domingo, 17 de abril de 2016

Capítulo 22: Capítulo 68 (conteo general): “Despedida dolorosa, pero planificada”


Era hora de tirarse al vacío. Rocky tenía miedo, pero lo animé diciéndole que solo eran cinco metros de largo y diez de caída a los rápidos. Yo fui primero, me tiré sobre la cuerda y pronto sentí esos diez metros acortarse con mi peso; sentí que el agua me salpicaba la ropa.

Como dije antes, solo eran cinco metros. Pero necesité unas seis brazadas para poder estar a salvo de una dolorosa caída.

-          Tu turno, cariño.

Rocky lo hizo mucho más rápido que yo, pero estaba tan nervioso que cuando llegó—a salvo—a la rama donde estaba sentada yo, casi  se cae. Lo sostuve fuertemente del brazo y lo ayudé a sentarse.
Respiró profundo y suspiró, como si hubiera visto a la muerte frente él. Dado que él lucía muy agotado, descansamos unos minutos.

-          Vamos—dije después de los minutos de descanso.

Comencé a trepar las ramas del árbol. Debía encontrar la siguiente base que habíamos instalado. Cuando llegamos a  ella pudimos columpiarnos de liana en liana, hasta que se acabaron. Luego continuamos pasando de rama en rama. Era la parte menos densa del bosque. Ya habíamos pasado lo peor y Rocky se quejaba de los mosquitos y las serpientes.

Llegamos al último tramo. Ya no había ni lianas, ni ramas. Pero nosotros habíamos dejado una soga para llegar al último tramo; a los matorrales que cubren nuestra entrada. Tomé la cuerda y fabriqué una liana artificial. Rocky tuvo más dificultad para pasar. En el último tramo se rasguñó un poco en la frente.

Oh, pobre Rocky. Cuando llegamos a casa, le limpié el rasguño y lo vendé. Teníamos pereza, así que nos quedamos un rato acurrucados. Rocky, de nuevo me preguntó que cómo aguanto tanto calor con la ropa puesta.

-          Costumbre—respondí.
-          Lo dices como si fuera algo muy sencillo.

-          Acostumbrarse no es algo sencillo. Pero está en nuestra sangre. Vivimos en la ciudad más caliente de Centroamérica; tenemos cuerpos resistentes.
-          Yo no lo aguanto—lo miré. Se levantó y se quitó la ropa; luego se tumbó junto a mí.

-          Vamos al río—propuse.
-          ¿Sin traje de baño?
-          ¡yo uso traje de baño—! repliqué–Tú eres el que no usa.

Rocky me miró largo rato; más tarde yo me dediqué a mirarlo. Miraba su pecho, su musculatura, sus tatuajes— ¡muy interesantes tatuajes!—e intentaba mirar más abajo, pero me arrepentía. Más pronto, Rocky levantó su mano y acarició mi cabello. La brisa corría y nos levantaba el pelo. Sonreímos.

-          Vamos—susurró, luego en mis labios—. Te prometo que volverás aquí, a tu casa, con tus padres.

Me dio un corto, pero sensual beso de piquito. Me quedé esperando por más de él. Rocky sonrió. Colocó sus manos gigantes en mi cadera y se lanzó sobre mí a comerme a besos. Presionó su pelvis contra la mía, y pude sentir sus manos recorrer todo en mi abdomen y mi busto. Sentí la maripositas querer salir en enjambre de mi estómago

             *                 *                *

En el río

-          __________ (TN) —lo miré—¿Me dejarías de tocarte?—continué mirando el agua— ¿No te gusta que te toque?
-          No es eso. Sí me gusta… cuando lo haces tú—lo miré.

-          ¿Entonces qué es?
-          Es que… —desvié mi mirada—No creo estar lista para esto ahora mismo—Rocky me acarició la mejilla con sus dedos.

