jueves, 4 de febrero de 2016

Capítulo 17: Capítulo 63 (conteo general): "Esto es guerra".

Parte 3: “Parte oscura”



-          No me parece bonito lo que hiciste, ______ (TN).
-          Era necesario—no levanté la mirada todavía.
-          ¡Por Dios, ____ (TN)! ¡tú solo estás ansiosa y nerviosa. Esto no tenía porqué ser así.
-          Rocky empezó. Primero que todo él me acusó de serle infiel poniéndole los cuernos con Riker. Dime: ¿Yo he besado a Riker?
-          Sip—Respondió Ana.
-          ¿Qué?—exclamé asustada— ¿Cuándo?
-          En muchas ocasiones, pero yo vi con mis propias ojos cómo ustedes se besaron en el río, unos días después de que salvaras a Riker.


******Flashback*****

Riker se acerca mucho a mí y me pone la mano en el hombro y me lo acaricia suavemente—Me complace poder seguir vivo para seguir viendo tus hermosos ojos y acariciando tu precioso cuerpo… —

Le sonreí y asentí—por supuesto no podía permitir que murieras. Eres el mejor hermano que he tenido—Sonreí— ¿Solo un hermano?—Riker sonrió pícaramente—Bésame—sus ojos eran provocativos—Me encanta lo prohibido, ¿y a ti?—dije tremendamente cerca de su boca y luego me lancé sobre él. Riker recibió bien mis labios. Me sujetó de la cadera y por la espalda y me abrazó fuertemente. Yo me sujeté de su cuello y no permití que nuestros labios se separaran. Sentí su pelvis contra la mía y más abajo sentí su (**Okay, en este momento advierto a quienes son susceptibles, voy a usar una palabra que a muchos les puede molestar; pero es la palabra, no hay por qué inventar más términos, es una sola palabra de dos sílabas y cuatro letras, ¿Okay?**) pene o__0. Me escandalicé. Riker lo notó y sonrió. Tomó mi tímida mano y la metió por ahí abajo. Riker sonrió. Se sentía Rikerliciuos.

******Fin del Flashback*****


(*Escucha esta canción mientras lees el siguiente diálogo*)

-          ¿Rikerliciuos?
-          Ana, no fue mi culpa; Riker me excitó y…
-          Cariño, fue tu falla. Debes ser fuerte ante la tentación.
-          Uhg. Rocky debe odiarme.

-          No, _____ (TN).
-          ¡Sí! Ahora mismo debe estar peleando contra Riker. ¡Hermano contra hermano y esto lo he causado yo!—sollocé.
-          No, _____ (TN); hay otra forma.

-          ¡Dime cuál!—grité y sollocé—Porque yo ya no puedo más—Estaba a punto de estallar.
-          ______ (TN), por Dios, cálmate.

-          Rocky dice que yo lo he traicionado. ¡No es verdad! Yo he sido fuerte mientras cargaba conmigo la pena más grande de este mundo: la incertidumbre. El me abandonó, me dejó sola y desamparada. Yo no estoy segura de que él realmente no haya tenido ninguna amante capitalina. ¡Dime, tú que sabes cuán fácil es conseguir un amante en la capital!

-          _____ (TN), no trates de culparlo. Él estuvo un mes entero trabajando y grabando para la novela. No creo que tuviera tiempo para amantes.
-          ¡Tú qué sabes! No estuviste ahí. Yo debería saberlo porque soy su novia. O al menos… lo era. A mí no me dejó verlo y hasta me dijo debajo de la luna más fría y más oscura que haríamos el amor. No era necesario que me mantuviera alejada para luego hacérmelo.

-          ¡_____ (TN), esto tampoco es necesario!
-          ¡Sí lo es!—exclamé—No puedo aguantarme una infamia tan grande. Desde hoy ya no soy novia de Rocky. Le declaro la guerra. Y que no busque refugio en nadie, porque lo haré sufrir.
-          ¡¡______ (TN), No!!

