Parte 3: “Parte oscura”
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No me parece bonito lo que hiciste, ______ (TN).
-
Era necesario—no levanté la mirada todavía.
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¡Por Dios, ____ (TN)! ¡tú solo estás ansiosa y nerviosa. Esto no
tenía porqué ser así.
-
Rocky empezó. Primero que todo él me acusó de serle infiel
poniéndole los cuernos con Riker. Dime: ¿Yo he besado a Riker?
-
Sip—Respondió Ana.
-
¿Qué?—exclamé asustada— ¿Cuándo?
-
En muchas ocasiones, pero yo vi con mis propias ojos cómo
ustedes se besaron en el río, unos días después de que salvaras a Riker.
******Flashback*****
Riker
se acerca mucho a mí y me pone la mano en el hombro y me lo acaricia
suavemente—Me complace poder seguir vivo para seguir viendo tus hermosos ojos y
acariciando tu precioso cuerpo… —
Le
sonreí y asentí—por supuesto no podía permitir que murieras. Eres el mejor
hermano que he tenido—Sonreí— ¿Solo un hermano?—Riker sonrió pícaramente—Bésame—sus
ojos eran provocativos—Me encanta lo prohibido, ¿y a ti?—dije tremendamente
cerca de su boca y luego me lancé sobre él. Riker recibió bien mis labios. Me
sujetó de la cadera y por la espalda y me abrazó fuertemente. Yo me sujeté de
su cuello y no permití que nuestros labios se separaran. Sentí su pelvis contra
la mía y más abajo sentí su (**Okay, en este momento
advierto a quienes son susceptibles, voy a usar una palabra que a muchos les
puede molestar; pero es la palabra, no hay por qué inventar más términos, es
una sola palabra de dos sílabas y cuatro letras, ¿Okay?**) pene o__0. Me escandalicé. Riker lo
notó y sonrió. Tomó mi tímida mano y la metió por ahí abajo. Riker sonrió. Se
sentía Rikerliciuos.
******Fin del Flashback*****
(*Escucha esta canción mientras lees el siguiente diálogo*)
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¿Rikerliciuos?
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Ana, no fue mi culpa; Riker me excitó y…
-
Cariño, fue tu falla. Debes ser fuerte
ante la tentación.
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Uhg. Rocky debe odiarme.
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No, _____ (TN).
-
¡Sí! Ahora mismo debe estar peleando
contra Riker. ¡Hermano contra hermano y esto lo he causado yo!—sollocé.
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No, _____ (TN); hay otra forma.
-
¡Dime cuál!—grité y sollocé—Porque yo ya
no puedo más—Estaba a punto de estallar.
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______ (TN), por Dios, cálmate.
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Rocky dice que yo lo he traicionado. ¡No
es verdad! Yo he sido fuerte mientras cargaba conmigo la pena más grande de
este mundo: la incertidumbre. El me abandonó, me dejó sola y desamparada. Yo no
estoy segura de que él realmente no haya tenido ninguna amante capitalina.
¡Dime, tú que sabes cuán fácil es conseguir un amante en la capital!
-
_____ (TN), no trates de culparlo. Él
estuvo un mes entero trabajando y grabando para la novela. No creo que tuviera
tiempo para amantes.
-
¡Tú qué sabes! No estuviste ahí. Yo
debería saberlo porque soy su novia. O al menos… lo era. A mí no me dejó verlo
y hasta me dijo debajo de la luna más fría y más oscura que haríamos el amor.
No era necesario que me mantuviera alejada para luego hacérmelo.
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¡_____ (TN), esto tampoco es necesario!
-
¡Sí lo es!—exclamé—No puedo aguantarme
una infamia tan grande. Desde hoy ya no soy novia de Rocky. Le declaro la
guerra. Y que no busque refugio en nadie, porque lo haré sufrir.
-
¡¡______ (TN), No!!
* *
*
Narra Ross:
Escuché sollozos. Mi corazón dio un
vuelco. Sentí algo muy profundo en mi estómago. No sé ni cómo explicarlo. Era
como si sintiera responsabilidad de algo, o debo hacerme cargo de algo. Sea como
sea debía llegar pronto ante quien lloraba.
