Narra Riker:
Cerré
la puerta y encendí la luz de la habitación. Esta se iluminó pobremente, solo
hasta poder ver el rostro de Madeleine. Ella estaba acostada en la cama, del
lado derecho y mirando para arriba, con la manta hasta la cintura.
Dejé
mis llaves en la mesita, al lado de la puerta; me quité las botas y los
pantalones, luego levanté la manta y me
introduje en la cama, al lado de Madie.
Su
cabello rubio adornaba su carita de cristal. Le acaricié tiernamente la mejilla
y luego le besé el cabello.
Me
erguí para poder sacarme la camisa y arrojarla en mi canasta de la ropa sucia
junto con el pantalón. Me volví a acostar en la cama y me giré hacia Madie. Le
sujeté un hombro y luego la besé en el cuello; mientras ella estaba dormida.
—Riker—susurró
con algo de somnolencia.
—Mi
amor… ¿qué sucede? ¿No puedes dormir? ¿El bebé…?
—
¡Tranquilo, Riker! —Madie se impulsó con los codos para poder levantarse—. Todo
está bien.
—No te
levantes. —La hice volver a acostarse.
—Mmm,
Riker.
—Madie—la
llamé.
Ella me
indicó con los dedos que me acercara. Eso hice. Sus manos sostuvieron mi rostro
y sus labios saludaron a los míos. Bajé mis manos hasta sus piernas para poder
levantarle el camisón que llevaba puesto. Madeleine no traía ropa interior—tal
como a mí me gusta—y la pancita de nuestro bebé iba creciendo.
Rodamos
abrazados y Madie se colocó sobre mí, sujetando mi pecho y arañándolo con sus
uñas. Me miró y… el resto es historia.
* * *
Madie
tenía su brazo sobre mi pecho desnudo y yo estaba besando su cuello. Se durmió
cuando llegamos al orgasmo y, en esa misma posición en la que estábamos, nos
dormimos. Pero Madie despertó unas horas después con una duda que no la dejaba
dormir.
—Rocky
sabrá qué hacer, cariño. No te mortifiques por ____ (TN).
—No me
mortifico; me preocupo. Ellos son todavía muy jóvenes para casarse y tener
hijos.
—Bueno,
Rocky ya tiene edad…
—Pero
mi prima no—me interrumpió—. Le hacen falta mínimo cuatro años más.
—Ah… —me
acomodé mejor en la cama y dejé a Madie (que antes estaba sobre mí) cómodamente
a un lado—, ______ (TN) se irá a Londres. Son como 10 años los que tiene que
estudiar y Rocky tendrá que esperar hasta entonces.
Madeleine
soltó una carcajada y yo la miré reprochándola.
—
¿Crees que tu hermano pueda aguantar 10 años antes de casarse con_____ (TN)?
—Mmm
¿quién sabe? Pero… hablemos de nosotros, Madie—. Tomé una de sus manos y
entrelacé nuestros dedos—. ¿Cuándo quieres que sea nuestra boda? –pregunté
sonriendo—. ¿En invierno o en primavera?
—Riker…
—se levantó, tapándose con la manta y me miró seriamente—, sabes que aquí no
tenemos estaciones.
—Lo sé,
pero…
—Mis
padres prefieren que la boda sea lo más pronto posible. Ya sabes cómo son de
conservadores—dijo, jugando con mis dedos.
—Entonces…
¿la hacemos para san Valentín?
— ¿San
Valentín? ¡Es muy lejos, Riker!—dijo mirándome por un segundo. Luego mirándose
la barriga, aunque no comentó lo que yo ya sabía: para entonces ya no cabría en
un vestido de bodas; y por último volvió su mirada directo a mi mano.
— ¿No
prefieres mejor que sea después del nacimiento?—miré la pancita de nuestro
bebé—. Tú barriga va a seguir creciendo… y eso va a hacer más difícil encontrar
un vestido para la boda.
—Eso no
es problema. Yo ya tengo el vestido.
Madie sí
que lo tenía todo preparado para ganar esta discusión. Siendo así no me queda
otro remedio más que aceptar y conseguir
que la boda sea lo más pronto posible.
—Bien—aparté
su mano de la mía y estiré los brazos—. Mañana vamos a hablar con el
notario—bajé los brazos y la abracé—para que nos case. La boda tendrá que ser
antes de que acabe el 2014.
