraba a cada minuto, pero yo trataba de calmarla a cada momento. Todos voltearon a verme. Era la más hermosa de todas ahí. Riker me sonrió desde el altar y me guiñó un ojo; me hizo sonrojar y bajé la mirada. Aun el día de mi boda me sonrojo por él. Volví a mirar al frente. Ya estaba a poca distancia de Riker.

—Hija… —mi padre, ¿cómo podría olvidarme de él? Hoy entregaba a su hija mayor. Después de mí solo le quedará mi hermanita de 7 años. Hasta entonces no me había percatado de que mi padre estaba llorando.

Llegamos a la altura de Riker, nos volteamos y mi padre me habló. Era el momento en que debía entregarme a mi futuro esposo.

—Hija mía… —me acarició el cabello—No puedo retenerte por más tiempo. Ahora tienes que ir con tu marido y cuidar muy bien de ese nieto nuestro.

Todavía no le había dado la noticia a mi padre: era una niña. Solo se lo había contado a mi madre; que ahora se acercaba a nosotros por detrás de papá. Puso sus manos en los hombros de papá. También se le salieron las lágrimas; a mí, igual… algunas.

—Mamá, papá. Por favor. No me van a perder para siempre. Además esto es solo el matrimonio civil. Luego nos casaremos por la Iglesia y tendremos que repetir lo mismo.

—Pero ustedes se van para L. A. el 2 de enero.

—Madie no irá. —Riker apareció detrás de mí, con su acento gringo. Me puso una mano en mi hombro—h. Por su embarazo decidimos que ella no viaje—nos miramos el uno al otro—. Yo tengo que ir a L.A., pero volveré pronto.

— ¡¿Qué?!—exclamó mi padre sulfurado. Miré a Riker y luego a mi padre.

—Cariño, mejor vamos a sentarnos que todos nos están mirando—dijo mi madre entre dientes mientras se lo llevaba a su asiento.—No hagas que lo pase mal el día de su boda.

Riker y yo caminamos juntos donde el notario, pero ya estaba exasperado porque estábamos tardando más tiempo de lo normal.

— ¿Ya?

Riker y yo nos miramos.

—Sí—respondimos.

La ceremonia comenzó y mi padre no dejaba de mirar bravo al novio. Yo trataba de clamarlo con la mirada, pero no estaba funcionando; Riker ya se había dado cuenta de eso.

—Cariño —me tomó del brazo. Le miré a la cara y noté que estaba muy pálido.

—Señorita —el notario se dirigió a mí. Lo miré y… Oh, no. ¿A caso ya me ha preguntado…? — ¿No me piensa responder?

—Amm yo… —una risita se oyó al fondo de la sala. El notario suspiró exasperado.

—Repetiré todo el proceso.

—Ricardo Antonio Lynch…  y lo digo en español porque no sé pronunciar su nombre—todo el mundo rio.

—No se preocupe—respondió pasándose los dedos por el cabello.

— ¿Aceptas a Madeleine Estefanía ________ (TA) como tu legítima esposa?

—Sí, acepto.

—Madeleine Estefanía ________ (TA), ¿aceptas a …

—Rraiquer—le recordó el novio.

— ¡Eso mismo! ¿Aceptas a Rraiquer Ántony Lynch como tu legítimo esposo?

Miré a Riker. Estaba sonriente; no tan pálido como la primera vez que le notario me preguntó; pero estaba sonriente. Yo también sonreí.

—Sí, acepto.

Procederemos ahora al intercambio de anillos.

Ross, el hermano de Riker apareció con mi anillo. Riker lo tomó y me lo colocó en el dedo diciendo:

Madeleine, With this ring I take you as my wife and I promise to love you and take care of you all days of my life, every day, in health and illness; in wealth and poor until death do us part.

Riker miró al notario y luego volvió a repetirlo todo… en español mientras me colocaba el anillo y me miraba a los ojos. Luego, ____ (TN), mi madrina. Se me acercó con el anillo de Riker. Lo tomé y repetí en proceso en inglés y en español mientras me colocaba el anillo en el dedo.

— ¡Excelente!—exclamó el notario—. Ahora procederemos para firmar el acta de matrimonio que ya hemos leído. Pasan los novios a firmar el acta.

Riker y yo fuimos, firmamos el acta y volvimos a nuestros lugares. Todo estaba cumplido tal y como decía la ley.

—Por el poder que me confiere el Estado __________________ (gentilicio de _____ (TP)), yo los declaro Marido y Mujer, dado el día de hoy 30 de diciembre del 2014 en la ciudad de ______ (Tu Ciudad). Puede besar a la novia.

Riker levantó el velo que me cubría la cara y todo el mundo aplaudió mientras Riker y yo nos besábamos.

Salimos de ahí y nos montamos en el auto de Riker, que el padrino, Ross había dedo justo en la salida del lugar. Ross le dio las llaves a Riker y… solo me quedó despedirme de la gente con la mano desde dentro del carro.

Riker salió casi embalado de ahí. Íbamos a buscar la bendición del padre para el viaje y para nuestra vida matrimonial hasta que nos casemos por la Iglesia y luego nos encontraríamos con los invitados en la fiesta de boda.

--Fin—