-          Oh, ________ (TN) —me abrazó suavemente—. No te preocupes. Si no quieres hacerlo, no me permitas continuar. ¿Por qué me dejaste, si no lo querías hacer?

-          Porque eres mi marido—lo miré—y yo soy tu mujer—sonreí. Rocky también sonrió y me besó.
-          Te amo—me dijo—, esposa mía.

Nos besamos mucho y nos acariciamos mientras nadábamos en el río. Fue una tarde muy romántica. Vimos pececitos nadando entre nuestros pies, y jugamos como si fuéramos niños en una piscina tan grande.

Poco a poco fue cayendo la tarde y no nos percatamos hasta que oímos a los grillos chillar.

-          Rocky, ya va a anochecer.

Nos habíamos salido del agua cuando sentimos que teníamos la piel de unos ancianitos. Asimismo mojados, nos tiramos sobre las hojas caídas de un árbol de naranja, en la costa de la isla. Rocky me miraba desde arriba, muy tiernamente. Luego comenzó a besarme. Nuestras narices acariciaban la quijada del otro. Nunca antes nos habíamos besado de esa forma.

Rocky estaba muy excitado por el beso y me levantó la blusa. Estábamos muy afuera y ya estaba comenzando a anochecer. Dejamos de besarnos. Ya él me había sacado la blusa por completo. Me levanté y lo miré, el agachó la cabeza. La conversación que habíamos tenido antes no había servido de nada. Pero mi mirada era sensual, sin duda yo no quería mirarlo de otra forma, pues es que ya éramos Marido y Mujer.

Arrastré a Rocky por el otoño, hasta quedar dentro de bosque. Igual sentíamos frío; pero mientras estuviéramos juntos no importaba. Rocky se puso de pie y me dijo:

-          Si no quieres hacerlo… no te volveré a tocar.
-          Rocky—giré su rostro—Yo soy toda tuya. Por favor hazlo.

Me sujetó por el trasero y más tarde nos volvimos a tumbar. Parecíamos unos animalitos salvajes. De hecho por ahí vimos a unas ardillas (macho y hembra) persiguiéndose en el tronco de un árbol. Al menos estábamos solos; entonces éramos parte de ese ecosistema.

Esta vez yo estaba sobre él, dominantemente besando a mi hermoso novio. Pelvis sobre pelvis; pronto sentí su gran erección. Estábamos tan juntos que el escote de mi brasier rozaba su pecho.
De un momento a otro sentí nuestra pasión desvanecerse por completo.

-          Cariño, ya es de noche—lo miré, ya tenía mi mano justo sobre su bragueta. Él me miró feo. No quería que yo le tocara ahí.
-          Sí, ya hace frío. Vámonos—le contesté.

Fui la primera en cruzar los rápidos. Casi me lleva la corriente, pero Rocky me sujetó. Quedamos frente a frente; yo no lo miré a los ojos, sino que bajé la mirada, allí abajo estaba lo que yo quería.
Continuamos andando. Eran como las 6: 30 cuando llegamos a casa. No habíamos pasado mucho tiempo en el río. Por un momento intenté imaginarme cómo se hubiera sentido si Rocky hubiera hecho conmigo lo que siempre ha querido.

Íbamos subiendo hacia mi casa. Rocky pasó junto a mí. Tiré una mirada furtiva desde su pecho desnudo y sus bien formados brazos hasta su pelvis y lo que habría debajo de la bragueta de su pantalón (es que estaba en calzoncillos). Dicen que duele un poquito. ¿Pero cómo lo hubiera sentido? Sería una sensación extraña sentir algo de ese tamaño dentro de mi cuerpo ¡y por ahí! Que por cierto, ¿Por cuál de los dos huecos se mete? Dicen que nosotras tenemos dos. ¿Cómo se hubiera sentido si lo tuviera dentro de mí, moviéndose en mi Ser…? ¡Qué va soy una Virgen; de ninguna manera podría saber cómo se siente, si jamás lo he sentido.

Aparté de mí esos pensamientos. ¿Lujuriando a mi novio? No. Para nada.

**Flash ahead** (spoiler)

(Si quieres leer este spoiler, es tu decisión. Si no te los puedes saltar hasta que acabe la letra morada)

-          Rocky, mi amor—corrí hacia sus brazos lo más rápido que mi largo vestido me permitía. Nos abrazamos.

-          Mi dulce Flor de Loto—me dijo al oído— ¿vistes con largas faldas para recibirme? Sabes lo que a mí me gusta que uses.
-          Pero tú sabes que mis tías no me permiten usar nada más corto.

-          Oh, pobrecilla—me estrujó—has sufrido mucho desde la pérdida de tus padres.
-          Y mi hermano me abandonó. Tú también me abandonaste.

-          Te deportaron, además eras menor de edad, y sabes que la gira mundial estuvo en Sandby por ti. Ya hemos reanudado la gira, pero ahora en septiembre inicia otra gira.

-          Si no fuera porque me voy a Oxford no había venido a visitarme.
-          ¿Visitarte? Te lo he dijo, estuve ocupado. En cuanto me pediste que te acompañara lo dejé todo para venirte a buscar.

-          Bien.
-          ¿Ya empacaste? Te llevaré a L.A.
-          ¡¿Qué?! ¿No me llevarás hasta Londres?

-          No. Haré la primera escala contigo, pero tú entrarás sola al Reino Unido. Lamento no poder acompañarte hasta Oxford.
-          Pero… ¿Cómo voy a entrar a otro país totalmente sola. Ni siquiera soy totalmente anglohablante, me voy a enredar con el acento.

-          Cariño, yo sé que tú puedes. Has estado estudiando; veo esta habitación llena de libros, como ese diccionario español-inglés de términos científicos. Si te has ganado esa beca para Oxford es porque tú puedes.

-          Rocky, estoy asustada—me besó en la cabeza.
-          Pues no estés asustada—

Lo miré a los ojos largo rato y él sostuvo la mirada. Acercó sus labios a mi boca. Sentí mi corazón descongelarse al instante. Las mariposas volvieron a proliferar y mi corazón empezó a calentar la sangre que llevaba a mis extremidades. Solo en ese momento sentí que me iba a besar. En cambio solo me iba a decir: “¿Y empacaste tus cosas?”

-          No—respondí.
-          ¡Muchacho de Dios! ¿Has venido hasta aquí a prostituir a mi niña?

-          Tía, ya tengo 15 años; no soy una niña, además él es mi esposo—Rocky le mostró nuestros anillos. Tía Evelyn se quedó atónita—tía, hoy nos vamos. Ya comienzan las clases en Oxford y debo tomar un curso antes de que empiece el Semestre.

-          Pero no puedes irte, eres menor de edad y tu hermano te dejó bajo mi custodia.
-          Para irse a Nueva York con Rydel—murmuré por lo bajo—. Pero tía, yo ya me he emancipado y estoy casada.

-          ¡Ah, sí! ¡Pues que tu Marido te mantenga!
Dicho esto, se fue la tía.
-          Empaca tus cosas, nos vamos ya mismo—me dijo—. Esperaré afuera. No te demores.

Le tenía miedo al mismo Rocky, después de todo lo que había pasado en esos 7 meses. Todo fue muy rápido y muy duro. Pero ya era hora de empezar mi nueva vida en Inglaterra. El pasado, mis padres, mi hermano, se quedaban de este lado del océano… ¿Y Rocky?
Terminé de empacar. Jamás me había acomodado a esa habitación tan religiosa; de modo que nunca me puse cómoda y mi guardarropa era mi maleta; nunca desempaqué.

Tomé las últimas cosas que se me quedaban por ahí regaladas. Luego miré la habitación. Era lo mismo conmigo dentro que sin mí. Me cambié de ropa y me paré frente al espejo. Siete meses sin haber usado pantalón, y ya éstos eran irreconocibles para mí. Pero los extrañaba. Las tías se hubieran molestado muchísimo si me hubieran visto con pantalones otra vez; pero mi tía Evelyn ya me había dicho muy claramente que me largara con mi marido. La puerta se abrió.

-          ¿Qué haces? Te estoy esperando. ¿Por qué no has bajado?—preguntó Rocky.
-          Es que hace mucho que no usaba pantalones—. Rocky cerró la puerta— ¿Cómo me veo—? Se acercó.

-          Mi Reina, ninguna prende puede ser hermosa si no la vistes tú. Tu precioso cuerpo hace que las ropas dejen de ser solo trapos y que tengan forma y elegancia. Sola tú lo tienes todo: belleza, gracia, sensualidad y elegancia.

-          Mi amor—me acarició el cuello y luego los hombros. Luego me besó el cuello.
-          Te amo

-          También te amo—Levantó mi mano y él me acarició y me besó desde las uñas hasta la clavícula. Me respiró y comenzó a hablar sensualmente y a lujuriarme.
-          Te extrañé

(Ahora aquí viene una palabra que a algunos les incomoda. Están advertidos.)

-          Yo aún más—susurré. Me di la vuelta y dejé de ver nuestro reflejo en el espejo. Lo miré a los ojos y, persiguiendo la inclinación de su cabeza, lo besé; y permití que él me dominara. Y así dominantemente me llevó a la cama—que por cierto era muy pequeña—y luego me quitó la blusa, el pantalón y el sujetador. Le desabroché la camisa y él me quitó le panti… Entonces se detuvo. Me monté sobre él y busqué su pene. Ya no podía esperar más; era ahora o nunca.

-          Amor, no. No lo hagas.
-          ¿Por qué? Te amo y lo sabes. ¿Si has llegado hasta aquí, por qué no terminas de despojarme de mi inocencia—? Suspiró.

-          Lo sé, mi amor. Es solo que no quiero que sea ahora. No es correcto—me tiró al otro lado de mi cama.
-          ¿por qué? Si ya somos Marido y Mujer. Toma mi Virginidad, esposo mío. Oye mis súplicas.

-          ¡_______ (TN), no!

-          Rocky, te lo ruego—entré en llanto, y desplomé mi cabeza contra el duro colchón. Pasados unos minutos volví a levantar mi cabeza—Si no me tomas ahora, en cuanto sobrevuele el océano, no podrás volverme a tomar—levanté mi pecho y lo miré. Él ni me miró— ¡Entiende que dejo de ser tuya en cuanto ese avión me separe de ti—! Rocky extendió su brazo y rodeó i cabeza, me abrazó y me acercó a él. No había tomado en serio la advertencia. Se levantó abruptamente.

-          Vámonos. Vístete.

**Fin del Flash ahead** (spoiler)


-          Tus padres te van a regañar
-          Todavía no han llegado de la fiesta.

Fui rápidamente y me aseguré de que no estaban mis padres en casa. Ok, no estaban. Entré por atrás y luego busqué mi teléfono. Estaba segura de que lo había dejado en la mesa de la sala. Lo encontré y vi que mis padres me habían dejado varios mensajes. Era obvio que aún no habían salido de casa de Madie; estaba buscándome.

Les escribí rápidamente que estaba con Rocky y que ya estábamos en casa. Ok. Respondió mi mamá.

-          Cariño—se acercó Rocky con las manos en los bolsillos (que de hecho no tenía). Mañana regresamos y la gira continúa.
-          Pues entonces descansa. Debes recargar tus fuerzas y practicar para que todo te salga bien—le sonreí.

-          Sabes bien que volveré por ti.
-          No te preocupes. Estaré aquí estudiando. Ya sabes que Londres es mi destino y tengo que seguir estudiando inglés.