Cuán chocantes fueron esas imágenes
para mí. Era la bella Ana y su dolor yo lo sentí en mi ser, multiplicado por
diez. Al entrar en su espacio personal sentí la devastación total que había
dentro de su corazón. Igualmente frágil me sentí yo.
-
Ana… ¿Qué te pasó? ¿Quién te hizo
esto?—luego sentí que no debía interrogarla.
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Oh, Ross—me miró. Su maquillaje estaba
corrido, sus ojos rojos y todavía corrían lágrimas por sus mejillas—He
fallado—sollozó—No sabes todo lo que ha sucedido aquí; _____ (TN) se ha vuelto
loca—desorbitó sus ojos.
-
Ella siempre ha sido loca como una
cabra.
-
¡Lo sé! Pero ahora esto se ha salido de
control. ¡Le declaró la guerra a Rocky! No sé qué va a hacer, pero será
peligroso.
-
Ana… —la abracé fuerte y
delicadamente—estás traumatizada; ven conmigo, te llevaré a otra parte.
-
No, por favor—me detuve—no me lleves a
tu casa—seguía con los ojos desorbitados.
-
Tranquila, mi amor, te llevará a otra
parte.
Ana no pudo más que dejar que yo la
cargara; ya la tenía en mis brazos, no podía hacer menos que cargarla hasta mi
auto.
Durante el camino siempre tuvo la
mirada fija en él mismo. De un momento a otro noté que lágrimas salían de sus
ojos. Se las enjuagué mientras acariciaba tiernamente sus mejillas.
No sería un
detalle especial llevarla a un hotel en la ciudad porque, siendo ella nativa de
ahí, conoce perfectamente su ciudad; y yo conociendo a estas chicas ricas de
esta ciudad, a ellas les gusta más el campo que la ciudad, al parecer aquí todo
es al revés. De todas formas, aunque no sea un muy lindo detalle, sí sería algo
romántico.
Estábamos ya en la habitación y Ana
parecía de lo más tranquila posible. Estaba sentada en la cama viendo
muñequitos en Disney Channel. Entré en la suite y luego fui al cuarto. Yo había
decidido que compartiéramos la misma habitación. Ni de broma la dejaría sola
cuando la podría tener en mi habitación.
-
Ross, ¿por qué estoy aquí?—empezó a
cuestionarme.
-
No querías quedarte en ese lugar,
¿verdad?
-
Yo solo quiero ayudar a mi amiga—me puse
cómodo en la cama.
-
¿No decía que se había salido de
control?
-
Sí. Pero todavía se puede rescatar y
evitar que suceda algo terrible.
-
¿A qué te feries?—pregunté.
-
Ross, yo conozco a ______ (TN); este es
el principio del fin. Si no hacemos algo ella destruirá tu familia y la banda
empezando por el guitarrista.
-
Ana—puse mi mano en su cabeza—cálmate.
¿Por qué no descansas y te relajas?—le acaricié la cabeza y la espalda.
-
Bueno, puedes tener razón—ya estaba
cayendo—. Pero no. Ross, tengo que ir a salvarla—se levantó.
-
Pero Ana, quédate conmigo—le supliqué.
-
Rossy, no eres romántico—se fue.
Narra Ana:
Todavía no puedo creer que esto en
verdad haya sucedido. Lo hubiera visto venir si hubiera estado con ella durante
su exilio. Pero es que ahora todo es tan confuso. Han pasado muchas cosas; pero
creo que Riker no debe ser una de ella.
Ahora mismo
voy en un autobús a ver a Kimby. La necesito para solucionar esto.
-
Yo también hubiera visto esto venir.
Pero ninguna de nosotras podía estar ahí con ella. No te cumples de eso.
-
Es que tú no entiendes. María no está y
me pidió que me encargara de _____ (TN); así que no puedo permitir que esto se
me salga de las manos.
-
Nosotras somos gemelas y sé muy bien por
qué ella está actuando así. Es simplemente que se siente ahogada por todo lo
que está sucediendo a su alredor. Ese novio le hizo daño. Ella nunca debió haberlo
conocido.