*             *            *

Narra Ross:

Escuché sollozos. Mi corazón dio un vuelco. Sentí algo muy profundo en mi estómago. No sé ni cómo explicarlo. Era como si sintiera responsabilidad de algo, o debo hacerme cargo de algo. Sea como sea debía llegar pronto ante quien lloraba.

Cuán chocantes fueron esas imágenes para mí. Era la bella Ana y su dolor yo lo sentí en mi ser, multiplicado por diez. Al entrar en su espacio personal sentí la devastación total que había dentro de su corazón. Igualmente frágil me sentí yo.

-          Ana… ¿Qué te pasó? ¿Quién te hizo esto?—luego sentí que no debía interrogarla.

-          Oh, Ross—me miró. Su maquillaje estaba corrido, sus ojos rojos y todavía corrían lágrimas por sus mejillas—He fallado—sollozó—No sabes todo lo que ha sucedido aquí; _____ (TN) se ha vuelto loca—desorbitó sus ojos.

-          Ella siempre ha sido loca como una cabra.
-          ¡Lo sé! Pero ahora esto se ha salido de control. ¡Le declaró la guerra a Rocky! No sé qué va a hacer, pero será peligroso.

-          Ana… —la abracé fuerte y delicadamente—estás traumatizada; ven conmigo, te llevaré a otra parte.

-          No, por favor—me detuve—no me lleves a tu casa—seguía con los ojos desorbitados.

-          Tranquila, mi amor, te llevará a otra parte.

Ana no pudo más que dejar que yo la cargara; ya la tenía en mis brazos, no podía hacer menos que cargarla hasta mi auto.

Durante el camino siempre tuvo la mirada fija en él mismo. De un momento a otro noté que lágrimas salían de sus ojos. Se las enjuagué mientras acariciaba tiernamente sus mejillas.
No sería un detalle especial llevarla a un hotel en la ciudad porque, siendo ella nativa de ahí, conoce perfectamente su ciudad; y yo conociendo a estas chicas ricas de esta ciudad, a ellas les gusta más el campo que la ciudad, al parecer aquí todo es al revés. De todas formas, aunque no sea un muy lindo detalle, sí sería algo romántico.


Estábamos ya en la habitación y Ana parecía de lo más tranquila posible. Estaba sentada en la cama viendo muñequitos en Disney Channel. Entré en la suite y luego fui al cuarto. Yo había decidido que compartiéramos la misma habitación. Ni de broma la dejaría sola cuando la podría tener en mi habitación.

-          Ross, ¿por qué estoy aquí?—empezó a cuestionarme.
-          No querías quedarte en ese lugar, ¿verdad?
-          Yo solo quiero ayudar a mi amiga—me puse cómodo en la cama.

-          ¿No decía que se había salido de control?
-          Sí. Pero todavía se puede rescatar y evitar que suceda algo terrible.
-          ¿A qué te feries?—pregunté.

-          Ross, yo conozco a ______ (TN); este es el principio del fin. Si no hacemos algo ella destruirá tu familia y la banda empezando por el guitarrista.

-          Ana—puse mi mano en su cabeza—cálmate. ¿Por qué no descansas y te relajas?—le acaricié la cabeza y la espalda.
-          Bueno, puedes tener razón—ya estaba cayendo—. Pero no. Ross, tengo que ir a salvarla—se levantó.

-          Pero Ana, quédate conmigo—le supliqué.
-          Rossy, no eres romántico—se fue.

Narra Ana:

Todavía no puedo creer que esto en verdad haya sucedido. Lo hubiera visto venir si hubiera estado con ella durante su exilio. Pero es que ahora todo es tan confuso. Han pasado muchas cosas; pero creo que Riker no debe ser una de ella.

Ahora mismo voy en un autobús a ver a Kimby. La necesito para solucionar esto.


-          Yo también hubiera visto esto venir. Pero ninguna de nosotras podía estar ahí con ella. No te cumples de eso.
-          Es que tú no entiendes. María no está y me pidió que me encargara de _____ (TN); así que no puedo permitir que esto se me salga de las manos.

-          Nosotras somos gemelas y sé muy bien por qué ella está actuando así. Es simplemente que se siente ahogada por todo lo que está sucediendo a su alredor. Ese novio le hizo daño. Ella nunca debió haberlo conocido.

-          Ay, no digas eso, tú no lo conoces. Yo sí lo conozco y sé que ___ (TN) no encontraría ningún otro chico en cualquier parte del universo que la amara y la quisiera tanto como Rocky. Es solo que ellos deben logran un punto medio.

-          Pero, Ana, por ahora nosotras no podemos hacer nada, ni especular. Solo tenemos que esperar a que ella mueva la primera pieza, dice que está en guerra…

-          ¿Pero y si hace algo que debamos lamentar en serio?
-          No te preocupes. Eso no sucederá.



Narras tú:

Será posible que esto sea en serio. Estoy sola, ¿cómo voy a librar esta guerra?
Lo primero que debo hacer es conseguir alguien con quién vengarme de Rocky… por todo el daño y el mal que me hizo.

Al día siguiente fui al colegio. Los graduandos estaban todavía en rehabilitación. Ya habían salido los no graduandos; pero a mí solo me interesaba un graduando de la promoción 2014. Ese desgraciado de Rafael.

-          No se supone que tú tienes esposo. ¿Qué estás haciendo aquí en lugar de hacer el amor con ese gringo platudo?

-          Solo quería decirte que él ya no es mi novio—A Rafa se le abrieron los ojos como platos y luego sonrió perfectamente.

-          Ahh. Así que por fin te diste cuenta de quién es el más macho de los dos. Espera mi amor, voy a presentar mi examen y luego salimos, ¿okay, preciosa?

-          Por su puesto, cariño.

Primer objetivo cumplido a la perfección. ¿De verdad estoy yendo por esta ruta? No importa; Rafa está conmigo y él me hará más fuerte ante Rocky.

Rafael pasó su examen exitosamente—según él, gracias a mí—y logró pasar a la universidad. Ahora que “somos novios”, es el momento de disfrutar y ver sufrir a Rocky.
Más tarde estaba yo en mi casa, cuando llegó Rafael en su four wheal. Yo no lo planeé, simplemente salió así de perfecto. Qué casualidad que justo en el momento en el que llegó “mi novio” a buscarme, estaba Rocky intentando “negociar” conmigo. Estábamos teniendo una discusión más o menos como esta, en el portal de mi casa.

-          Eres mi novia y no aceptó tu rebeldía.
-          ¿Mi rebeldía? Cariño, yo ya no soy tu novia—en ese momento es cuando llega Rafael.

-          ______ (TN) —me agarró del cuello—yo te amo. Aunque hagas todo esto, yo seguiré amando. Pero por favor, no me hagas sufrir este calvario. ¿Por qué ya no me amas? ¿Acaso no es suficiente el amor que yo te profeso? ¿Por qué haces esto?

-          Yo ya no te pertenezco. No deberíamos tener esta conversación. Es más: ahí está mi novio—señalé a Rafael. Rocky se puso rojo de ira; apretó los puños y salió volando a enfrentarse contra Rafa. Yo lo perseguí—Rocky, no. ¡Ni se te ocurra!

-          Ey, tú—gritó Rocky. Rafa volteó—ni se te ocurra salir de aquí con mi novia.

-          ¿Qué dices, gringo? Ella ya no es tuya. Ella es mía y nunca volverá a ser tuya—exclamó Rafael. Me subió a su moto y escapamos después de que Rafa le propinara un golpe en la cara.

Por un momento sentí que esto no era adecuado. Sentí algo por Rocky que no era compasión y tuve ganas de volver, curarlo y darle un beso que lo reconfortara… ¡Pero qué digo! No puedo sucumbir tan de repente.

Rafael me llevó al cine y luego a casa de sus padres y me presentó ante sus amistades, los verdaderos populares del colegio, la “nobleza” del tercer piso. Yo como ex-reina del segundo piso me sentía admirada ante tanta realeza… Es broma, todos ellos son unos puercos.