— ¡Pero
mañana es 26! Tenemos cita de control con el ginecólogo y nos va a decir el
sexo de nuestro bebé.
¡Era
verdad! Al día siguiente teníamos la cita de control con el ginecólogo. Con
Madeleine en su estado debemos mucho cuidado. Aunque de hecho creo que la estoy
sobreprotegiendo… un poco… sí, solo un poco.
¡Ni
siquiera la dejé encargarse de la finca ella misma! Mientras yo estaba de gira
ella atendía la finca. Pero, desde que llegué, le prohibí montar a caballo o
incluso caminar; porque el potrero está lleno de lomas y se puede caer o
fatigarse mucho y desmayarse. Así que ella da las órdenes desde la cama o desde
una silla y yo recorro los potreros y me cercioro de que los peones cumplan sus
órdenes.
Ella está todo el tiempo en la casa, haciendo
los quehaceres—que tampoco debe hacer—. Debería contratar una ama de llaves que
se encargue de eso.
—Bien,
pues. Mañana vamos a hablar con el notario para que vea la parte legal y nos dé
fecha para la ceremonia. Entonces preparemos todo para la boda.
—Okay.
— ¿Te
parece bien, cariño?—pregunté adoptando una voz tierna y acariciando su hombro.
—Sí—me
miró y esbozó una sonrisa—. Ahora podemos dormir.
Me besó
en los labios y antes de siguiera habernos separado, ella ya tenía los ojos
cerrados y estaba comenzando a roncar. Yo hice lo mismo.
Narra Rocky:
Encerrado
en mi cuarto de ensayo; toco unos arpegios romanticones solo por ella. Quisiera
llamarla, pero es más de la medianoche y no quiero despertarla.
Estamos
a pocos días de nuestro regreso a L. A. y los chicos y yo debemos ponernos al
día con las cosas de la banda, las nuevas canciones y el nuevo álbum. Por eso
temo no tener suficiente tiempo para ella.
Ya me
puse en contacto con nuestro equipo allá en L. A. y tenemos mucho trabajo por
delante. ¡Y el tiempo para lanzar el álbum se nos está agotando! Pusimos una
fecha para marzo y no creo que lo tengamos listo para esa fecha.
Nos
faltan canciones por terminar y arreglar, definir los coros, las entradas, los
solos, el ritmo… ¡Uff! Tendremos que pedir que se aplace la fecha, o algo así…
Toqué
con violencia las cuerdas de la guitarra.
—
¡Auch! UUUuuh
Miré mi
mano. La cuerda me había cuereado y me había dejado una marca por todos los
dedos de la mano izquierda. ¡Se me había roto la primera cuerda! Y para colmo
me había golpeado.
Suspiré
y coloqué la guitarra en su pedestal. Apagué el amplificador y desconecté la
guitarra. Por la mañana tendría que ir a la ciudad a conseguir una primera cuerda
de metal.
Dejé
todo en su lugar; apagué la luz y me fui a dormir.
Narra María:
Mi nana
estaba barriendo mi cuarto mientras yo estaba escuchando música de 1D a todo
volumen. Conseguí graduarme de noveno grado y una beca para estudiar en Brasil.
Ahora es mi tiempo de disfrutar las vacaciones hasta que me toque ir a Brasil
en enero, para aprender el idioma.
Me tomé
algunas fotos con la ropa nueva que me compré para Navidad y las subí a
Instagram y al Twitter. Paseándome por las redes sociales, me encontré con una
curiosa foto. Rocky y _____ (TN)… Like a Boss (???).
Miré
los comentarios. Unos estaban simplemente sorprendidos de que Rocky estuviera
con una chica y otros se apresuraron a sacar conclusiones.
Ya
había dos bandos: los que odiaban a ___ (TN) y los que estaban contentos porque
Rocky tuviese novia. Otros más comentaron que era sorpresa; que ya lo sabían y
que no se podía hacer nada. Le di me gusta a esas respuestas. Eso era lógico y
yo lo sabía. Rocky no permitiría que los comentarios de los fans afecten su
relación con ________ (TN). Además él tiene asuntos más importantes.
Seguí
leyendo y encontré un tweet que confirmaba, para sorpresa de muchos, que ________
(TN) era su novia.
Salí de
twitter y apagué mi teléfono. No valía la pena enojarme por los tweets de las
fans de Rocky.
* * *
— ¡Ya
llegué!—Ryland apareció en la puerta de mi casa con unas bolsas de
supermercado. Ana y un chico raro venían con él. Mi nana estaba haciendo el
aseo arriba, así que yo fui a abrirles la puerta.
—
¡Hola! ¿Qué te trae por aquí?—dije saludando a Ana. Ella nunca había venido a
mi casa.
Los tres entraron a casa y Ryland dejó las
compras en la cocina
—
¡Tardaste mucho!—le grité desde el comedor.
—Es que
la caminata tarda—se excusó, apareciendo por la puerta de la cocina.
—Mmm,
Anita—dije un poco incómoda mientras avanzaba hacia la sala—… ¿Quién es él?
Ana
miró al chico y él nos miró a ambas sin alterar su semblante serio.
—Es… un
amigo—contestó poniendo su mano en el brazo del muchacho y sonriéndome.
—Sebastián
Gracía—se presentó tendiéndome la mano. Se la estreché.
—María
Hidalgo. Siéntate—le indiqué con las manos. Ambos se sentaron en el sofá de la
sala y Ryland después se nos unió.
—Ahh—suspiró
Ana mientras subía las piernas al sofá.
Sebastián
la miraba—Oh, ¡Feliz Navidad, por cierto!
Me la
quedé mirando.
—Mmmm.
Vale.
—Ana me
encontró en el súper y quiso venir a tu casa—comentó Ryland sentándose también.
—Mmmm
Okay. Ahora te toca a ti cocinar también—le ordené a Ana.
—
¡¿Qué?!
Me paré
del sofá y me dirigí a la cocina.
—Tengo
nana, pero eso no significa que no sepa cocina—grité desde dentro.
Ana se
me unió más tarde. Íbamos a comer hamburguesas y se suponía que íbamos a
ser solo Ryland y yo; pero ahora aparecieron Ana y ese tal Sebastián.
Asamos
la carne y mientras tanto conversábamos. Ryland nos contó lo que pasó en la
parrillada del día anterior—a la cual yo no fui porque no me invitaron—y nos
actualizó respecto al viaje a L. A.
— ¿Y
ahora sí me dejas ir?—le pregunté.
—Cariño,
claro que puedes ir. Es más, yo te llevo
—
¿Seguro?—pregunté riéndome.
— Sí, seguro—contestó
él riendo.
Sebastián
no dijo nada en toda la comida; no más que lo que le preguntábamos. Y Ana solo comentó lo que sabía.
Terminamos
las hamburguesas y así Ryland saldó la deuda que me tenía por no haberme
invitado a la parrillada en casa de los Lynch.
Mi papá
llegó a casa, saludó a todos y fue arriba, seguramente con mi mamá. Los chicos
se me quedaron mirando.
— ¿Qué?
Es mi padre—dijimos Ana y yo a la misma vez. Solo que, claro, ella dijo “su” en
vez de “mi”.
Nos
miramos. Luego yo volví la mirada a Ryland.
—Ryry,
¿qué sabes de ___ (TN) y de Rocky? ¿Siguen juntos?—se echó a reír.
—Tú
eres la mejor amiga. Tú sabes más de esto que yo.
—Es que
vi una foto en twitter y los comentarios no eran muy nice que digamos.
Oí algo
como un estornudo que provenía de Sebastián. Lo miré. Se revolvía en el sofá…
— ¿Le
ocurre algo?—pregunté a Ana.
—No lo
sé… —respondió con un hilo de voz—. ¿Sebas?
—Tengo
que irme a casa, ya es tarde—fue lo único que alcanzó a decir. Luego se paró y
caminó hacia la puerta sin despedirse.
—T-t-también
me voy—tartamudeó Ana. Luego se levantó también—. Chao—se me acercó para darme
un beso en la mejilla—. Bye, Ryry—se despidió de Ryland de la misma manera y se
fue.
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¡Primera entrada del año! Wiiiii
Lamento haber tardado tanto, pero es que lo estaba preparando todo. La próxima semana subiré el final del epílogo y después vamos con la cuarta temporada!😮 no puedo creer que ya esté escribiendo la cuarta temporada!!! Pero esto es gracias a ustedes💗 los amo a todos y gracias por seguir aquí...
hasta la próxima semana :3
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