Aclaro, el capítulo se llama "el beso" porque TN habla del beso o los besos que le dio a Riker, y a al vez, del beso entre Rocky y la porteña. Hay un beso, pero no es el principal.
¡Prosigamos!
Capítulo 35: El beso
¡Prosigamos!
Capítulo 35: El beso
Después de eso, Rocky se alejó lentamente de mí, se
levantó de mi cama y salió muy lentamente de mi habitación. Cuando ya se
encontraba a una distancia bastante prudente de mí volteé la mirada y lo
observé mientras caminaba decidido hacia la salida. Él también es como yo: es
muy fuerte; a pesar de que se esté rompiendo por dentro, a pesar de tener una
herida hecha por mil espadazos, siempre se mostraba fuerte. El arte de hablar
en acertijos no es lo único que tenemos en común.
Rocky sintió mi mirada quemándole el cabello, porque
no encuentro otra razón para que mirara hacia atrás justo en el momento en que
yo me estaba preguntando por qué me enamoré de él. Me miró con una mirada que
da lástima. Me conmovió.
Por fin salió de la habitación y cerró con puerta lo
más silencioso posible.
A penas se fue me volví a tumbar en la cama y deseé
estar muerta.
Recapacité cinco segundos y decidí leer la carta.
Obviamente estaba en inglés. Habían algunas expresiones que no entendí muy
bien—recordemos que Rocky es un gran poeta y le gustan las expresiones
idiomáticas—.
La carta, traducida al castellano, decía algo así:
Buenos Aires, 1ro de septiembre de
2014
______ (TN):
Si estás
leyendo esta carta es porque me amas, no hay más razón para eso. Te amo, ya te
lo he dicho. Y también sé que te prometí jamás hacerte daño. Soy un ser humano,
hay veces en que me ciego y lastimo a las personas que más amo. Es lamentable
que tú hayas sufrido por mi falta de prudencia y de todo.
Como soy
capaz de equivocarme, también soy capaz de pedir perdón.
Soy un
cobarde. Te hago saber todo esto mediante una carta porque no soy capaz de
mirarte a esos hermosos ojos que tienes después de lo que te hice sufrir. Si no
fuera por mi cobardía, ahora mismo estaría postrado ante ti suplicándote que me
perdones.
Espero volver
a ser digno de mirar tus ojos algún día.
Espero volver
a ser digno de besar tus labios, aunque sea sólo una vez más.
Espero ser
algún día digno de que me invites a tu cama.
Con aflicción
Rocky <3
Después de leer la carta que me escribió Rocky, con
aflicción, yo también quedé afligida. Rocky me estaba pidiendo perdón por un
solo beso que le dio a otra chica, mientras que yo besé a otro chico cinco
veces; para colmo eso otro chico es su hermano.
Yo soy quien no merece que me mire a los ojos, yo no
merezco que sus labios besen los míos solo una vez más para recordarme lo que perdí en el momento
preciso en que acepté los labios de otro. Yo no merezco siquiera que me pidan
perdón, soy yo la que debe estar pidiendo perdón postrada de rodillas ante él;
y por supuesto tampoco merezco una invitación a su cama.
No aguanté un segundo más. Fui corriendo a su
habitación y toqué una vez la puerta. Oí que la puerta se abría y pude ver el
cabello castaño de Rocky. En seguida me vio, intentó abrazarme; pero yo lo
rechacé. Sin embargo sí entré a su habitación. Estaba llorando. Rocky cerró la
puerta y me preguntó qué me sucedía. Él se sentó en el borde de su cama y yo me
postré a sus pies llorando desmedidamente.
“Tell me: what’s going on? What it
means?” me preguntó. Lo dije sin rodeos, porque
sabía que su reacción no cambiaría sin importar lo que yo hiciera o dijera
aparte. “I
kissed Riker… in the lips… five times” fue un golpe duro. Estoy
totalmente segura de que Rocky jamás se esperó que la chica a la que él estaba
suplicando perdón estuviera cinco minutos después diciéndole semejante cosa
<< ¿Besaste a mi hermano? >> Say what!
Rocky me miró durante un segundo, luego yo bajé la
mirada. Él intentaba buscar mi mirada pero yo le rehuía. Luego él tomó mi
mentón y me obligó a mantener la vista hacia arriba, mirándolo a él.