Mas me enteré de algo muy curioso: Rafa se había convertido en el nuevo Rey de la Prepa. Es estúpido porque las clases ya se habían acabado, pero como graduando de 6to año siempre quiere tener un poco más de gloria de lo que el calendario permite, y hacer que el legítimo rey fuera explusado para coronarse como Rey. El centro de todo este chisme es que como ahora yo decidí—voluntariamente—ser la novia de Rafa, me convertí—por los pocos días de rehabilitación que quedaban—en la reina más poderosa de todo el colegio. Tener a casi tres mil estudiantes de todas las edades a mis pies. Todo ese poder, aunque sea solo aplicado al cuarto del cuerpo estudiantil que tiene que rehabilitar en enero. Eso es ser una reina.

Días después estaba en mi habitación meditando sobre mi reinado. Mis padres estaban en Estados Unidos resolviendo unos problemas legales y juan estaba haciendo unos exámenes para ver si aplicaba para una beca para irse a estudiar a Alemania. Allá está mi otro hermano, Joseph.

Entre mis meditaciones reales noté que no podía destruir mis relaciones con mis primas y que debía hacer algo con Riker. Él estaba en el ojo el huracán y esto es una guerra, no un huracán. Riker debía pasarse para uno de los dos bandos o perdería la vida.

Iba a llamar a Madeliene, pero no sabía ni cómo hablarle. Tenía el teléfono en mis manos, pero lo dejé caer sobre la cama. YO también me dejé caer sobre la cama. No aguantaba el peso de mi alma, pero igual debía librar la batalla.

No podía ir a casa de Madie porque ahí Riker me descubriría. Las chicas estarían buscando una forma de hacer que yo vuelva a estar con Rocky. Pero yo no podía hasta que hubiera cumplido con antes primero. ¿Qué era? ¡No lo sé!

Tomé la decisión que estuve meditando por horas. Tomé mi teléfono y llamé a Kimberly para que viniera a hacerme compañía. Ella llegó y no provocó sospechas de nadie. Ni Ana sabía que Kimby estaba en mi casa. Kimberly me hizo compañía hasta el día de acción de gracias. Juntas pensamos en cómo también podríamos hacer esta guerra. Pronto Kimberly se enteró de que Ross había pasado varias noches con Ana en un hotel. Eso aumentó las ganas de ella de ayudarme a vengarme de Rocky. Esa es la mejor prima gemela de la historia.

Fuimos a la primera misa de adviento, la última de noviembre. Los chicos no estuvieron ahí, pero luego de la misa sucedió algo que cambió el curso de la guerra para siempre.
Riker no fue a la misa, pero sí estuvo en la iglesia. Él me encontró en el patio de la iglesia. Me tomó desprevenida, pero aun así la hoja de mi cuchillo pasó terriblemente cerca de su cara.

Riker me dio unos mensajes que no podían provenir de ninguna mente cercana a la de Rocky. Todo esto era idea de Riker y de nadie más.

-          ¿Recuerdas que en un momento tomamos una decisión adulta?
-          Lo recuerdo perfectamente—respondí.
-          ¿En qué momento lo olvidamos?—preguntó Riker.

-          creo que en el momento en que me volviste a besar—me acerqué a él.
-          Creo que todavía no hemos crecido—Riker me miró— ¿tienes frío?
-          Un poco. Me da vergüenza decirlo, pero creo que yo no quiero crecer todavía—lo miré a los ojos.

-          Adelante—Me lancé hacia él  y besé tiernamente sus labios. El beso fue corto.

-          ¿Nada más eso?
-          Riker, tengo que ir a casa.
-          Te veo mañana aquí.

Durante esa semana Riker fue a la misa diaria; y le gustó, pronto se convirtió al catolicismo. Todos los días nos encontrábamos en el patio, siendo ya de noche y nos dábamos furtivos besitos. Riker dejó de ver a Madie y yo solo comulgué el lunes.

Aunque nuestras vidas cambiaron durante esa semana, Riker no dejó de trabajar, pero durante casi toda la semana no vio a sus padres, ni a sus hermanos, ni a Ellington, ni a Rydel.

Rafael me hizo compañía seguidamente, pero lo despachaba justo antes de encontrarme con Riker.