-
Ay, no digas eso, tú no lo conoces. Yo
sí lo conozco y sé que ___ (TN) no encontraría ningún otro chico en cualquier
parte del universo que la amara y la quisiera tanto como Rocky. Es solo que
ellos deben logran un punto medio.
-
Pero, Ana, por ahora nosotras no podemos
hacer nada, ni especular. Solo tenemos que esperar a que ella mueva la primera
pieza, dice que está en guerra…
-
¿Pero y si hace algo que debamos
lamentar en serio?
-
No te preocupes. Eso no sucederá.
Narras tú:
Será posible que esto sea en serio. Estoy sola, ¿cómo voy a librar esta
guerra?
Lo primero que debo hacer es conseguir alguien con quién vengarme de
Rocky… por todo el daño y el mal que me hizo.
Al día siguiente fui al colegio.
Los graduandos estaban todavía en rehabilitación. Ya habían salido los no
graduandos; pero a mí solo me interesaba un graduando de la promoción 2014. Ese
desgraciado de Rafael.
-
No se supone que tú tienes esposo. ¿Qué
estás haciendo aquí en lugar de hacer el amor con ese gringo platudo?
-
Solo quería decirte que él ya no es mi
novio—A Rafa se le abrieron los ojos como platos y luego sonrió perfectamente.
-
Ahh. Así que por fin te diste cuenta de
quién es el más macho de los dos. Espera mi amor, voy a presentar mi examen y
luego salimos, ¿okay, preciosa?
-
Por su puesto, cariño.
Primer objetivo cumplido a la perfección. ¿De verdad estoy yendo por esta
ruta? No importa; Rafa está conmigo y él me hará más fuerte ante Rocky.
Rafael pasó su examen
exitosamente—según él, gracias a mí—y logró pasar a la universidad. Ahora que “somos
novios”, es el momento de disfrutar y ver sufrir a Rocky.
Más tarde estaba yo en mi casa,
cuando llegó Rafael en su four wheal. Yo no lo planeé, simplemente salió así de
perfecto. Qué casualidad que justo en el momento en el que llegó “mi novio” a
buscarme, estaba Rocky intentando “negociar” conmigo. Estábamos teniendo una
discusión más o menos como esta, en el portal de mi casa.
-
Eres mi novia y no aceptó tu rebeldía.
-
¿Mi rebeldía? Cariño, yo ya no soy tu
novia—en ese momento es cuando llega Rafael.
-
______ (TN) —me agarró del cuello—yo te
amo. Aunque hagas todo esto, yo seguiré amando. Pero por favor, no me hagas
sufrir este calvario. ¿Por qué ya no me amas? ¿Acaso no es suficiente el amor
que yo te profeso? ¿Por qué haces esto?
-
Yo ya no te pertenezco. No deberíamos
tener esta conversación. Es más: ahí está mi novio—señalé a Rafael. Rocky se
puso rojo de ira; apretó los puños y salió volando a enfrentarse contra Rafa.
Yo lo perseguí—Rocky, no. ¡Ni se te ocurra!
-
Ey, tú—gritó Rocky. Rafa volteó—ni se te
ocurra salir de aquí con mi novia.
-
¿Qué dices, gringo? Ella ya no es tuya.
Ella es mía y nunca volverá a ser tuya—exclamó Rafael. Me subió a su moto y
escapamos después de que Rafa le propinara un golpe en la cara.
Por un momento sentí que esto no era adecuado. Sentí algo por Rocky que
no era compasión y tuve ganas de volver, curarlo y darle un beso que lo
reconfortara… ¡Pero qué digo! No puedo sucumbir tan de repente.
Rafael me llevó al cine y luego a
casa de sus padres y me presentó ante sus amistades, los verdaderos populares
del colegio, la “nobleza” del tercer piso. Yo como ex-reina del segundo piso me
sentía admirada ante tanta realeza… Es broma, todos ellos son unos puercos.