-
Y dime: ¿te gustaron
los besos de Riker? –me preguntó.
-
No, para nada; no se
comparan a los tuyos—mentí.
Al menos en la primera parte. Rocky
me miró fijamente a los ojos y yo no supe qué hacer.
-
¿entonces por qué lo
besaste cinco veces?—volvió a preguntar.
Sabía que él sabía que yo mentía. No hizo falta que
dijera una sola palabra, sus ojos lo decían todo. Luego me acarició la mejilla.
Hasta ahí, ya no pude más. Le dije lo que en verdad me parecieron los besos de
Riker.
-
Riker es un buen
besador—dije.
Rocky rio.
-
¿Por qué ríes? –le
pregunté.
-
Te conozco tan bien que
sé que me mentiste la primera vez. Conozco a mi hermano tan bien que sabía que
si sucedía algo como lo de hoy, aprovecharía la oportunidad. Y también conozco
a muchas chicas que dicen que es casi imposible resistirse a un beso de mi
hermano. Ahora dime seriamente: ¿Te gustó el beso de Riker?
-
Al principio, no.
Después, sí; y luego, no—dije mirando fijamente sus ojos, y sin apartar la
mirada ni un solo segundo.
-
¿Por qué lo
hiciste?—preguntó Rocky muy angustiado por conocer las razones.
-
Estaba devastada por lo
que acababa de ver. No fue nada personal, pero vi a Ryland caminar solo y quise
entablar una conversación con él. Al final terminé ayudándole a “conquistar” a
María—bajé la mirada--. Luego me encontré con Riker mientras yo los “espiaba”.
Él se “enfadó porque yo estaba espiando a su hermano y pretendió ir e
interrumpir todo el plan que yo había elaborado con Ryland. Entonces, mientras
yo le intentaba retener, sucedió el primero; fue un accidente.
Estaba esperando que Rocky dijera
algo, que me apoyara y que no se quedara ahí, mudo.
-
Sabes,--subí la mirada—una
de las razones por la cual nunca antes había tenido novio es porque siempre se
me daba más la tarea de unir a las personas que coquetearles a los chicos.
-
¿Entonces jamás habías
tenido novio y eres experta en el amor?—intervino Rocky.
-
Naturalmente, ¿no
conoces el caso del Dr. Cupido?—dije. Rocky no respondió. Continué.
-
La segunda vez fue
cerca de media hora después. Fue un resultado de sentimientos encontrados y
reprimidos hasta un cierto punto. El tercero se lo di yo misma a Riker para
calmarlo y para obligarlo a que se fuera. El cuarto también se lo di yo para
demostrarle a Riker que no me gusta.
-
¿le besaste para
demostrarle que no te gusta?—dijo Rocky.
-
Si lo analizaras en el
contexto en el que sucedió tendría mucho más sentido del que crees. —le
contesté.
-
El quinto beso me lo
dio Riker para demostrarme que sí gusto de él. Pero después de eso juramos que
eso era una tontería, una estupidez; yo le dije que tú me gustas y nada más y
entonces prometimos jamás volver a besarnos.
-
Me sorprende su
madurez. —dijo Rocky.
-
No debe sorprenderte.
Pero sí sé una cosa:--agregué—jamás debí canjear tus labios por los de Riker.
No es que tú beses mejor que él o viceversa, es solo que yo escogí los tuyos.
-
Bueno, en ese caso creo
que yo debo mantenerme tranquilo; ¿no?—preguntó Rocky.
-
Todo está claramente
perfecto ahora; no hay nada de qué debas preocuparte.
Rocky me besó. Nos quedamos durante un rato ahí
sentados en el suelo, besándonos.
Yo estaba muy concentrada en besar a Rocky. Lo había
extrañado por largo rato. A pesar de que fueron en realidad menos de 24 horas
de disputa. Igual, fue una eternidad. Ahora sí estaba totalmente segura de que
jamás debía cambiar esos labios que estaban entonces acariciando. No debo pedir
más de lo que tengo. Tengo a Rocky porque él me escogió y yo lo acepté. Sus
brazos acariciaban mi espalda porque yo le había dado licencia.
Entonces apareció Rydel y entró en la habitación.
>>Uh, momento incómodo. Mejor me retiro<<
>>Demasiado tarde, ya me vieron y dejaron de besuquearse.