-          Por supuesto amor—sonrió y me abrazó. Entonces vino un frío silencio—. Mmm amor, no dejes de estudiar.
-          Ni tú de sonreír—sonrió en respuesta e hizo ademanes de irse.
-          ¿______ (TN)?

-          ¿Sí—? Me volteé.
-          Por favor—nos acercamos el uno al otro—por favor…

-          Todo lo que tú quieras esposo mío—. Tomó mi quijada y la levantó, mientras juntaba sus labios contra los míos. Los presionaba y los presionaba, pero yo no abría la boca. Luego, bajé un poco la cabeza. Una lágrima se deslizó por su mejilla y cayó en mi cabeza; lo sentí en el cráneo. Nos abrazamos.

Estaba viendo algunos vídeos musicales de R5 en YouTube. Hacía mucho tiempo que no sabía de ellos como antes: por YouTube, por google+, por Facebook, por mail. En el Fandom no paraban de hablar de que los chicos por fin iban a reanudar la gira mundial.
También hablaban de una foto de Rydellington que subieron los chicos hace poco, en donde se veían unas montañas al fondo; y algunos decían que eran los Andes y que estaban en Chile; otros, que eran las montañas de Nevada; otros que era Telamanca. Incluso algunos propusieron que eran los Alpes y que estaban en Alemania.

Incluso algunos propusieron que eran los Alpes y que estaban en Alemania. Varias ubicaciones fueron descartadas, y en lo que todo el mundo estaba de acuerdo era que no estaban en Estados Unidos. Y la gran mayoría decía que se trataba de la cordillera Central, y que por la vegetación que se puede apreciar en la imagen, tenía que ser de Nicaragua a Colombia. Definitivamente muy pocos acertaron en que era la cordillera de Telamanca, en Centroamérica.

Esas chicas no les quitan el ojo de encima; pero era bueno. Recordé cuando yo era una de esas y me ponía celosa porque había otras chicas que sabían más que yo de ellos.
No dije nada en el Fandom, y cuando llegaron mis padres… bueno, recibí una buena regañada por haberme escapado con Rocky y porque no me había bañado y estaba sobre el sofá y con la Tablet.

-          Hija—me miró mi madre—espero que no haya sucedido nada.
-          No sucedió nada, te lo juro—miré a Rocky. Estaba observando la  escena desde la calle. Cuando lo juré, entonces se fue.

-          ______ (TN), ¿por qué se escaparon?
-          Queríamos estar en un lugar privado, porque teníamos cosas de qué hablar; mañana los chicos se van. Son estrellas y deben cumplir con lo prometido a los fans; y yo me iré a estudiar a Oxford. Lo cual significa que estaremos, por un tiempo, separados.

-          ¡oh, ¿de verdad irás a Oxford? ¡Oh, mi bebé—! Me abrazó y me estrujó. Miré por la ventana; Rocky ya no estaba allí—Ahora anda a bañarte y luego vete a dormir. La graduación es mañana temprano.

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Holaa! Abrazos y beso para todos.
como saben, ayer fue el segundo aniversario de este blog. tuve la mala suerte de que este año cayó sábado, y que ese día es en el que tengo la agenda más apretada. 

Bueno, como no pude subir nada ayer, terminé este capítulo esta madrugada y ya por fin está aquí.
 Estaré actualizando la novela de Riker (que por cierto era el regalo de mi Amiga Anónima de España. ¿En dónde estás? aún no has entrado al blog: lonovelamasqooldetodoelinternet.blogspot.com
Ahora mismo estoy muy lejos de publicar el siguiente capítulo la otra semana. Probablemente pase un mes o más. Acabo de terminar los exámenes, y como no hay vacaciones después de los exámenes, hay que continuar. Ya se imaginarán cómo tengo mi agenda escolar. Pero siempre estoy sacando tiempo para escribir algo.



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