Mas me enteré de algo muy curioso:
Rafa se había convertido en el nuevo Rey de la Prepa. Es estúpido porque las
clases ya se habían acabado, pero como graduando de 6to año siempre quiere
tener un poco más de gloria de lo que el calendario permite, y hacer que el
legítimo rey fuera explusado para coronarse como Rey. El centro de todo este
chisme es que como ahora yo decidí—voluntariamente—ser la novia de Rafa, me
convertí—por los pocos días de rehabilitación que quedaban—en la reina más
poderosa de todo el colegio. Tener a casi tres mil estudiantes de todas las
edades a mis pies. Todo ese poder, aunque sea solo aplicado al cuarto del
cuerpo estudiantil que tiene que rehabilitar en enero. Eso es ser una reina.
Días después estaba en mi
habitación meditando sobre mi reinado. Mis padres estaban en Estados Unidos
resolviendo unos problemas legales y juan estaba haciendo unos exámenes para
ver si aplicaba para una beca para irse a estudiar a Alemania. Allá está mi
otro hermano, Joseph.
Entre mis meditaciones reales noté
que no podía destruir mis relaciones con mis primas y que debía hacer algo con
Riker. Él estaba en el ojo el huracán y esto es una guerra, no un huracán.
Riker debía pasarse para uno de los dos bandos o perdería la vida.
Iba a llamar a Madeliene, pero no
sabía ni cómo hablarle. Tenía el teléfono en mis manos, pero lo dejé caer sobre
la cama. YO también me dejé caer sobre la cama. No aguantaba el peso de mi
alma, pero igual debía librar la batalla.
No podía ir a casa de Madie porque
ahí Riker me descubriría. Las chicas estarían buscando una forma de hacer que
yo vuelva a estar con Rocky. Pero yo no podía hasta que hubiera cumplido con
antes primero. ¿Qué era? ¡No lo sé!
Tomé la decisión que estuve
meditando por horas. Tomé mi teléfono y llamé a Kimberly para que viniera a
hacerme compañía. Ella llegó y no provocó sospechas de nadie. Ni Ana sabía que
Kimby estaba en mi casa. Kimberly me hizo compañía hasta el día de acción de
gracias. Juntas pensamos en cómo también podríamos hacer esta guerra. Pronto
Kimberly se enteró de que Ross había pasado varias noches con Ana en un hotel.
Eso aumentó las ganas de ella de ayudarme a vengarme de Rocky. Esa es la mejor
prima gemela de la historia.
Fuimos a la primera misa de
adviento, la última de noviembre. Los chicos no estuvieron ahí, pero luego de
la misa sucedió algo que cambió el curso de la guerra para siempre.
Riker no fue a la misa, pero sí
estuvo en la iglesia. Él me encontró en el patio de la iglesia. Me tomó
desprevenida, pero aun así la hoja de mi cuchillo pasó terriblemente cerca de
su cara.
Riker me dio unos mensajes que no
podían provenir de ninguna mente cercana a la de Rocky. Todo esto era idea de
Riker y de nadie más.
-
¿Recuerdas que en un momento tomamos una
decisión adulta?
-
Lo recuerdo perfectamente—respondí.
-
¿En qué momento lo olvidamos?—preguntó
Riker.
-
creo que en el momento en que me
volviste a besar—me acerqué a él.
-
Creo que todavía no hemos crecido—Riker
me miró— ¿tienes frío?
-
Un poco. Me da vergüenza decirlo, pero
creo que yo no quiero crecer todavía—lo miré a los ojos.
-
Adelante—Me lancé hacia él y besé tiernamente sus labios. El beso fue
corto.
-
¿Nada más eso?
-
Riker, tengo que ir a casa.
-
Te veo mañana aquí.
Durante esa semana Riker fue a la
misa diaria; y le gustó, pronto se convirtió al catolicismo. Todos los días nos
encontrábamos en el patio, siendo ya de noche y nos dábamos furtivos besitos.
Riker dejó de ver a Madie y yo solo comulgué el lunes.
Aunque nuestras vidas cambiaron
durante esa semana, Riker no dejó de trabajar, pero durante casi toda la semana
no vio a sus padres, ni a sus hermanos, ni a Ellington, ni a Rydel.
Rafael me hizo compañía
seguidamente, pero lo despachaba justo antes de encontrarme con Riker.
El viernes de esa semana Riker fue
furtivamente a mi casa. Yo seguía sola ahí; Juan ya se había ido para Alemania.