Mejor les digo algo. <<
-
No, continúen
besándose. Yo solo venía a decirles que la cena ya está lista, pero ustedes ya
se adelantaron.
Entendí perfectamente el lenguaje de Rydel.
-
Sí, ya; gracias
Rydel—le dije.
-
A propósito, ¿por qué
se besan acurrucados en el suelo como ratas? Tienen la cama. Para eso existe.
-
Porque nos gusta estar
aquí acurrucados. –respondí--¿Algún problema?
-
Cálmate, no quería
ofenderte. –dijo Rydel y salió de la habitación.
-
Oye, ¿puedo preguntarte
algo?: ¿Cuál es la fobia para con mi cama?
Lo miré seriamente durante 3 segundos
y luego levanté una ceja en señal de “no me fastidies”. Luego cambié la cara
radicalmente y le dije:
-
¿Vamos a la cama?—dije
con voz de niñita inocente que no sabe que tres segundos después la van a
violar. >>A ver, niña; ¿por qué eres tan estúpida? ¿cómo se te ocurre
decir algo así?<<
-
No, la verdad es que
tengo hambre de comida de mamá. –respondió Rocky--. ¿Vienes?
-
No, la verdad es que se
me quitó el apetito.
-
¿Quieres una copa para
abrir el apetito?—me preguntó.
-
No, el alcohol no me
apetece. De veras no quiero comer nada. Me voy a mi habitación. –dije y
pretendí irme; pero Rocky me impidió ir. Me dijo:
-
Oye, todo está bien. No
hay razón para que estés sin apetito.
-
Ya lo sé, Rocky. Es
solo que pues… no tengo hambre.
Vi la expresión en el rostro de Rocky aquella noche
cuando le dije que simplemente no tenía hambre. Es algo que todavía me continúa
perturbando; me acompañará hasta la muerte.
Rocky se sentía muy preocupado porque sabía que era
mentira: no todo estaba bien. Todavía había un sencillo problema que nos
perturbaría durante casi dos años.
Me tumbé en mi cama y me dormí. Estaba yo en el
momento de la noche en la que millones de pensamientos me llegan a la cabeza y
siento que voy a enloquecer. Pero poco a poco todo se va disipando y caigo en
un profundo y delicioso sueño.
Calculo que treinta minutos después fue cuando me
desperté sobresaltada en mi lecho. No fue por un mal sueño; todavía estaba
soñando con los besos de Rocky, en realidad fue porque alguien me perturbó el
sueño. Justamente Rocky me estaba besando como nunca antes cuando María me
despertó.
-
Lamento despertarte—se
disculpó.
-
¿En serio? No te
creo—le dije con cansancio y con sarcasmo.
-
No seas tú justo ahora.
Venía a hablarte de eso—hizo una pequeña pausa y luego agregó--: ¡¿no quieres
comer?!
<<UHG! Justa la razón por la
cual necesitaba que me despertaran>>
Realmente no me agrada como comienza esta
conversación.
-
¡No comiences de nuevo
con lo mismo! —le reprimí mientras me enderezaba y me sentaba bien en una
posición cómoda.
-
UHG, pero es que debo
ayudarte. No quiero que te enfermes y sea mi culpa. No has desayunado durante
más de un mes.
-
¡No es cierto! —la
falseé—Sí comí durante la semana de exámenes y también he comido bien durante
nuestra estadía en Buenos Aires.
-
Desayuno, mujer. De eso
estoy hablando. No te generalices.
-
Sí, desayuno en la
cafetería del colegio—conté.
-
¿A las nueve de la
mañana?—me cuestionó.
-
(Lancé un suspiro)
Mira, si crees que soy anoréxica, guárdate la tarjeta del doctor; porque no lo
soy. ¿Acaso no tengo derecho a estar deprimida y a perder el apetito por
eso?—dije firmemente.
-
¿No se supone que con
Rocky aclararon las cosas?—preguntó una interesada amiga mía.
-
Sí, nos confesamos el
uno al otro y yo le expliqué gran parte de mi historia y él me escribió una
carta diciéndome que si yo tenía valor para leerla, es porque en verdad le
amo—conté.
-
¿Y… la leíste?—Preguntó
María.