El viernes de esa semana Riker fue furtivamente a mi casa. Yo seguía sola ahí; Juan ya se había ido para Alemania. Rafael estaba conmigo. Se dio cuenta por fin de que yo en realidad no estaba con él.

No pudo con Riker y se fue enojado. No podía hacer más.

Riker estuvo conmigo esa tarda y hasta la noche. No tuvimos relaciones, pero nos dormimos juntos, acurrucados y arropados en el sofá; viendo una película. Pero luego Riker apagó la televisión y se quedó conmigo. Pasamos casi toda la noche juntos. Cuando me desperté, Riker no estaba a mi lado. Se había ido.

La almohada olía a Riker, el sofá olía a Riker, las cobijas olían a Riker, mi cabello y mi ropa olían a Riker; ¡yo olía a Riker junto con toda la habitación!

Enterré mi nariz en la almohada. Era imposible evitarlo si hasta mi propio ser tenía sed de Riker. Abracé la almohada y la besé. Me toqué y me besé. Todo lo que tuviera ese olor me atraía. Hasta su número de teléfono desprendía su olor.

Quise llamarlo, pero no tenía fuerza siquiera para tomar mi teléfono.

Solo almorcé ese día. A la tarde llegó Riker. Corrí a abrirle la puerta y me lancé a sus brazos. Llevaba un vestido púrpura corto, ceñido y escotado. A penas Riker llegó lo primero que vio fue mi escote, se le salieron los ojos y cambió su mirada. Cuando abrí la reja, Riker me tomó de la cintura y supo qué hacer.

Nunca abrí las cortinas y rápidamente cerré las puertas. Cuando estuvimos totalmente solos, Riker comenzó a besarme con más pasión, sin dejar de ser Rikerliciuos. Tocándome me llevó a la cama y poco a poco fue desvistiéndome.

Había anhelado eso todo el día. Le quité la camisa a Riker y sentí su pecho fuerte y sus brazos bien desarrollados.

Estuvimos en diferentes posiciones, hasta que me percaté de que era el momento justo.
Tomé una pañoleta y cegué a Riker. Luego me monté sobre él, que estaba acostado sobre su estómago. Comencé a besarlo y a acariciarlo.

Ya era de noche. Tenía mi navaja cerca de la cama. ¿Pero cómo lograría alcanzar sin que la presa se me escapara?

Miré a Riker. Estaba tranquilo, relajado y casi durmiendo. Me estiré y tomé mi cuchillo. No sabía cómo hacerlo.

Primero Rocky se había enojado conmigo porque se enteró de todo lo que Riker y yo habíamos hecho mientras él no estaba. Le pareció una traición. Lo supo desde que llegó, pero lo importaba primero saber que yo lo perdonase por haber intentado violarme; y cuatro días después saca el tema a Relucir. Después vino a decirme que me ama, aunque yo esté resentida. Y para colmo me mandó mensajes con María para que conversemos. Me dice que no me perdona haber besado a Riker conscientemente, pero que si dejo que Riker se vaya con su familia, podríamos llegar a un acuerdo. Yo no aceptaría que me devaluara así.
Tenía en mi mente las palabras exactas que iba a transmitirle a Rocky.

                                 Hablemos. Te espero en el patio de mi casa. Ven de noche.

No lo pensé más, pero fui sutil. Cuando comenzó a salir sangre de la espalda de Riker fue cuando él comenzó a gritar.


-          ¡AHHHH! _______ (TN), ¿qué es lo que me haces?


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Hola!!!
lamento haber tardado tanto.
¿Les comenté que tengo un nuevo blog?
Pronto publicaré el primer capítulo de esta novela, pero primero quería publicar esta entrada.
Es el final del "rollo con Riker" tan aclamado por mi Amiga Anónima de España. Como lo prometí, aquí está.
¿Te parece bien lo que está haciendo TN? ignorar a Rocky, andar con Rafa y acostarse con  Riker, y luego escribirle con su propia sangre en la espalda. Pobre Riker!! Eso es muy cruel y debe doler mucho.
Estén pendientes que pronto estaré subiendo el primer capítulo de la novela de Riker .

Hasta pronto... 3: 3:

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