Rafael estaba conmigo. Se dio cuenta por fin de que yo en realidad no estaba
con él.
No pudo con Riker y se fue enojado.
No podía hacer más.
Riker estuvo conmigo esa tarda y
hasta la noche. No tuvimos relaciones, pero nos dormimos juntos, acurrucados y
arropados en el sofá; viendo una película. Pero luego Riker apagó la televisión
y se quedó conmigo. Pasamos casi toda la noche juntos. Cuando me desperté,
Riker no estaba a mi lado. Se había ido.
La almohada olía a Riker, el sofá
olía a Riker, las cobijas olían a Riker, mi cabello y mi ropa olían a Riker;
¡yo olía a Riker junto con toda la habitación!
Enterré mi nariz en la almohada.
Era imposible evitarlo si hasta mi propio ser tenía sed de Riker. Abracé la
almohada y la besé. Me toqué y me besé. Todo lo que tuviera ese olor me atraía.
Hasta su número de teléfono desprendía su olor.
Quise llamarlo, pero no tenía
fuerza siquiera para tomar mi teléfono.
Solo almorcé ese día. A la tarde
llegó Riker. Corrí a abrirle la puerta y me lancé a sus brazos. Llevaba un
vestido púrpura corto, ceñido y escotado. A penas Riker llegó lo primero que
vio fue mi escote, se le salieron los ojos y cambió su mirada. Cuando abrí la
reja, Riker me tomó de la cintura y supo qué hacer.
Nunca abrí las cortinas y
rápidamente cerré las puertas. Cuando estuvimos totalmente solos, Riker comenzó a besarme con más pasión, sin dejar de ser Rikerliciuos. Tocándome me llevó a la
cama y poco a poco fue desvistiéndome.
Había anhelado eso todo el día. Le
quité la camisa a Riker y sentí su pecho fuerte y sus brazos bien desarrollados.
Estuvimos en diferentes posiciones,
hasta que me percaté de que era el momento justo.
Tomé una pañoleta y cegué a Riker.
Luego me monté sobre él, que estaba acostado sobre su estómago. Comencé a
besarlo y a acariciarlo.
Ya era de noche. Tenía mi navaja
cerca de la cama. ¿Pero cómo lograría alcanzar sin que la presa se me escapara?
Miré a Riker. Estaba tranquilo,
relajado y casi durmiendo. Me estiré y tomé mi cuchillo. No sabía cómo hacerlo.
Primero Rocky se había enojado
conmigo porque se enteró de todo lo que Riker y yo habíamos hecho mientras él
no estaba. Le pareció una traición. Lo supo desde que llegó, pero lo importaba
primero saber que yo lo perdonase por haber intentado violarme; y cuatro días
después saca el tema a Relucir. Después vino a decirme que me ama, aunque yo
esté resentida. Y para colmo me mandó mensajes con María para que conversemos.
Me dice que no me perdona haber besado a Riker conscientemente, pero que si
dejo que Riker se vaya con su familia, podríamos llegar a un acuerdo. Yo no
aceptaría que me devaluara así.
Tenía en mi mente las palabras
exactas que iba a transmitirle a Rocky.
Hablemos. Te espero en el patio de mi casa. Ven de
noche.
No lo pensé más, pero fui sutil.
Cuando comenzó a salir sangre de la espalda de Riker fue cuando él comenzó a
gritar.
-
¡AHHHH! _______ (TN), ¿qué es lo que me
haces?
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Hola!!!
lamento haber tardado tanto.
¿Les comenté que tengo un nuevo blog?
Pronto publicaré el primer capítulo de esta novela, pero primero quería publicar esta entrada.
Es el final del "rollo con Riker" tan aclamado por mi Amiga Anónima de España. Como lo prometí, aquí está.
¿Te parece bien lo que está haciendo TN? ignorar a Rocky, andar con Rafa y acostarse con Riker, y luego escribirle con su propia sangre en la espalda. Pobre Riker!! Eso es muy cruel y debe doler mucho.
Estén pendientes que pronto estaré subiendo el primer capítulo de la novela de Riker .
Hasta pronto... 3: 3:
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