-
Sí, pues; eso es lo que
decía en la carta. Al final nos perdonamos y nos besamos. Pero… es que no lo
sé. Se supone que todo está bien, ¿verdad?
-
Lo es—respondió.
-
Pero yo no me siento
como si hubiera vuelto a tener la confianza de Rocky.
-
Estas cosas se toman su
tiempo. No te preocupes; en unos días todo será claro. Solo debes ser paciente…
y cuidar mucho tu salud.
-
Tranquila, amiga. El
hecho de que tú ya seas una chica y que yo siga siendo una niña no significa
que ahora debas actuar como mi madre.
-
¿Perdón?—se indignó
María.
-
Oye, hablando de mi
madre. ¿Crees que estoy gorda?—dije ensumiendo la barriga.
-
¿Gorda? Ni de broma.
¿Quién dice que gorda?—esperé unos segundos para responder; luego ella dijo--:
no me digas que tu madre.
-
No, es mi abuela.
-
Seguramente no le
operaron bien la catarata que tenía.
Esta conversación se hizo mucho más larga. Al final
caí rendida de sueño. María se fue y me dejó dormir sola en la habitación.
Cuando ella salió. Creí ver unos mechones castaños sobresaliendo del marco de
la puerta.
Aquella
noche no lo supe, no le tomé importancia; simplemente me quedé sobre mi lecho,
en mi cama y me dormí profundamente. No hice nada. Fui mansa.
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¡les dije que estaría de vuelta antes de mi cumpleaños!
Voy directo a lo mío. Este espacio es para explicar lo que no es entendible allá arriba.
1-Hay muchos besos, pero el más importante es el que TN le dio a Riker, fueron 5; pero los cinco hacen uno solo en realidad.
2-Rocky oculta sus celos solo por esta vez, porque no quiere perder a TN cuando todavía ni son novios, pero más adelante será el más celoso de todos.
3-Aquí se da la primera muestra de la anorexia de TN. La verdad es que ella sufre de anorexia pero en leve nivel. Lo que sí tiene en muy alto grado es una enfermedad psicológica y mental cuyo nombre no recuerdo ahora mismo pero consiste en que la persona se preocupa demasiado por cuántos nutrientes se está llevando a la boca, cuenta las porciones de agua, de proteína, vitaminas, minerales, carbohidratos, ect. TN sufre de eso.
Creo que es todo lo que tengo que aclarar; así que ahora paso a la siguiente parte:
Este es el episodio 19 de la tercera temporada de A & A. De este episodio me llama la atención el hecho de que ellos quisieron hacer un llamado muy especial al gran problema que azota a nuestra sociedad últimamente.
El bullin no es algo de ahora. eso siempre ha existido y siempre existirá. El problema ocurre cuando los acosadores cruzan la raya y comienzan a hacer bromas de muy mal gusto y a agredir físicamente a esa persona, hasta el punto de que esa persona no quiera volver a ese lugar, como sucede en el ejemplo que nos presentan los productores de A & A.
Eso era lo que quería decir en cuanto al bullin.
Desprendiéndome de ese tema principal, lo siguiente que me llama la atención es el mensaje que le envió un hatter a Ross Lynch: "Ross Lynch es feo, estúpido, es un anormal sin talento y me pone nervioso".
Dijo tres cosas demasiado infantiles. A mi no me ofendería que me dijeran esas tres cosas, y como ven; a Ross tampoco le ofende eso. Pero sobre lo que recae toda mi atención, dentro de este vídeo, es que el hatter dijo que Ross le pone nervioso (o nerviosa).
Creo que el problema de ese hatter es demasiado obvio: tiene el mismo problema que el nuevo personaje de la tercera temporada de esta novela, Ana, la otra amiga de TN. No lo voy a revelar porque entonces no tendía sentido mi tercera temporada; pero igual creo que ya es posible que comprendan.
Definitivamente esto es todo.
Ahora me voy a comer y espero que tú también te vayas a comer.
chao
besos.
chao.
Esperó que hayas pasado un lindo cumpleaños!! Sigue así. .
ResponderBorrarGracias. ahorita regreso a clases; así que, tengo un hermoso regalo de cumpleaños y de final de cava.....
ResponderBorrarno he dejado de llorar mentalmente.
De qué país ere?
te mando un beso enorme hasta donde quiera que vivas 3: